La Naturaleza debería ser competencia de un organismo independiente

., Con un gran debate sobre los puntos ideológicos que caracterizan al ecologismo fue clausurado el pasado martes el I Congreso sobre Espacios Naturales, convocado en Daimiel por varias asociaciones de la Federación del Movimiento Ecologista.

Tras ratificarse una serie de puntos mínimos que unen a los diversos grupos que constituyen este movimiento ciudadano, se pusieron de manifiesto las numerosas tendencias existentes dentro del mismo, agrupadas básicamente alrededor de los ecologistas ambientalistas más comprometidos con la defensa de la naturaleza y los ecologistas radicales, interesados en ofrece una alternativa al actual modelo de sociedad.Esta diversidad de grupos y tendencias fue asumida por la asamblea del congreso de Daimiel como un factor positivo que demuestra que el movimiento está ecológicamente sano en cuanto que es una comunidad rica en especies.

Durante las sesiones del congreso se llegó al convencimiento de que una buena parte de las agresiones y alteraciones irreversibles de la Naturaleza se deben «al corporativismo, incompetencia, dispersión y celos administrativos, unidos a una acusada deformación profesional de los funcionarios que integran los organismos responsables de la conservación de la Naturaleza».

Algunos grupos apuntaron la necesidad de un nuevo departamento, multidisciplinario, independiente y carente de fines de explotación de recursos, que realice una, auténtica labor de conservación y la extinción o reestructuración de los organismos existentes, especialmente el Icona, «dadas sus reiteradas acciones negativas y probada incompetencia».

El debate sobre los problemas de las zonas húmedas se centró inicialmente en el tema de Las Tablas, de Daimiel. Los ecologistas escucharon a los afectados y a los beneficiarlos por la desecación de parte de esta zona húmeda, así como de las márgenes del río Guadiana. La dtsaparición de gran parte de los cauces y de la contaminación de los restantes ha provocado que unas trescientas familias de cangrejeros vieran desaparecer la fuente de riqueza de la que vivían. Igualmente el parque nacional de Las Tablas de Daimiel se ha visto seriarinente afectado por estas obras de desecación.

Participó en este simposio un representante del Colegio de Ingenieros de Caminos, quien presentó una panorámica de la situación del parque nacional, en especial respecto al sistema hídrico de la zona. Propuso, y fue aceptado, solicitar de la Administración que se realice un estudio urgente y multidisciplinario sobre la situación de esta zona.

Entre las conclusiones de este debate se dejó bien patente la urgencia de la conservación de las zonas húmedas, sometidas a un proceso de degradación fundamentalmente por falta de leyes y por su desecación.

Sobre este punto, se solicitó que se clarifique a las inversiones y créditos, así como la rentabilidad, destinados a proyectos que inciden sobre la conservación de la Naturaleza: planes de desarrollo agrario del Iryda, obras y concesiones de zonas húmedas y cuencas hidrográficas, etcétera. También se pidió una aclaración sobre la utilización y destino de las instalaciones y servicios relacionados con la Naturaleza, tales como las casas forestales, destino de fondos asignados a tareas genuinamente de conservación y su proporción respecto a los asignados a tareas de explotación.

Ante la diversidad de aspectos que motivan la necesidad de proteger los espacios naturales, entre los que además de las zonas húmedas se analizó la situación de los de montaña, volcánicos, marinos y litoral, las conclusiones del congreso indicaron la situación irregular de los procesos seguidos para la realización por parte del Icona de los inventarios del catálogo de espaciós naturales protegibles.