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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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Habla el parado

Que éramos 15.000, don Francisco, o sea en el Palacio de los Deportes, ya era hora que se tomase una decisión, mentira parece, tan parados los parados, es lo que yo me decía, ¿pero es que vamos a estarnos quietos los parados?, y uno gritando como el primero, queremos pan, trabajo y libertad, me parece a mí que no pedíamos mucho, lo cual que yo he conocido aquello de la patria, el pan y la justicia, nada, retóricas, lo primero es el pan, que aquí los pobres comemos pan y los ricos comen patria, pero no crea usted que no nos expresamos, cómo que nos expresamos, para eso estaba el señor Pérez Prim, hecho un economista, y las banderas que había, que salieron con la cosa republicana y hubo que pararlo, como se lo digo, que aquí hemos venido buscando un empleo, macho, no hay que dar oportunidades al poder, pero hubo hasta golpes por una bandera, siempre matándonos por una bandera, o sea los nacionales, y la emoción que se veía en el personal, ambiente sí que había, lo que son quince mil gentes, como se lo digo, una cosa de mirarse y saber de qué va, sólo con mirarse, ya ve, mucho puño cerrado, normal, es lo suyo, digo yo, pero paz y nada de amenazas, y se atacó a los empresarios como es debido, eso sí, que otros domingos van allí los empresarios, ya ve, a pedir la flexibilización, nosotros no queremos la flexibilización, nosotros queremos pan, para comer como si dijéramos, y que quiten eso de la Moncloa, sobre todo que quiten eso de la Moncloa, los pactos a ver si me entiende, que los pactos eran una esperanza, como le digo una cosa le digo otra, un respiro, pero en eso ya no cree nadie, ¿por qué le quitaron si no a don Fuentes Quintana?, porque quería hacer los pactos, ¿por qué se pegó una puerta el señor Fuentes Quintana?, porque quería sacar los pactos y no le dejaron, y el que ha venido ahora dice que va a sacarlos él, pues para eso que hubieran dejado al mismo, que este don Abril Martorell es más empresario que el otro, que el otro era profesor, un intelectual usted ya me entiende, unidad frente al capital es lo que se pedía, unidad frente al capital, que el capital siempre está unido, con dinero todos hermanos, ellos van al Palacio, o sea de los Deportes, a pedir más dinero, más créditos al Gobierno, y nosotros hemos ido a pedir pan, el pan de nuestros hijos, de modo y manera que hay diferencias, digo yo don Francisco. Somos trabajado res, no mendigos, así se lo soltamos, oiga, claro que la tele no ha dado nada, cuatro fotos, y una entrevista cortada, que lo vi yo aquí en el bar, luego a la noche, pero el clima que había, y la emoción, como un partido de Copa, don Francisco, que había estado yo allí cuando el Urtain, y ya ha llovido, pues el mismo gentío, pero temprano, y a resolver la vida, no de coña, a pedir los derechos y trabajo, somos trabajadores, no mendigos, hasta los minusválidos con sillas, esos carros que llevan, ya me entiende, y muletas y cosas y carteles, y la Internacional, que lo cantamos, personal de los barrios, todo obreros, luego dicen que no, que el absentismo, que ya nadie la clava, y no es verdad, que da más el subsidio, o sea un pasar, hasta niños había, con el puñito, de todas las regiones, ya lo vio, la Marcha de los Parados le dijeron, mucha seguridad, eso sí hubo, pero vindicaciones como nunca, Javier Urroz habló de lo que pasa, diecinueve de marzo, San José, cosas del calendario, ¿y el trabajo?, el movimiento obrero de los parados, es lo que había nacido, ya era hora, ya tienen un Gobierno de empresarios, a ver ahora nosotros lo que hacemos, Félix Rivera igual, un andaluz, esto no puede ser, Andalucía se muere, en este plan, de trescientos mil andaluces, o sea trabajadores, sólo reciben subsidio ciento y pico, y dicen que absentismo, que el subsidio propaga el absentismo, no te digo, pitamos la Moncloa, la pitamos, o sea lo de los pactos y, salieron los nombres, los de siempre, los Oriol, los Banús, los Roquefeler, como se diga eso, don Francisco, los Barreiros, Urquijo, todos esos, y, habló Carmen de Pablo, vaya tía, la tele no dio, nada, se lo juro, sólo cuatro palabras, mucho orden, que hubo mucho orden, eso sí, que éramos quince mil, señor Umbral, parados los parados, ¿hasta cuándo?

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