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La tensión con Argelia fuerza la dimisión del primer ministro marroquí

Después de siete años al frente de dos gobiernos sucesivos marroquíes, lo cual es todo un récord, el primer ministro, Ahmed Osman, presentó ayer su dimisión al rey Hassan II, quien se la aceptó y le encomendó que se dedique a convertir en partido político a la Agrupación Nacional de los Independientes.

La grave situación para Marruecos en el ex Sahara occidental español, la escalada del enfrentamiento verbal con Argelia y su posible transformación en enfrentamiento armado y la necesidad de recuperar la iniciativa en la arena internacional son las razones principales que hay de esta renuncia.Desde la formación de un Consejo Nacional de Defensa, en el cual el rey pidió la colaboración a todos los partidos, socialistas y comunistas incluidos, la renuncia del jefe del Gobierno era previsible y se hacía necesaria la subida al poder de un equipo que sea compatible en sus programas de gobierno con una parte de las exigencias de la oposición en materia social y política.

Junto a los numerosos rumores sobre posibles personalidades que podrían suceder a Osman, entre los que se cuentan el actual consejero Ahmed Red.a Guedira, hombre de total confianza del rey; el actual ministro de Información, Abdelhadi Butaleb, ex consejero real, y para algunos Maati Buabid, ministro de Justicia, parece probable que algunos ministerios claves, principalmente el de Relaciones Exteriores, sufrirán cambios. Este último adquiere una importancia mayor ahora que Marruecos pretende ganar el terreno perdido internacionalmente. Se barajan dos nombres como posible sucesor del actual iministro: Abderrahim Buabid, líder de los socialistas, y Abdellatif Filali, ex embajador en España y experto en el tema del Sahara. El ministro actual de Exteriores, Mohamed Bucetta, es a su vez candidato a la presidencia del Gobierno.

La entrada de los socialistas marroquíes en el poder, que pudiera ser una de las soluciones previstas y en todo caso acariciada desde hace tiempo por las altas instancias socialistas, podría llevar a una escisión del socialismo marroquí, que ya en su último congreso de finales de año demostró la distancia que existe entre las bases y dirigentes medios y el actual equipo dirigente.

La prensa marroquí y también la argelina han testimoniado en los últimos días una cierta escalada verbal. Página 3

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