_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Llamamiento a la unidad comunista en la conferencia de Praga

El jefe del Estado y del Partido Comunista de Checoslovaquia, Gustav Husak, y el secretario del comité central del PC Soviético, Boris Ponomarev, han hecho un llamamiento a la «unidad de todos los comunistas» con ocasión de la conferencia «ideológica» que celebran en Praga delegados de 75 formaciones nacionales de esta orientación, llegados de la Europa socialista, del occidente europeo y del Tercer Mundo. Ambos dirigentes han utilizado la expresión «solidaridad internacional» en lugar de «internacionalismo proletario» al dirigirse a los delegados, durante un acto público celebrado en el castillo de Praga. Como es sabido, este segundo concepto despierta ciertas desconfianzas entre los PC occidentales. La actitud del Este y del Oeste frente a los llamados disidentes ha provocado una dura crítica por parte de los dos representantes de la línea «dura» más característica en la conferencia: el propio Ponomarev y el secretario del comité central del PC Checoslovaco, Vasil Bilalk. Los dos fijaron la línea de la anterior cumbre ideológica, celebrada en Sofía. Ponomarev ha dicho sobre este tema que los disidentes «no tienen raíces ni en la clase obrera, ni en el campesinado ni en la intelectualidad». El primer objetivo de la conferencia, sería, según él, el transmitir a millones de personas en Occidente que los derechos humanos no se violan ni en la URSS ni en el resto de los países socialistas, sino que es el mundo capitalista el que viola estos derechos fundamentales. Bilak, por su parte, dejó traslucir una cierta crítica a algunos PC occidentales en relación con el mismo problema de los derechos humanos. El secretario del PC Checoslovaco dijo que los comunistas occidentales deberían tener en cuenta «que las diferentes condiciones en que trabajan los partidos hermanos llevan a veces a éstos a adoptar posturas distintas».Ponomarev criticó también a los eurocomunistas, es decir a los PC de España, Francia e Italia.

Ponomarev, aliado seguro del ideólogo soviético Mijail Suslov, comentó que si ciertos PC occidentales se preocupan de las libertades en los «países socialistas» están criticando al «socialismo real» y por tanto han caído en la trampa «tendida por el imperialismo». Como anteriormente hizo Mijail Zimianin, otro «duro», insistió sobre la equivalencia de antisovietismo y anticomunismo, menospreciando de esta forma los acuerdos de Berlín (cumbre paneuropea de PC).

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_