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El Supremo confirma una sentencia de treinta años de cárcel

La Sala Segunda del Supremo confirmó ayer la sentencia de la Audiencia provincial de Pontevedra que condenara a Antonio Ferreira, portugués, como autor de un delito de homicidio con agravante de desprecio de edad y atenuante analógica de arrebato u obcecación, a treinta años de reclusión.Antonio Ferreira se presentó el pasado 8 de julio de 1977, a las seis de la tarde, en el domicilio de la anciana Amadora Pérez García, de 89 años y vecina de Vigo. Pidió comida, que la anciana se negó a facilitarle y trató de inmediato de cerrar la puerta. Antonio Ferreira forzó la entrada y comenzó a buscar en cajones y armarios objetos de valor. Cuando la anciana tomó el teléfono para llamar a la policía, la golpeó en la cabeza y la dejó inconsciente, estado en el que horas más tarde fue encontrada por un nieto que acudía a visitarla. Falleció a consecuencia de este golpe, tras dos semanas que pasó internada en un hospital.

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