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"Banesto todavía no ha financiado a partidos políticos", dice su presidente

Trabajar, trabajar y trabajar para producir, producir y producir constituye la receta facilitada por el presidente de Banesto en el discurso que pronunció con motivo de la junta general de la entidad para superar la actual crisis económica. Sobre la financiación a partidos políticos dijo que Banesto todavía no ha habilitado ningún crédito aunque seguirá instrucciones del Gobierno. El discurso de José María Aguirre, en su dimensión general de política económica, no aportó elementos nuevos sobre los que ya señaló hace casi tres meses con motivo de la Junta general del Banco Guipuzcoano, (ver EL PAIS del día 6 de febrero).

El señor Aguirre reiteró su oposición a cualquier plan de estabilización. Insistió en el vigor de la economía española y en la necesidad de poner el énfasis en la producción. Reclamó medidas de apoyo al empresario y otras tendentes a reducir el ausentismo laboral. Sugirió medidas especiales (despido ... ) de apoyo a las empresas, sobre todo en sus cinco primeros años de vida. Repitió que la crisis de la Bolsa se debe a la falta de órdenes de compra y que las cotizaciones están demasiado bajas. «En este momento hay dinero a ganar en la Bolsa» -dijo-, ya que las cotizaciones tienen que subir. El elemento político también tuvo su parte en el tema bursátil. Para el presidente del primer banco español la falta de confianza política ahuyenta al inversor. Señaló que la Bolsa cotiza negativamente no ya las expectativas de ruptura (que para él es revolución) sino también las de un Gobierno de izquierdas. En este sentido, puso el ejemplo de Francia cuya Bolsa es la única que ha bajado más que la española.

El ejercicio de Banesto

El ejercicio 1976 de Banesto fue calificado por su presidente de brillante; el mejor de la historia. «Ha sido también -dijo- áspero, difícil, con constante tensión por no poder atender las demandas de crédito y cumplir los coeficientes». La expresión contable del ejercicio se traduce en 8.640 millones de pesetas de beneficios.Contrariamente a otras ocasiones y a otros colegas que comentan las cifras del ejercicio el señor Aguirre se centró en la lectura resumida de una serie de datos más o menos inconexos sobre la actividad y realidad de Banesto. Entre otras cosas, contó el número de operaciones que realizó el banco -apuntes contables- en 1976, que asciende a la cifra de 126 millones. Leyó la estructura de accionistas según su participación en el banco que cuenta ahora con casi 190.000 accionistas. Este es un dato que suele ir en las memorias de todos los grandes bancos, pero que la del Banesto no facilita este año. El 30% de las acciones está en manos de 708 accionistas con más de 10.000 títulos cada uno. Expuso la participación porcentual por sectores de la cartera de valores del banco (banca, 7,85%; agua, gas y electricidad, 5,27%; siderurgia, 4,55%; químicas, 3,51% y seguros, 3,41% ... ). Estos datos tampoco vienen reflejados en la memoria. Dijo que el dividendo del Banesto (11,34%) era el más alto de la banca y que en la relación beneficios/capital sólo les superaba el Santander.

Silencio sobre ampliaciones

Al poco de comenzar su intervención señaló que no iba a anunciar ni el cuándo ni el cuánto de la posible ampliación del año, lo cual sorprendentemente para las personas que asistimos a numerosas juntas al cabo del año, no provocó la marcha de buena parte del público asistente. En este punto señaló también que el hecho de que en mayo se cumpla el 75 aniversario de la fundación del banco no implica que vaya a producirse alguna operación financiera comnemorativa del acontecimiento.Se detuvo aquí, para glosar en pocas palabras la historia de la entidad en sus dos etapas de antes y después de la gran guerra (primera guerra mundial). En el tema de las ampliaciones apuntó una crítica a la política ampliadora desarrollada en los últimos años, especialmente en la Bolsa española.

Sobre la financiación de partidos políticos, un accionista emplazó al presidente, bajo palabra de honor, para decir si se habían regalado fondos a algunos grupos políticos conocidos.

El presidente señaló que Banesto «se va a limitar a adelantar créditos-puente según las cantidades que el Gobierno va a pagar a cada partido». «En estos momentos -dijo- no hemos facilitado ningún crédito.»

Sobre la composición del consejo y la falta de representantes de pequeños accionistas, el señor Aguirre dijo que en él se sentaban los tres primeros accionistas del banco y que algunos consejeros no disponían ni de 2.000 acciones de la entidad. Los nombramientos se hacen, dijo, en función de las personas.

Un punto que merece la pena destacar con referencia a la junta del Banesto es el referido al contenido de la memoria que preceptivamente se facilita a los accionistas y constituye el único elemento. de información pública sobre la sociedad. Hay que decir que se trata de la memoria más pobre en datos -ya que no en beneficios- de toda la gran banca española. Aparte del balance, público en otros lugares, de la cuenta dé pérdidas y ganancias y de la relación de oficinas casi nada más aporta la memoria. Como curiosidad inútil puede señalarse el pintoresco epígrafe referido a ferias y exposiciones en que el banco participa, dato inédito en las memorias bancarias de que tenemos memoria. Cuando numerosos empresarios, bancarios entre ellos, insisten en la necesidad de ampliar los márgenes de información de las empresas parece que el primer banco del país, con casi 200.000 accionistas y millones de clientes mantiene las viejas formas como si nada hubiera pasado.

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