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El INI tratará de integrar a Seat en alguna multinacional del automóvil

El presidente del Instituto Nacional de Industria, Miguel de la Rica, confirmó ayer en conferencia de prensa que existen indicios de duda por parte de la Fiat para acudir a la segunda ampliación de capital pactada por Seat y adelantó que, en caso negativo, la sociedad española acudiría a un tribunal internacional de arbitraje para reclamar daños y perjuicios, el INI volvería a hacerse cargo de la gestión de Seat y se trataría de integrar a esta sociedad en una multinacional.

«Nosotros», afirmó Miguel de la Rica, «estamos absolutamente convencidos de que hemos cumplido todas las cláusulas del contrato por parte del Gobierno». Si Fiat no acudiera a la segunda ampliación de capital, en la que le corresponden, como en la anterior, 2.088 millones de pesetas de los 6.000 que comprende la operación, «el hecho supondría un incumplimiento del contrato en vigor con el INI». En ese caso, el Instituto Nacional de Industria acudiría a reclamar los daños al órgano internacional de arbitraje previsto en el contrato: la Cámara Internacional de Comercio de París.En este extremo, el INI volvería a hacerse cargo de la gestión de Seat y trataría de integrar a la sociedad en una multinacional. El presidente del INI confirmó que en los últimos años se habían mantenido contactos con multinacionales norteamericanas, europeas y japonesas, y manifestó que «en este momento, quizá no haya candidatos claros entre las norteamericanas, pero sí entre las europeas, y en Japón ha habido conversaciones generales con Toyota y Nissan».

Hasta la fecha, según Miguel de la Rica, el INI no ha tenido más que indicios de los proyectos de Fiat, que en el consejo de accionistas celebrado el pasado día 31 de marzo se abstuvo de votar sobre la segunda ampliación de capital prevista. La propuesta, sin embargo, salió mayoritaria al votar a favor el INI, que dispone del 39% de las acciones y los accionistas privados, que ostentan otro 20% (Fiat cuenta con el 41 %).

En el caso de que Fiat incumpliera el contrato, el INI suscribiría la parte de ampliación de capital que le corresponde, y los 2.088 millones de aquella sociedad. Este incumplimiento, sin embargo, no afectaría a los acuerdos de asistencia y de exportaciones firmados hasta 1985 entre ambas empresas.

Los daños y perjuicios que se pedirían a Fiat ante la Cámara Internacional de Comercio de París están por cifrar. La cláusula del contrato INI-Fiat prevé que, en caso de controversia, el asunto tiene que ser remitido a un colegio de tres árbitros nombrados según las normas de procedimiento de dicha corte internacional.

Por lo que respecta a la asunción de las pérdidas de 1979 en Seat, que superan los 15.000 millones de pesetas, el presidente del INI afirmó que no podrán cargarse a la cuenta de capital, lo que supone que el accionista que deba financiarlas y asumirlas es aquel que finalmente se quede con la mayoría de Seat. Según el contrato, el que compre sus acciones a otro deberá pagarlas al ciento por ciento del valor en que fueron suscritas (en Bolsa están al 23 %) añadiendo un 11% más en concepto de intereses.

En el posible caso de que el INI tuviera que asumir de nuevo la mayoría en Seat, la mencionada operación, según Miguel de la Rica, se financiaría con créditos puente que habría que cargar en el Presupuesto del Estado de 1981.

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