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El presidente portugués destaca los alcances de su poder personal

El presidente Eanes ha pronunciado ayer, en el acto de la investidura del nuevo jefe de Estado Mayor de la Marina, un discurso que podrá ser recordado en el futuro como la primera afirmación inequívoca del poder personal del general-presidente.

Tras recordar que el nombramiento del almirante Antonio de Sousa Leitao (conservador) se debía a su decisión personal, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, el general Eanes añadió que por esta designación el almirante queda revestido de la misma «legitimidad» que el jefe del Estado, legimitidad que resulta del voto mayoritario del pueblo portugués.Hasta la fecha, el general Eanes siempre había distinguido cuidadosamente entre sus poderes políticos y los militares. De ahí la sorpresa causada por esta indicación sobre la participación de un jefe de Estado Mayor de la Armada en la «legitimidad» atribuida por sufragio universal a un candidato a la presidencia de la República que, casualmente, es también un militar.

Se sabe que el nombramiento de Sausa Leitao y también el de su predecesor, Souto Cruz, ahora vicejefe del Estado Mayor Conjunto (hoy recibe la investidura), han suscitado fuertes oposiciones en el seno del Consejo de la Revolución.

La legimitidad invocada por Eanes para justificar su decisión puede estar destinada, pues, a callar esas resistencias y otras de la oficialidad de la Armada. Pero el argumento invocado tiene la particularidad de poder aplicarse tanto al ámbito castrense como al civil, y podrá ser utilizado mañana para legitimar un primer ministro o un Gobierno que no dispongan del apoyo del Parlamento.

Reacción de Soares

Conocedor tal vez de esa intención del presidente Eanes, Mario Soares declaró el domingo pasado, en Braga, que «si el jefe del Estado quiere intentar otra vez imponer un Gobierno que no responda a la voluntad del electorado expresada por medio de elecciones, el Partido Socialista se limitará a prometer un "control vigilante" de su partido sobre todos los actos de ese Gobierno. Lo que hemos hecho en los dos años que estuvimos en el Gobierno -añadió- no ha sido más que un ensayo general de lo que vamos a hacer cuando el pueblo portugués nos reconduzca como primer partido nacional».El Partido Socialista acaba de obtener una pequeña victoria electoral en los suburbios de Oporto, conquistando el primer lugar en un pequeño distrito donde el escrutinio de diciembre de 1976 había dado la victoria a los socialdemócratas (que esta vez presentaron candidatos). Pero el test esperado con mayor interés es el que tendrá lugar el día 19 en la ciudad de Evora, en el corazón del área de la reforma agraria. Han fracasado los intentos de demócratas cristianos y socialdemócratas para convencer a los socialistas de formar con ellos una lista unitaria para vencer a los comunistas, que ahí disponen de la mayoría absoluta. Todos los partidos representados en el Parlamento presentarán, pues sus propias listas para este comicio.

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