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Mañana, primera jornada de huelga en la banca privada

Siete centrales sindicales del sector de banca privada, en conferencia de prensa celebrada en la sede central de UGT, expusieron graves reparos a la oferta patronal de cara al convenio y ratificaron su decisión de iniciar una huelga intermitente a partir del próximo sábado (se repetirá los días 7, 8, 12, 13 y 14 de febrero).

El incremento salarial del 13% ofrecido por la patronal (que representa una elevación del catorce al 18% para la mayoría de las categorías) significa, según los trabajadores, un 8%, ya que de él hay que deducir dos conceptos: el incremento del 8,2% que tuvo lugar en junio (que supone, según los empresarios un dos o 3% de incremento de masa salarial ya devengado) y las cantidades correspondientes a crecimiento vegetativo (complementos de jubilación, ascensos y trienios, entre otros capítulos), que supondrían 1,75% sobre la masa salarial.La huelga, dado que la legislación existente sobre la misma no la contempla a nivel sectorial, ha sido solicitada por los sindicatos, por la comisión negociadora y por los comités de empresa de centro, a efectos de legalidad. La patronal, para medir la fuerza de los sindicatos (según éstos) ha decidido no cerrar sus oficinas, lo que según fuentes de UGT«puede provocar múltiples problemas, desde errores en el funcionamiento de las labores de ventanilla hasta incremento de atracos». Respecto a la incidencia del paro, al planteárseles que muchas empresas pagan sus nóminas semanalmente, afirmaron que los cobros de estas cantidades se suelen realizar jueves y viernes y que el día primero de paro es un sábado, día de poco movimiento.

Con respecto a la posible paralización de las cámaras de compensación y las graves repercusiones que ello podría tener en cuanto a vencimiento de letras y gestión de efectos, los sindicatos adelantaron la posible declaración de días inhábiles por la Administración para aquellos en que tuviera lugar el paro. Por otra parte, afirmaron, en la cámara de compensación de Madrid se pidió a los trabajadores, el pasado miércoles, que debían adelantar la salida de documentos de trámite en cinco o seis días, a lo que los trabajadores se negaron.

Se atenderán exclusivamente, afirmaron, los servicios de seguridad y mantenimiento imprescindibles, como son los servicios centrales -no las terminales- de los cerebros electrónicos.

Sobre la oferta de la patronal, que afecta a 167.171 trabajadores, correspondientes a 10.270 centros de trabajo, los representantes de las siete centrales (CCOO, UGT, USO, CSUT, SU, CNT y ELA-STV) indicaron que era regresiva en todos los aspectos (salariales, sindicales y sociales). Afirmaron que el gasto de personal fue en, 1978 un 19 % superior al del año anterior, mientras que lo fijado por los pactos de la Moncloa llegaba al 22%, extensible al 24% si se producía -como así ha sido- incremento de productividad. En apoyo de los aumentos lineales, las centrales -que unánimemente proponen este sistema- afirmaron que el abanico salarial en el sector es del uno al cuatro, y no del uno al 2,8, como afirma la patronal.

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