Muere el metropolita ortodoxo de Leningrado
El metropolita ortodoxo de Leningrado, Nikodim, murió ayer por la mañana de colapso cardíaco, a los pies del nuevo Papa, en su biblioteca particular, durante una audiencia privada. Nikodim, que era uno de los exponentes de mayor prestigio de las iglesias ortodoxas, sufría de corazón. Tenía sólo 49 años y una carrera muy brillante a sus espaldas. A los 31 años era ya arzobispo y la segunda autoridad de la Iglesia ortodoxa rusa. Su Iglesia le había encargado fomentar el diálogo ecuménico con la Iglesia católica y con las demás confesiones cristianas. Había seguido como observador algunas fases del Concilio Vaticano II.
Ayer por la mañana había salido muy temprano del colegio de los jesuitas Russicum sin dar síntomas de enfermedad. El Papa le recibía en audiencia privada porque había venido a Roma como representante del patriarca ruso Pimen a los funerales de Pablo VI y a la misa de inauguración del pontificado de Juan Pablo I.
El Papa, apenas se dio cuenta de la crisis de Nikodim, llamó a su médico personal, pero el metropolita estaba ya muerto. Saltándose todas las teorías acerca de las diferencias entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica, el Papa le dio inmediatamente la bendición y los primeros auxilios.
En un mensaje al patriarca de Moscú, Pimen, el Papa demostró su dolor y su conmoción por esta muerte repentina y por la pérdida dolorosa de un «artesano de la paz y del diálogo ecuménico entre las dos iglesias».
Nikodim era de casa entre los jesuitas de Roma. Cada vez que venía se alojaba en el colegio Russicum, que años atrás era un centro más bien anticomunista, pero que actualmente está totalmente abierto al diálogo. Uno de los mayores artífices en este diálogo con la Iglesia ortodoxa rusa fue el jesuita español Miguel Arranz, que actualmente enseña en Leningrado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.