El Gobierno Barre seguirá hasta las elecciones
El presidente Giscard d'Estaing intentó ayer desdramatizar el clima político francés dirigiéndose al país por televisión. El presidente aseguró que pese a la crisis política existente en el seno de la mayoría gubernamental, el primer ministro, Raymond Barre, seguiría al frente del Gobierno, porque el presidente le había elegido y la Asamblea Nacional no había votado en contra. El hecho de que, pese a todas las reticencias de los diputados gaullistas, el «plan Barre bis» hubiera obtenido un voto de confianza legitima la permanencia de Barre, según el presidente.La intervención del jefe del Estado francés, que duró trece minutos, sirvió para despejar algunas incógnitas y para abrir otras. Giscard dijo que los franceses todavía no habían superado el talante político de la IV República y que él había pretendido responder a muchas de las cuestiones contenidas en el programa común de la izquierda, con su libro «Democratie francaise». Para el presidente, el avance indudable de la izquierda en las últimas elecciones municipales se debe, sobre todo, a la derecha. «No es que la izquierda gane votos, es que la mayoría se los regala», dijo el presidente, que espera, sin embargo, superar la crisis económica y rehacer la unidad de la mayoría, un tanto deteriorada en los últimos tiempos.
Giscard dijo ayer, además, que la crisis política actual era el resultado, sobre todo, de la crisis económica internacional y que hasta dentro de unos meses no podrían palparse los resultados de los planes económicos del Gobierno. Contra estos planes y contra toda la política económica del Gabinete se organizaron hace dos días huelgas de alcance nacional que resultaron, según sus promotores (las dos centrales sindicales más importantes), un éxito.
Frente a los intentos tranquilizadores de Giscard puede señalarse que la prensa francesa más responsable se mostraba especialmente escéptica en cuanto a la continuidad de la situación actual.
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