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Monseñor Yanes: "La Constitución no puede ignorar a la Iglesia"

«No tendría sentido que en la Constitución se mencionaran expresamente los partidos políticos, los sindicatos o cualquier otro tipo de asociaciones o instituciones, y que en cambio se desconociera a la Iglesia católica, al menos como hecho social con autonomía específica», dijo el arzobispo de Zaragoza, monseñor Elías Yanes, en la conferencia que pronunció ayer tarde en el Club Siglo XXI.A lo largo de su conferencia, monseñor Yanes abundó en los conceptos con que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Tarancón, comenzó la intervención de la Iglesia en el debate sobre la Constitución, en la inauguración de la Asamblea Episcopal. El arzobispo de Zaragoza comenzó afirmando que «con nuestro voto no hemos puesto una firma sin condiciones bajo todos los párrafos de cada programa político», y argumentó después que la democracia debe respetar los derechos de las monorías, y que se apoya en los derechos fundamentales, y no al contrario.

Asimismo, deseó que la cuestión religiosa no sea causa de futuros enfrentamientos políticos, y afirmó que en nuestro país, íntimamente ligado a la presencia de la Iglesia en su escala de valores, lenguaje, costumbres y tradiciones, arte, formas de vida e historia, «no sería suficiente un reconocimiento genérico y vago de la libertad religiosa». También defendió, por otra parte, una Constitución más preocupada por la igualdad social, que pase de una concepción excesivamente negativa de la libertad-de a una más participativa de la libertad-para.

La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal española ha decidido, por amplia mayoría absoluta suscribir una declaración sobre la Constitución que se está elaborando, y que para ella se tome como base el documento elaborado días antes del comienzo del encuentro por la comisión permanente de la asamblea.

Fueron elegidos para preparar la declaración los obispos Cirarda, de Córdoba; Monfero, de Sevilla; González Moralejo, de Huelva; Díaz Merchán, de Oviedo, y Setién, de San Sebastián. Entre los criterios que, según se expuso en la asamblea, deberá recoger el documento, se encuentran el de no descender a pormenores que pudieran parecer opciones políticas, estar dirigido a los católicos como documento doctrinal, tocar sólo cuestiones básicas como la libertad religiosa, y evitar que pueda interpretarse como defensa de unos privilegios o intromisión en cuestiones políticas.A favor de la elaboración del texto se adujo, entre oras cosas, la necesidad de una toma de postura de los obispos y qué están en juego «cuestiones fundamentales para el futuro de la Iglesia y de la Patria».

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