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Carter propondrá mañana a los norteamericanos un nuevo programa energético y económico

Después de doce días de reclusión en la residencia de Camp David, el presidente Jimmy Carter reaparecerá mañana ante los norteamericanos para pronunciar un discurso televisado, que se califica ya como el más importante de su presidencia, en el que propondrá soluciones a la crisis económica y energética que sufre el país, e intentará reforzar su imagen política.

La Casa Blanca pidió a las grandes cadenas nacionales de televisión que reserven espacio para el discurso presidencial a las diez de la noche del domingo, hora de máxima audiencia. Curiosamente, la cadena CBS tenía programada para esa hora la serie Moisés, y el capítulo a emitir el domingo cuenta cómo Moisés se retira al monte Sinaí y desciende después con las tablas de la ley.La analogía con el retiro presidencial y el retorno a la vida política, con lo que se supone debe ser la receta casi mágica que cure las enfermedades de la nación, no escapó a humoristas y comentaristas políticos. Carter-Moisés se juega mucho en su discurso del domingo, incluida la reelección en 1980.

Durante su confinamiento voluntario en Camp David, Carter recibió a más de 160 líderes económicos, laborales y políticos del país, con quienes discutió la situación y las posibles soluciones. El jueves por la tarde, el presidente hizo una escapada en helicóptero a las afueras de Pittsburgh, en el estado de Pennsylvania, para reunirse con un grupo de trabajadores metalúrgicos, en casa de uno de ellos.

Consulta al americano medio

La conversación con los trabajadores «fue interesante e informativa», según el portavoz de la Casa Blanca. El dueño de la casa donde se celebró la reunión, William Fisher, un metalúrgico de veintinueve años de edad, declaró después que había dicho al presidente que el país estaba deslizándose cuesta abajo, y que Carter asintió.Para finalizar su sorprendente serie de consultas, Jimmy Carter llamó ayer a Camp David a una representación de periodistas, escritores políticos y columnistas, a quienes reveló algunos aspectos de su programa energético y económico, que anunciará el domingo. Según algunos de los visitantes, el presidente ha hecho una profunda autocrítica, ha escuchado a todos los sectores de la sociedad, ha discutido con sus ayudantes y colaboradores y sale ahora dispuesto a recuperar su liderazgo, a empezar de nuevo si es preciso.

El discurso televisado será el punto de partida para una intensa campaña de relaciones públicas que han preparado cuidadosamente los miembros del equipo presidencial, El mismo lunes ya están previstas dos intervenciones de Carter, en Kansas City y Detroit, con coloquios y turnos de preguntas incluidos.

La parte del discurso dedicada a la energía se centrará en dos aspectos fundamentales: conservación y producción de combustibles sintéticos. En la parte económica, se cree que Carter admitirá que el país ha entrado en una recesión, pero seguirá dando prioridad a la lucha contra la inflación, antes que contra el desempleo. Las palabras de Carter ante las cámaras de televisión estarán también cargadas de contenidos políticos, de los que depende, junto con su actitud y hasta su aspecto físico, el que pueda superar la desastrosa posición que ocupa ahora en los sondeos de opinión pública. Es posible que no hable de política exterior, pero Carter debe lanzar algún eslogan, alguna referencia concreta a un trabajo común, a un compromiso nacional, para reforzar su imagen de líder.

Cambio de Gobierno

Por último, el discurso televisado y el largo período de reflexión de Camp David, piensan los especialistas, no tendrá efectos positivos si no va acompañado de una remodelación del Gobierno. Entre los actuales miembros del Gabinete decididamente a la baja están el ministro de Energía, James Schlesinger, que podría dimitir de motu proprio antes de que le echen, y el de Justicia, Griffin Bell. Otros cambios importantes se rumorean dentro de la Casa Blanca, con una mayor concentración de poder en manos de los «jóvenes georgianos», que Carter se trajo de su época de gobernador, como Hamilton Jordan o Jody Powell.Carter se espera que presentará un panorama desfavorable sobre la situación económica y reconocerá la presencia de una fase recesiva, el aumento de la inflación por encima del 10% a fin de año y la aparición de un millón más de desempleados. Sin embargo, su consejero económico, Lyle Gramley, dijo ayer a un grupo de periodistas que la recesión será leve y corta, y que la recuperación se iniciará a principios de 1980. La causa de la recesión, según Gramley, hay que situarla en la huelga de camioneros de abril y la crisis de energía.

El Congreso faculta al presidente Carter

El subcomité de la Cámara legislativa estadounidense ha aprobado un nuevo programa de racionamiento de emergencia que sustituirá al existente, que fue propuesto inicialmente por el presidente, pero rechazado por la Cámara.La legislación aprobada tiene como principal característica permitir que el presidente formule un nuevo programa de emergencia sin precisar la aprobación sucesiva del Congreso.

Para que el déficit de racionamiento pueda entrar en efecto será necesario que el déficit en las necesidades interiores supere el 20% del nivel normal, o bien que el déficit de suministro de crudo mundial sea superior al 7 %.

Ambos déficit deberán superar dichas cifras límites durante treinta días antes de que los programas sean efectivos.

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