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La pesca de bajura española, excluida lo del régimen comunitario de licencias

El sistema de licencias de pesca, impuesto por la CEE a los barcos españoles para faenar en el interior de las doscientas millas de aguas de pesca comunitarias, no se aplicará a la pesca de bajura, o vecinal, según se anunció ayer en Bruselas, al término de una entrevista entre Raimundo Bassols, embajador le España ante la CEE, y Roland de Kergolay, responsable de relaciones con España, en la Dirección General de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea.

La noticia supone garantías, por el momento, para unos quinientos barcos españoles que faenan en la zona vecinal hispano-francesa del golfo de Vizcaya. Se ignora cuál será la reacción de París. Todo hace pensar que los acuerdos tradicionales de buena vecindad serán respetados.Se confirma también que el lunes, 2 de mayo, habrá negociaciones para delimitar el contenido exacto del régimen de licencias para barcos españoles.

Aunque la pesca vecinal no quede afectada por las normas CEE, es difícil presentar la situación como un éxito para España. Las múltiples presiones del Gobierno español, y de sus representantes en Bruselas, tienen sus límites. Sobre todo mientras no se despeje la incógnita de la posible adhesión de España al Mercado Común.

Por el momento, los nueve no están dispuestos a incrementar el número de 124 licencias. Aluden a problemas de «conservación de especies» y compromisos con otros países terceros. Recordarán que las 124 licencias son «rotativas», lo que equivale, en realidad, a un número de doscientos a 220 barcos españoles que tendrán acceso a la pesca de altura en el interior de las doscientas millas de aguas de pesca CEE.

Si nos limitamos a una simple comparación cifrada, se llega a la conclusión de que, en el mejor de los casos, las posibilidades de pesca española en aguas de la CEE disminuirá, como mínimo, en el 50 %. Se barajen licencias o cupos, el resultado, desgraciadamente, parece el mismo.

España contaba con unos 1.400 barcos que faenaban en lo que -desde el pasado 1 de enero- son « aguas comunitarias». El nivel de capturas superaba las 200.000 toneladas anuales.

Hoy, la Comunidad concede 124 licencias (que pueden considerarse como doscientas o 220 para pesca de altura) y respeta la presencia tradicional para la pesca de bajura, que afecta a quinientos barcos. Se alcanza, en total, unos 720 barcos españoles con derecho a pescar en el interior de las doscientas millas CEE. Algo más de la mitad de los 1.400 que lo hacían tradicionalmente.

Si se calculan las cifras por cupos, se obtiene un total de unas 130.000 toneladas anuales, partiendo de las 32.000 toneladas trimestrales concedidas por la CEE. Estamos, pues, también lejos de las 200.000 toneladas que se capturaban anteriormente.

España desea concluir un acuerdo definitivo de pesca con la CEE, pero sobre «una base real». Es decir, con un mínimo de perjuicios para la flota pesquera española.

Para la sesión del lunes en Bruselas, se anuncia la presencia, además de diplomáticos y funcionarios, de pescadores del norte de España. Buena ocasión para un primer contacto «directo» entre afectados y miembros de la Comisión Europea, que opinan que los pescadores españoles no respetaron las cuotas propuestas y que deberán conformarse en cumplir el sistema de licencias.

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