Marejada en el Athletic
«Parece que algo se cuece en el Athletic de Bilbao», titulaba, poco más o menos, la Hoja del Lunes de la capital bilbaína el pasado día 6. Después se habló de un posible plante de jugadores y de que uno de ellos, concretamente, Rojo I, estaba dispuesto a marcharse al Cosmos. Todos estos rumores han sido desmentidos por el club, pero los detalles demuestran que algo ocurre en el club bilbaíno y que ha llegado a sensibilizar la opinión pública.
Después de que la junta directiva del Athletic diera a conocer la famosa nota que criticaba duramente la actuación del árbitro catalán Tomeo, el presidente Duñabeitia declaraba que se haría todo lo posible para conseguir el título de Liga, una vez que las circunstancias se habían colocado ciertamente favorables. A los pocos días, Rojo se negó a jugar el siguiente encuentro, contra el Burgos, por no encontrarse en condiciones morales para ello. El Bilbao empató en San Mamés contra los burgaleses. Duñabeitia personalmente solucionó el problema entre Rojo I y el entrenador, Koido Aguirre, con el que estaba molesto el jugador, porque apenas contaba con él una vez recuperado. El club tuvo que salir al paso, a los pocos días, en defensa de KoIdo Aguirre, al que todos consideraban derrotado en la situación Se aseguró que la directiva además, se reuniría para decidir si Rojo merecía o no sanción económica. Pero nada se supo ni se ha vuelto a saber del tema.A la jornada siguiente el Athletic de Bilbao fue derrota do por el Cádiz en el campo del Carranza. Esas esperanzas de cara al título de campeón se esfumaban un poco más. Fue entonces cuando surgieron los comentarios de un plante de j ugadores, porque apenas se pudo explicar que el equipo empatara en su casa contra el Burgos y perdiera frente al Cádiz, hasta entonces farolillo rojo de la clasificación.
Los propios jugadores se han extrañado de los comentarios surgidos. KoIdo Aguirre habló ayer con ellos después de cele brado el primer entrenamiento de la semana. El presidente pasó toda la tarde en el club. Los problemas parecen creados por la propia directiva y la división existente entre los jugadores, centrada en los emolumentos que reciben algunos, concreta mente los dos últimos llegados al club, Aitor Aguirre y Tirapu. Mientras estos jugadores cuen tan con un contrato aproxima do a los cinco millones, lo que les acerca a los «básicos» Iribar, Rojo I, Irureta o Churruca, otros como Dani, Carlos, Villar y algún otro, apenas llegan a los tres, cuando la diferencia del rendimiento es demasiado evidente.
