Carter anuncia una nueva escalada de medidas económicas contra Irán

Washington - 18 abr 1980 - 00:00CEST

El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, decidió anoche tomar una serie de nuevas medidas económicas y comerciales contra Irán, excluyendo, de momento, un salto a las presiones de orden militar. Carter recordó que, desde primeros de año, Estados Unidos decidió una serie de «acciones no violentas, pero punitivas, que no, fueron tomadas en consideración por Teherán». Los compromisos, según el presidente norteamericano, no fueron respetados, lo que obligó a pasos suplementarios, como la ruptura de relaciones diplomáticas entre Washington y Teherán.Viene de primera página

Carter ha decidido anular toda transferencia financiera entre instituciones o personas de Irán y Estados Unidos, excepto en prensa y familiares de los rehenes; anular todas las importaciones de origen iraní. Ha prohibido los viajes de ciudadanos estadounidenses a Irán limitando incluso la presencia de periodistas; ordenado el cese del envío de material de recambio militar de origen estadounidense a Irán, y pedido al. Congreso que inicie los trámites para permitir compensaciones económicas a las familias de los rehenes a partir de los fondos iraníes depositados en bancos de Estados Unidos.Carter no incluye entre sus medidas prohibitivas alimentos y medicinas, en contra de lo que se esperaba. Una acción en tal sentido formaría parte de una nueva escalada que podría incluir la cancelación de los servicios de comunicaciones vía satélite Intelsat a Irán. Se trata de dos nuevos eslabones, calificados por la Prensa norteamericana de puramente simbólicos.

El presidente norteamericano recordó que si las actuales medidas no sirven para conseguir la liberación de los cincuenta rehenes de la Embajada de Washington en Teherán, la única salida posible será la acción militar. Según Carter, la misma depende de tres factores: la inoperancia de las sanciones diplomáticas y económicas, así como de las que espera que adopten otros países aliados, y, finalmente, la respuesta de irán a todo ello.

En relación con los países de Europa occidental, Carter recordó lo que debe suponer una alianza como la OTAN, en la que deben apoyarse todos sus miembros.

Negó ante los periodistas que existieran tensiones importantes entre Estados Unidos y Europa occidental. Recordó, no obstante, que las reacciones de apoyo a Estados Unidos son lentas. Añadió que, en caso de conflicto, la vulnerabilidad de Europa es mucho mayor que la de Estados Unidos. De ahí la necesidad de solidaridad común.

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Carter pide a sus aliados europeos el aislamiento económico de Irán

«En estos momentos no puedo todavía predecir cuál va a ser la reacción de nuestros aliados. Mi contacto telefónico con todos los líderes occidentales ha sido y va a ser intenso, en un intento de aislar económicamente a Irán », explicó el presidente norteamericano.Con relación a los comentarios iraníes de que la liberación de los rehenes no será considerada hasta por lo menos el próximo mes de julio, Carter dijo: «Eso es demasiado tiempo para nosotros».

El presidente, luego, al referirse a la posibilidad de un bloqueo naval a Irán como siguiente paso, comentó que «en cualquier caso causará más inconvenientes a Irán que a sus clientes».

«Las perturbaciones comerciales que traería consigo serían serias e inconvenientes para otras naciones, pero no devastadoras», sugirió Carter respecto a los efectos que ocasionaría la interrupción de las ventas de petróleo iraní.

El presidente explicó que, en efecto, la Unión Soviética está intentando compensar los efectos negativos de las sanciones norteamericanas a Irán, enviando por su cuenta alimentos y otro tipo de bienes.

«Pero las comunicaciones por tierra entre Rusia e Irán son limitadas, y en ningún caso compensan los daños provocados por un embargo occidental», dijo Carter.

El presidente habló también en su conferencia de prensa de las negociaciones de paz egipcio-israelíes y de las esperanzas de encontrar una solución para la autonomía palestina antes del próximo 26 de mayo, como está previsto en los acuerdos de paz firmados hace algo más de un año en Camp David.

Difícil situación económica

En relación con la pésima situación económica de Estados Unidos, el presidente norteamericano dijo que la «situación era difícil». Al referirse al cierre de variasTactorías de automóviles y la competencia exterior, señaló la nueva orientación de la política económica, que aconseja a los fabricantes de automóviles europeos y japoneses a que instalen cadenas de montaje en EE UU. No sin cierto optimismo Carter prometió para después del verano una recuperación económica. Visión quizá un tanto electoral, a cinco días de las primarias del Estado de Pensilvania, donde el senador demócrata. Edward Kennedy podría ganar.