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La muerte de un trabajador paraliza la cuenca minera de Utrillas

La noticia de la muerte de otro minero de la cuenca de Utrillas, ocurrida en la pasada madrugada, a consecuencia -al igual que sus otros seis compañeros fallecidos en las últimas tres semanas- de un accidente laboral, originó ayer una huelga general en toda la zona minera de la provincia de Teruel, coincidente con el paro convocado en el sector del transporte interurbano.

En la madrugada de ayer moría en el pozo minero de El Pilar el trabajador apodado El Lino, que prestaba sus servicios en una empresa auxiliar de minas, dedicada a excavaciones subterráneas. La muerte le sobrevino cuando trabajaba en la apertura de una nueva galería, al caer sobre él el cazo de una de las máquinas picadoras. Aunque El Lino no pertenecía propiamente a la plantilla de los mineros, su muerte ha provocado una gran tensión en toda la cuenca de Utrillas, donde se han repetido los fatales accidentes laborales en las últimas tres semanas con una frecuencia prácticamente desconocida.A los pocos momentos de conocer la noticia de la muerte de este último trabajador, los mineros de la zona de Utrillas, Andorra y Calanda decidieron iniciar una huelga general como protesta por la falta de seguridad en el interior de las minas y como medida de fuerza para conseguir que la Administración acceda a instalar en esta cuenca minera un ambulatorio de la Seguridad Social.

La provincia de Teruel es, quizá, la más desasistida de todo el país en lo que se refiere a servicios sanitarios. Sólo dos ambulatorios, distantes más de cien kilómetros de la cuenca minera, se alzan en tierras turolenses: el de la capital de la provincia y el de Alcañiz. Las dificultades para la asistencia sanitaria a la zona minera son, las más de las veces, dramáticas, debido a que la mayoría de los mineros accidentados deben ser trasladados urgentemente a Zaragoza, utilizando para ello una deficientísima red de carreteras.

Desde hace algún tiempo, el comité de empresa de Minas de Utrillas ha abierto unas negociaciones con la patronal para garantizar las mínimas medidas de seguridad dentro y fuera de los pozos mineros. En concreto, los trabajadores, según fuentes recogidas en la sede de UGT de Teruel, expresan su indignación por el hecho de verse obligados a ir retirando los soportes metálicos y de madera a medida que se van abriendo nuevas galerías; dos de lo muertos en los accidentes de estos días fueron, según UGT, por ese motivo. También se plantean graves problemas y debates respecto a los sistemas de ventilación indirecta para las nuevas galerías mineras. No obstante, se tienen noticias, de fuentes sindicales, que las negociaciones con la empresa en materia de seguridad laboral se encuentran en buen camino.

A todo este malestar se unía ayer martes la huelga general del sector del transporte por carretera en la provincia. De fuentes sindicales se nos indica que se trata de la primera huelga en la que los trabajadores no piden dinero, sino que exigen de la patronal que ésta refleje en nómina la realidad de los salarios abonados y que no mantenga unas nóminas falsas en las que tan sólo figure el salario mínimo con el consiguiente perjuicio para los trabajadores en paro, en baja por enfermedad o jubilados. Los huelguistas del transporte turolense han recibido a lo largo de las jornadas muestras de solidaridad por parte de otras ramas.

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