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El programa económico, presentado a trabajadores y empresarios en una reunión de trámite

Los empresarios mantienen su postura contraria al contenido del documento-acuerdo económico que esta tarde suscriben el Gobierno y los partidos políticos, estimando que es «corto en lo positivo y excesivamente duro en lo negativo», al tiempo que las dos centrales mayoritarias -Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores- discrepan sobre la viabilidad de negociar modificaciones a dicho documento a través de una aportación de puntos de vista por parte de los dirigentes sindicales. Tal es el resumen de lo manifestado ayer, pasadas las diez de la noche, cuando concluyó la reunión informativa convocada por el Gobierno, por los asistentes en la antigua sede de la Presidencia del Gobierno. La reunión continuará esta tarde.

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Informar para nada

Por parte gubernamental, los vicepresidentes económico y político, Fuentes Quintana y Abril Martorell, respectivamente, así como los subsecretarios de Economía y Trabajo, explicaron a los dirigentes de CCOO, UGT, CEOE -patronal unitaria de ámbito estatal-, del Consejo Superior de Cámaras y del Círculo de Empresarios el contenido del denominado acuerdo de la Moncloa, en cuya elaboración un'os y otros han estado del todo ausentes. La sesión fue meramente informativa, según unánime consideración de patronos y líderes sindicales. Al mismo tiempo, también hubo coincidencia en no por menorizar excesivamente en torno a las razones de que ni las restantes centrales sindicales, ni organizaciones patronales de la pequeña y mediana empresa hubieran sido llamadas a Castellana, 3.A este respecto, la única explicación oficial sobre lo limitado de la convocatoria vino del asesor del vicepresidente político, Federico Ysart, quien señaló que, por indicación de los partidos políticos, el Gobierno ha llamado a las organizaciones obreras y patronales más significativas.

Fuera han quedado, quizá por no considerarles el Gobierno interlocutores válidos a la hora de recibir su apoyo a unas medidas ya aceptadas por los partidos, la Unión Sindical Obrera (sobre cuya escisión en dos facciones parece que no ha querido pronunciarse la Administración al excluirla de la convocatoria), las dos ramas del sindicalismo unitario -SU y CSUT- y los dos sindicatos de las nacionalidades, SOC y ELA-STV.

Conviene señalar a este respecto que los sindicatos excluidos o presentan una tímida vinculación a partidos políticos o, de exitir ésta, lo es con partidos extraparlamentarios.

En lo que se refiere a la representación patronal, no se ha ocultado la sorpresa derivada de la presencia de una delegación del Círculo de Empresarios -club financiero con pretensiones de patronal selectiva, promovido por Santiago Foncillas e integrado en la CEOE- en tanto que ningún re presentante de la pequeña y me diana empresa recibía la convoca toria. A pesar de su integración tácita en la CEOE, los pequeños y medianos empresarios se han distanciado notablemente de la patronal unitaria, tanto por el predominio de las grandes empresas en la gestión ejecutiva como por la dureza de algunos de los planteamientos adoptados últimamente.

Por su parte, las Cámaras de Comercio, cuya presencia aparecía mitigada en los últimos tiempos, parecen recuperar su protagonismo acudiendo a la convocatoria.

Al término de la reunión, los secretarios generales de las dos centrales presentes se mostraron discrepantes en cuanto a la valoración de la sesión informativa que acababan de mantener con el Gobierno, a escasas horas de la firma por éste y los partidos del acuerdo que les fue leído y comentado por la representación gubernamental.

Mientras Marcelino Camacho, líder de Comisiones Obreras, afirmaba que el documento económico, es retocable y en este sentido abundaba Nicolás Sartorius que, de hecho, ya se ha conseguido, merced a la presión de las centra les, elevar el tope salarial al 25% para los convenios referidos al presente año, Nicolás Redondo, secretario general de UGT, no acertaba a entender el significado de la reunión a la que acababa de asistir.

En opinión de Camacho, la reunión de ayer ha servido para reiniciar las negociaciones con el Gobierno sobre temas laborales y sindicales, «necesario complemento a las medidas económicas». Redondo, por su parte, entiende que se ha perdido mucho tiempo en este sentido, a causa, fundamentalmente, de la incapacidad del Gobierno, y especialmente de su ministro de Trabajo.

Previamente al inicio de la cumbre tripartita, las representaciones de Comisiones Obreras y de UGT celebraron una breve reunión en la que acordaron forzar al Gobierno a continuar con las negociaciones iniciadas por las centrales antes del verano y suspendidas, sin explicación oficial, en los primeros días del pasado mes de septiembre.

Reunión de nueve centrales sindicales

Al tiempo que se celebraban las conversaciones entre empresarios, CCOO, UGT y los representantes del Gobierno, las centrales sindicales USO, UGT, CCOO, SU, CSUT, CNT, SOC, ELA-STV y el Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM) se. reunieron en los locales de la AISS de la avenida de América, en Madrid, para adoptar una postura conjunta respecto al denominado pacto de la Moncloa.

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