Queridos ladrones:
Le ruego que publique ésta súplica dirigida a los señores que trabajan por las noches en desvalijar automóviles, ya que, camino de un récord que no deseo, en cuatro oportunidades se han metido con mi 124.La primera, para desposcerme de la radio-cassette; la segunda -¡culpable mi mujer!-, para ll varse un voluminoso bolso que ella dejó en el asiento, repleto de documentos personales y con sólo doscientas pesetas; la tercera, para dar un recorrido por la carretera de La Coruña, y, hace pocos días, la cuarta, para desposeerme de la segunda radio-cassette Me asalta una duda. ¿Cree usted, señor director, que si publico el número de placa de mi 124 estos señores considerarán que ya he pagado suficientemente mis impuestos callejeros o, yo, seguiría siendo una fuente de trabajo para ellos? ¡Lástima no poder consultar al señor alcalde de Madrid, que anda por tierras mexicanas!