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Dirigentes del PNV critican duramente a Herri Batasuna

Sin incidentes destacables y en un ambiente festivo se celebró el pasado domingo en la campa de Aixerrota de Getxo (Vizcaya), el AIderdi Eguna (Día del Partido Nacionalista Vasco). Alrededor de 150.000 personas -según cifras de la organización que parecen razonables- participaron en una jornada que se convirtió en un acto masivo de apoyo al Estatuto de Guernica. Contrastando con el ambiente distendido de la fiesta, se denotó cierto malestar en las repetidas alusiones que Xabier Arzallus y Carlos Garaikoetxea hicieron a Herri Batasuna.

, Una semana antes del AIderdi Eguna cerca de ochocientas personas trabajaron para convertir la tranquila campa de Aixerrota -de 250.000 metros cuadrados en un espacio festivo cómodo, en un escenario político de grandes magnitudes. Doscientas toneladas de estructura metálica compusieron un gran estrado, torretas para televisión y megafonía, veinte bares y sesenta pabellones atoldados. Ochocientos autobuses, trenes que salían de Bilbao con dirección a Getxo, -cada siete minutos y por espacio de dos horas- y miles de coches -la organización asegura haber contado cerca de 18.000- hicieron posible que la campa se llenara de gentes venidas desde las cuatro provincias vascas. Para controlar el tráfico, ordenar los aparcamientos y prever cualquier incidente, el PNV dispuso de unequipo de orden compuesto por 5.000 personas. La mitad de ellas se dedicó a vigilar carreteras, cruces de la provincia, accesos a la campa y todo el trayecto de la vía férrea entre Bilbao y AlgortaConcejales, alcaldes, diputados generales, junteros, parlamentarios y dirigentes del PNV ocuparon la tribuna situada en el escenario central, en el que se levantaba una gran valla en la que se leía «Alderdi Eguna 79. Sí al Estatuto».

Tras breves palabras de los representantes de la Unión del Pueblo Corso, de Convergencia Democrática y Unión Democrática de Cataluña y las Juventudes Nacionalistas de Cataluña y País Valenciano, intervino Xabier Arzallus, que hizo una apasionada defensa del Estatuto y una dura crítica a Herri Batasuna. Con respecto al texto de Guernica, dijo: «Nuestro destino está muy claro. Estamos consiguiendo los objetivos marcados. Hace un año prometimos, no la independencia, sino luchar por un Estatuto, por una autonomía superior a la que conocieron nuestros mayores en 1936; un Estatuto que no fuera cerrado, que dejara un camino abierto porque hay trabajo para muchas generaciones. Y hemos traído un Estatuto mejor que el de 1936. El objetivo del PNV está cumplido, pues, en su primer paso gigantesco hacia la restauración de este pueblo.»

Se refirió luego a Herri Batasuna, a la que acusó de provocar y amenazar al partido y tratar de boicotear el acto. «Esta madrugada», afirmó, «han puesto tachuelas para que reventaran las ruedas de nuestros coches. No os preocupéis; es su derrota. Están nerviosos porque están perdiendo. Para ellos, el desprecio más olímpico, y sobre todo no bajéis a sus métodos.»

Afirmó luego Arzallus que en esta época de confusión, de mesianismos, revoluciones y profecías hay dos modos para que un pueblo se organice «siguiendo la ley de la mayoría civilizada con diálogo», dijo, «o con la imposición de un grupo sobre los demás. A lo primero se le ha llamado siempre democracia; a lo segundo, dictadura».

Criticó Xabier Arzallus a «los que se les arruga el ombligo ante los venablos de un general o los ataques e insultos de "gente que todos conocéis"» y recordó que el lendakari José Antonio Aguirre formó Gobierno y juró su cargo rodeado de bombas y en circunstancias difíciles también. «Cuando la gente huía ya de sus casas hubo dos batallones que levolvieron la espalda diciendo "Estatuto no, independencia sí... i¡Que hubo de todo!!».

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Garaikoetxea: "Se va a producir una guerra sucia"

En una línea más moderada, pero sin evitar tampoco repetidas alusiones a Herri Batasuna, discurrió la intervención de Carlos Garaikoetxea. El presidente del PNV y del CGV se refirió, una vez más, al Estatuto de Guernica, como «una herramienta válida para la reconstrucción de Euskadi» y un texto sensiblemente superior en materia autonómica al Estatuto de 1936. El señor Garaikoetxea señaló durante su intervención, y en una rueda de prensa posterior, que le gustaría hablar de los elementos positivos del Estatuto, «pero no puedo eludir el referirme a Herri Batasuna».

«Nos llamarán asesinos y traidores», dijo, «y afirmamos que seremos siempre traidores al centralismo, a quienes intenten la opresión de este pueblo desde fuera, o a quienes desde dentro, voluntaria o involuntariamente, conduzcan a nuestro país al caos y a la miseria.»

Insistió en que hasta el día 25 de octubre se va a producir una verdadera «guerra sucia de un lado y de otro». «El juego sucio», señaló, «tiene muchas vertientes. No sólo son las muertes -la última la del concejal de Herri Batasuna Tomás Alba, en San Sebastián-, tiene otras vertientes, como son los insultos gruesos y sucios contra el PNV y la preparación de dossieres infamantes contra personas del partido, entre las que yo mismo me encuentro. Debo aludir a ello, porque nuestro pueblo merece que se le alerte contra esta clase de cosas.»

Concluyó su intervención el señor Garaikoetxea, criticando la existencia de la asamblea nacional popular vasca, que propugna Herri Batasuna. «Si alguien puede organizar esta asamblea, a base de concejales, j nteros y alcaldes, es el PNV. ¿Dónde está ese proyecto,de Estatuto? ¿Es que en más de un año no se han podido poner de acuerdo para un simple proyecto? Esperábamos que lo tuvieran preparado ahora para combatir una alternativa con otra. Pero no hay ninguna, no hay más alternativa que el Estatuto de Guernica.»

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