Los socialistas europeos no creen que el ingreso de España suponga problemas para la CEE
Los miembros del grupo socialista del Parlamento Europeo, que estos días se reúnen en Madrid con sus colegas del PSOE, se muestran optimistas ante el futuro ingreso de España en la Comunidad Económica Europea. El optimismo es compartido por el representante francés en el citado grupo, quien ha matizado la posición de su partido con respecto a la ampliación comunitaria. Un parlamentario italiano, Pietro Lezzi, negó, por su parte, que haya preocupación en Europa ante la expectativa de que los parados españoles pasen a engrosar los porcentajes de desempleo que hay ahora en la CEE.
Georges Spenale, diputado socia lista francés y uno de los vicepresidentes del grupo socialista del Parlamento Europeo, reiteró ayer en Madrid la posición de su partido ante la posibilidad de ingreso de España en la Comunidad Económica Europea. Los socialistas franceses, dijo, no se oponen al ingreso español en la CEE, sino que proponen la ejecución de planes que aseguren que determina das regiones de Francia no resultarán perjudicadas. Hasta que tales planes no se lleven a cabo, afirmó, la ampliación comunitaria no debe efectuarse. El señor Spenale dio esta explicación en la rueda de prensa celebrada en el Palacio de Congresos, donde el mencionado grupo parlamentario socialista mantiene conversaciones con sus colegas españoles. Fruto de esas conversaciones entre parlamentarios socialistas europeos y miembros de la ejecutiva del PSOE ha sido la puesta en marcha de una organización que unirá a unos y otros durante el período de las negociaciones que España va a emprender para ingresar en la CEE.
Aparte de los contactos entre parlamentarios socialistas comunitarios y españoles, el PSOE podrá enviar a sus técnicos a la secretaría del mencionado grupo para que vayan familiarizándose con la mecánica comunitaria, que, en cuanto a la vida parlamentaria, dijo Ludwig Fellermaier, presidente de los socialistas de la CEE, no tiene parangón con ninguna otra institución del mundo.
El señor Fellermaier, diputado de la República Federal de Alemania, explicó que será cread a una comisión mixta en la que el PSOE y los socialistas comunitarios estarán presentes a partes iguales y tendrán sendos apoderados plenipotenciarios que se encargarán de dar continuidad a estos contactos.
Lo que se pretende con la creación de esta comisión mixta y con las propias negociaciones para el ingreso de España en el Mercado Común, dijo Piet Dankert, otro de los vicepresidentes del Grupo Socialista, «es que esa entrada no suponga un trauma ni para unos ni para otros ».
En ese sentido se expresó el señor Spinale al hablar de la actitud de los socialistas franceses. Desde su punto de vista, son los comunistas, y en alguna medida los seguidores de Jacques Chirac, el alcalde gaullista de París, los que se oponen incondicionalmente al ingreso de España, pero los socialistas, que suponen un porcentaje electoral más alto, consideran conveniente ese ingreso, siempre que se tengan en cuenta los problemas que esa ampliación comunitaria supondría para determinados sectores de la economía francesa.
También negó este parlamentarío francés que en su país haya preocupación por la regionalización progresiva de la nación española. El señor Spinale, no teme que esa tendencia regionalizadora sea copiada en países como el suyo. En cualquier caso, puso énfasis en el respeto que en el seno de la CEE existe hacia las organizaciones políticas de cada uno de sus integrantes.
Tampoco preocupa en los sectores comunitarios la posible incidencia que el paro español pueda tener sobre la propia situación económica de la CEE. El parlamentario italiano Pietro Lezzi dijo en la reunión de ayer con los periodistas que los socialistas europeos querían garantizar los derechos de todos los emigrantes, eliminando la dureza en que tienen que desarrollar su trabajo. Una política industrial común de los países de la CEE podría anular, además, en gran medida, el actual fantasma del paro.
