_
_
_
_

Las técnicas de tocar campanas, tema de una película filmada en Valencia

El sonido de las campanas fue durante siglos el medio de transmitir variada y precisa información sobre los principales acontecimientos que afectaban a una comunidad: muertes, incendios, acontecimientos del calendario litúrgico... Hasta trescientos toques diferentes se emitían desde los campanarios de las grandes catedrales, donde los días de fiesta más de una veintena de hombres combinaban sus esfuerzos para voltear diez o doce gargantes de bronce. Diversos documentos audiovisuales intentan recuperar esta tradición.

Con el objeto de estudiar y recuperar esa antigua tradición del lenguaje campanil, hoy en vías de extinción, Francesc Llop i Bayo, un joven valenciano estudiante de sociología en Madrid, ha filmado la actuación de uno de los últimos campaneros en activo, primer material audiovisual que se produce destinado a la investigación de un tema hasta ahora ignorado por antropólogos y folkloristas«Hemos filmado durante tres horas con tres cámaras porque era conveniente tomar todos los ángulos, y en ello se ha invertido la subvención que me concedió la Caja de Ahorros de Valencia», explica Francesc Llop. «La filmación incluye una decena de toques distintos, que comprenden las principales técnicas. Es un documento visual único para posteriores investigaciones y además pienso montar con las secuencias más bellas y espectaculares un corto que se pueda exhibir en cines, colegios o centros culturales».

El interés de Francesc por el mundo de las campanas es casi tan largo como su vida. Desde hace doce años recorre los campanarios de Valencia y Aragón acumulando grabaciones, fotografías y los testimonios y enseñanzas de la última generación de campaneros, un oficio en trance de desaparición desde que se impuso la motorización de los campanarios, a partir de los años sesenta, y las campanas empezaron a tocar solas.

«Los motores no se adaptan a los toques tradicionales y, por otra parte, ya no existe una necesidad de recibir los mensajes que antes comunicaban. Incluso hay casos de vecinos que protestan porque les molesta el sonido de las campanas», comenta Francesc Llop. «Hasta ahora he detectado un centenar de toques diferentes para transmitir información cotidiana: sobre el tipo de día en relación con el calendario litúrgico, sobre el sexo, edad y estado social de la persona fallecida, sobre el lugar donde se ha producido un incendio, etcétera. El lenguaje campanil de las zonas rurales es distinto al de las urbanas, más simple y rudimentario en cuanto a técnicas. Se dan además variaciones locales, y el toque de muerto en un lugar puede ser el de fiesta solemne en otro».

La filmación dirigida por Francesc Llop mantiene estrecha relación con la labor colectiva que lleva a cabo en Valencia un grupo de jóvenes -nueva generación de campaneros progres- que intentan recuperar para la cultura la antigua tradición campanil.

«La forma más barata y racional de desarrollar esa tarea de recuperación a nivel de todo el territorio nacional sería recoger en video las diferentes técnicas de tocar campanas de manera sistemática y rápidamente, porque cada día que pasa es más difícil encontrar campaneros que recuerden todavía las enseñanzas y trucos que aprendieron de sus padres. La campanera de Jaca, por ejemplo, que dice que le da vergüenza no tocar cuando pasa un muerto, sabe dar los toques, pero no cómo disponer las cuerdas de manera adecuada».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_