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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre "La Vaguada"

En el EL PAIS de 20-VI-1979 se incluye un sorprendente editorial sobre el tema de La Vaguada. En él vapulean al Ayuntamiento democrático por haber reabierto un contencioso cuyo cierre intentó forzar mediante una decisión apresurada de última hora -de espaldas a los vecinos. que nunca la aceptaron- el Ayuntamiento digital. ¿Porqué está obligado el nuevo Ayuntamiento a plegarse a esta política de hechos consumados?Los concejales que hoy están en mayoría en el Ayuntamiento fueron elegidos porque los madrileños confiamos en sus promesas de actuar con honradez para poner remedio al desmadre urbanístico de la ciudad. Uno de los puntos negros de este desmadre es el barrio del Pilar: doscientas viviendas por hectárea (el doble de lo que permite el Plan General del Area Metropolitana), una densidad comercial, superior a la media de Madrid, falta casi total de equipamientos escolares, sanitarios, deportivos... y un único solar libre (La Vaguada), en el que quieren meter un centro comercial y una autopista. El Colegio de Arquitectos de Madrid -informe de enero de 1978-, centenares de profesionales -manifiesto de marzo del mismo año- y los vecinos del barrio -que llevan cinco años de lucha y lograron la mayor manifestación del movimiento vecinal- se han pronunciado en contra. Cuando el Ayuntamiento abre un paréntesis de tres meses para considerar esas peticiones (paréntesis que no prefigura la decisión final, pero sí prefigura que esta decisión va a ser adoptada estudiando todas las implicaciones y escuchando todas las opiniones), al día siguiente del caluroso recibimiento del barrio a Tierno, ustedes destapan la caja de los truenos. ¿Su sentido de la democracia sólo tolera un ayuntamiento de izquierda con la condición de que se pliegue a las decisiones de la derecha?

Hacen ustedes del problema de La Vaguada una cuestión de Estado. Y en eso aciertan: si el Ayuntamiento se pliega aquí a los intereses especuladores, habrá de plegarse en todos los sitios.

El Ayuntamiento no intenta destruir los monstruos construidos: solamente trata de ver si se puede evitar la construcción de nuevos monstruos. Alguna vez habrá que empezar a decir «basta».

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
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