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Reportaje:

Tensión en Pamplona tras el funeral por el comandante de Policía Armada asesinado por la ETA

Con la iglesia de San Francisco Javier totalmente llena, se celebró en la mañana de ayer en Pamplona el funeral por el alma del comandante Joaquin Imaz, jefe de la 64 Brigada Móvil de la Policía Armada, asesinado a las 10 horas y 12 minutos de la noche del sábado en una acción reivindicada por ETA militar a la delegación de la agencia Cifra en Bilbao y al Diario de Navarra, en Pamplona. Finalizado el funeral de cuerpo presente, unas 1.500 personas recorieron diversas calles de Pamplona, precedidas por una bandera española, en la que se había escrito Navarra sí, Euskadi no.

Desde primeras horas de la mañana de ayer, la Policía Municipal retiró los coches que se encontraban aparcados en la acera de la iglesia de San Francisco Javier, así como los que estaban en la de enfrente. Sobre las once de la mañana llegaban a la iglesia el inspector general de la Policía Armada, general Timón, de Lara, y el general subinspector Dionisio Barbet, así como todas las autoridades provinciales y locales. A las 11.15, y precedido por cinco jeeps, de la Policía Armada con diversas coronas, llegó el féretro del comandante Imaz. En ese momento la gente que se agolpaba en las inmediaciones de la iglesia comenzó a aplaudir dándose vivas a la policía y a España. El féretro, a hombros de compañeros del comandante Imaz, se introdujo en la iglesia dando comienzo el funeral oficiado por el capellán castrense Luis Arroyo.Durante la homilía, el sacerdote Javier Solabre, se refirió al atentado de ETA, señalando que la sociedad entera es, en cierta medida, la culpable por estar alejándose progresivamente de Dios.

Sobre el mediodía, finalizado el funeral, el féretro del comandante Imaz salía de la iglesia parroquial de San Francisco Javier a hombros de policías armados e inspectores del Cuerpo General de Policía. Entre aplausos, grupos de personas comenzaron a dar vivas al Ejército, España, Navarra y Policía, al tiempo que proferían algunas frases contra el Gobierno, mientras hacían ondear una bandera de Navarra y otra de España con crespones negros.

El féretro del comandante asesinado fue introducido en un vehículo mortuorio formándose la comitiva, compuesta por todas las autoridades de Navarra en coches oficiales y unos doscientos policías armados de paisano. Al llegar junto al Gobierno Civil, el grupo de policías intentó sacar el féretro para llevarlo a hombros hasta el cementerio, a unos tres kilómetros de allí, iniciativa que fue cortada por un mando de la Policía Armada.

Irujo, Leizaola y Monzón

Sobre la una menos cuarto, la comitiva fúnebre llegó al cementerio siendo llevado el féretro a hombros de compañeros del comandante Imaz mientras se cantaba el himno de la policía. Junto al panteón familiar y antes de que el féretro fuera enterrado, se rezó un responso, cantándose de nuevo el himno de la Policía. Instantes después una persona gritó preguntando donde estaba el ministro del Interior, Martín Villa, y afirmando que los asesinos no eran los de ETA sino que también eran culpables Irujo, Leizaola y Monzón. Terminó gritando Viva Cristo Rey. Finalizado el entierro, se dieron vivas a España, Navarra, a la Policía y al Ejército.Por otra parte, unas 1.500 personas se manifestaron durante dos horas por las calles céntricas de Pamplona gritando Navarra sí, Euskadi no, Irujo, Leizaola, Navarra es española, Menos amnistía, máspolicía, ETA asesina, Suárez dimite, España no te admite, etcétera. La manifestación, en un principio compuesta por unas quinientas personas, salió de la iglesia de San Francisco Javier al finalizar el funeral por el comandante Imaz. De allí se dirigió al Gobierno Civil precedida por una bandera española en la que se leía Navarra sí, Euskadi no, interrumpiendo el tráfico.

