Un antidiarreico que puede producir la muerte se vende en casi todo el mundo
A pesar de que en el pasado mes de marzo cuatro tribunales japoneses sentenciaron en contra de tres laboratorios -productores de medicamentos basados en la oxiquinolina- y contra el Estado japonés, por negligencia, y en favor de los afectados por estos medicamentos, en casi todo el resto del mundo se siguen vendiendo estos productos con grave riesgo para la vida de los pacientes.Según un informe publicado por la agencia Arznei Telegramm, de Berlín (una entidad que investiga la producción farmacéutica mundial con un carácter de absoluta neutralidad, según sus estatutos), los medicamentos Entero-Vioformo, Mexaformo y Sterosan, de la firma Ciba Geigy, así como otros preparados con la misma base, hasta casi el centenar, producen en muchos pacientes (en Japón se han registrado 3.268 casos probados) graves alteraciones neurovegetativas y visuales y hasta la misma muerte. El informe otorga al efecto nocivo de los tres productos citados un carácter epidémico comparable al de la talidomina, el primer gran escándalo farmacéutico de la posguerra.
En el informe se reúnen historias clínicas de pacientes que recurrieron a la aplicación de estos productos con carácter preventivo de procesos diarreicos o como remedio contra este tipo de accesos. Desde que hace diez años, aproximadamente, empezaron a examinarse con atención casos graves de intoxicación y muertes como consecuencia de estos productos, los laboratorios suizos Ciba Geigy, que integran una misma empresa, han ido manteniendo una posición a la defensiva, manifiesta incluso en la redacción de los prospectos que acompañan a estos productos o retirándolos del mercado «por razones comerciales». El Entero-Vioformo desapareció el 26 de marzo pasado -poco después de que los tribunales japoneses emitiesen sentencia- de las farmacias españolas, casi al mismo tiempo en que Geigy decidió lo mismo para su Sterosan. No consta que se haya informado públicamente sobre las razones no comerciales que movieron a la central de estos laboratorios, en Basilea, a recomendar a sus filiales la retirada temporal de estos fármacos. Estos productos han sido prohibidos ya en Japón, Corea, Suecia, Canadá, y en otros países se les ha incluido entre los productos que requieren una receta médica previa.
Según el citado informe, los medicamentos producidos con oxiquinolina se han estado aplicando masivamente en determinadas crisis del Tercer Mundo, como la guerra de Bangladesh.
Como argumento en contra de la «tesis epidemiológica», el informe señala que, desde la prohibición de estos productos en Japón, hace tres años, ha desaparecido de este país la enfermedad que se conocía como «enfermedad japonesa», o smon, cuyos síntomas eran los apuntados. Los primeros casos de estos «procesos epidémicos» trascendieron en 1935 en la revista médica argentina Semana Médica, en su primer número del citado año. En el artículo, según el informe, se daba cuenta de 153 pacientes que, como consecuencia de una ambiasis (enfermedad intestinal tropical), habían sido tratados con Clioquinol. Ciba fue informada el mismo año sobre esta observación, pero el laboratorio no reaccionó ante la advertencia que ello significaba.
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