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Después de gritar Menos amnistía, más policía, Policía por España y diversas consignas contra Euskadi, los manifestantes se dirigieron al palacio de la Diputación foral. Allí, pidieron que se colocaran las banderas de Navarra y España a media asta en los mástiles, que se encontraban vacíos. Cuando un empleado salió al balcón con las banderas, aparecieron tres diputados forales, uno de los cuales saludó brazo en alto a los manifestantes que comenzáron a gritar Marco, Marco, Marco.

Desde el palacio Foral, la manifestación se dirigió a la plaza del Castillo, en donde se encuentran las sedes del PNV, PSOE y Alianza Foral de Navarra. El edificio del PNV, que tenía izadas la ikurriña y la bandera de Navarra, fue escenario de los gritos de los manifestantes contra Euskadi, y el senador de Navarra por el PNV, Manuel de Irujo, y el lendakari Leizaola. Varias personas intentaron forzar la puerta de entrada del edificio, sin conseguirlo. Junto a la sede del PSOE, los manifestantes, levantando los dedos índice y meñique, gritaron Felipe cabrón, trabaja de peón.

Agresiones

Los primeros incidentes con los manifestantes se produjeron en la calle Estafeta. Sobre la 1,15 del mediodía, unas doscientas personas, con banderas españolas y letreros en los que se leía Navarra foral, siempre española (lema de Alianza Foral Navarra en las pasadas elecciones), llegaron a la Estafeta, gritando diversos slogans contra Euskadi. Varios jóvenes contestaron ETA Herria Zurekin (ETA el pueblo está contigo), siendo agredidos por varios manifestantes uno de los cuales, según testigos presenciales, sacó una pistola. En la plaza del Ayuntamiento otros diez manifestantes, al frente de los cuales iba una persona armada, agredió a un joven, que gritó Gora Euskadi askatuka, golpeándole con una señal de tráfico en la cabeza. Sobre las dos del mediodía la manifestación se disolvió sin más incidentes.Por otra parte, informaciones sin confirmación oficial señalaron ayer que los autores del atentado contra el comandante. Imaz eran cuatro individuos, dos de los cuales estaban esperando en un Sinca 1.200 robado el mismo día en Tolosa, que iban armados y uno de los cuales llevaba barbas. De momento la policía no ha facilitado ninguna información al respecto.

En este sentido, una persona, de nombre Xabier Armendáriz, en un comunidado enviado a la delegación en Pamplona del diario vasco Deia, señala que en la madrugada del pasado domingo, cuando se dirigía a su casa, en la plaza del Castillo, cuatro personas que se bajaron de forma imprevista de un coche, pistola en mano, le gritaron alto, mientras él, sospechando que eran guerrilleros, comenzaba a correr hacia la calle de la Zapatería. Los desconocidos, que luego se identificaron como policías, dispararon sobre Armendáriz cuatro veces sin alcanzarle, deteniéndole unos metros más adelante, desde donde fue conducido a la comisaría. Armendáriz permaneció en los calabozos hasta las 12.30 del domingo, cuando fue puesto en libertad sin explicaciones de ningún tipo.

En el comunicado trasmitido por ETA a la delegación de Cifra en Bilbao, la organización vasca justificaba su acción en estos términos: «Hemos ejecutado al señor Joaquín Imaz Martínez por su calidad de máximo responsable de las fuerzas represivas de la Policía Armada en Navarra y por el destacado protagonismo que este miembro ha desarrollado, durante los últimos años, en su fanática labor represiva contra el movimiento obrero y popular vasco. Muestra de ello es la participación responsable Y asesina que el señor Imaz y las fuerzas a su servicio han tenido en el acontecimiento de Montejurra, así como su brillante comportamiento en impedir la celebración del Aberri Eguna y el desenlace de la marcha de la libertad en Iruña.»

Sin embargo, esta nueva actuación de ETA ha sido condenada por numerosas fuerzas políticas, entre ellas PNV, PSOE, UCD, ESEI, Alianza Foral Navarra, Partido Comunista de Euskadi, PSP y ORT.

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