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Entrevista:

"El resto de las memorias esta en el extranjero", dice la viuda de Franco Salgado-Araújo

Cien mil españoles tienen ahora mismo un libro en sus manos; el libro. Cuatrocientos mil españoles han debido leer ya Mis conversaciones privadas con Franco y medio millón de españoles se pregunta cuántos folios no han llegado a la imprenta, qué se dice en lo suprimido y a qué personas afectan de un modo directo. Doña Pilar de la Rocha, viuda del teniente general Francisco Franco Salgado-Araújo, es la única persona que posee todas las respuestas. Para EL PAIS ha tenido algunas y entre ellas, esta: «Se ha publicado un tercio de lo que mi marido dejó escrito. Lo que falta está bien guardado en el extranjero.»La viuda del teniente general Franco Salgado-Araújo ha salido hoy con destino a París para reunirse con su hija, casada con un diplomático.

Pilar de la Rocha. No es cierto que haya recibido amenazas. He tenido muchos disgustos, pero por lo que me han contado algunos amigos. Hubo quien me aconsejó que no publicara el libro. El que escribe tiene que contar con una crítica más o menos justa. En este caso es natural porque tiene que molestar a muchos. Creo que valía la pena este sacrificio de soportar las incomprensiones, ya que el conjunto de españoles al que va dirigido el libro y a quienes nadie ha preguntado su opinión sobre él, tenía derecho a conocer ese puñado de verdades. No creo que mi marido pensase que, si alguna vez se publicaba, los aludidos le levantaran un monumento.

EL PAIS. Por qué cree que se han producido ciertas reacciones?

Pilar de la Rocha. La reacción negativa ha sido, en parte muy principal, por el desagradable impacto que causan las fotografías con los textos que han escogido. Esto es lo primero que salta a la vista y produce indignación. Yo no di esas fotografías al editor ni le autoricé a poner esos pies.

EL PAIS. Tenga en cuenta que cuanto se dice en los pies figura en el texto escrito por su marido.

Pilar de la Rocha. Pero se han escogido todos en el mismo tono. Al recibir el primer ejemplar hice cuanto pude por retirar la edición ya que me desagradó en extremo. No conseguí más que una carta del editor en la que se hace responsable de todo.

EL PAIS. ¿Por qué contrató la publicación con Lara?

Pilar de la Rocha. Porque afirmó que es un gran franquista.

EL PAIS. ¿Usted también lo es?

Pilar de la Rocha. Naturalmente

Franco, mito

EL PAIS. Sin embargo la figura de Franco no queda a la altura de la mitificación de cuarenta años.Pilar de la Rocha. El libro de mi marido da a conocer un Franco humano y real. Si yo hubiera pensado que su figura iba a sufrir deterioro, no hubiera publicado el libro.

EL PAIS. En las partes no publicadas ¿hay algo que afecte directamente a Franco?

Pilar de la Rocha. Todo cuanto le dijo a mi marido lo he respetado. Para mí lo que decía el caudillo era sagrado. A mi me pareció que la figura del caudillo se daba a conocer de una forma más natural y humana. Sus pensamientos tan bien expuestos, sus reacciones sinceras y siempre atinadas, su forma serena y ecuánime de enjuiciar los asuntos, su extraordinaria bondad para con todos, amigos o enemigos y sobre todo, el inmenso amor a la patria. Esto es lo que he visto en los diarios y memorias de mi marido. Los defectos o debilidades humanas quedan superados por sus cualidades. Parece que ha habido empeño por parte de muchos en recalcar y pregonar lo negativo y en cambio se ha callado lo bueno. Esto es innoble y ha hecho mucho daño.

Doña Pilar de la Rocha no ha visto a la señora de Meirás desde los rosarios celebrados en el palacio de El Pardo. La familia de Franco guarda silencio sobre el libro y la viuda del teniente general Franco Salgado-Araujo tampoco quiere hablar del tema.

EL PAIS. ¿Por qué no ha publicado todas las conversaciones?

Pilar de la Rocha. Había muchas repeticiones. Los señores mayores cuentan sus batallitas y un mes más tarde vuelven sobre ellas y naturalmente no merece la pena repetir los temas. A veces Franco comentaba un discurso con mi marido, pero al día siguiente aparecía en la prensa y ya no tenía interés la cuestión.

EL PAIS. ¿Por qué no aparecen los relatos que afectan a determinadas personas?

Pilar de la Rocha. Porque no he querido yo.

EL PAIS. ¿Quizá porque aún viven?

Pilar de la Rocha. Algunas han muerto.

Limar asperezas

Doña Pilar vuelve sobre el tema de lo no publicado con la intención de limar asperezas.Pilar de la Rocha. Hubiera resultado todo muy pesado. No era posible publicarlo todo. Algunas partes son reservadas. No es verdad que se haya suprimido ningún párrafo de crítica al Opus Dei. En los escritos de mi marido, ni por parte suya ni por la del Caudillo, hay la menor crítica a esta institución. Tanto el uno como el otro respetaban y elogiaban al Opus Dei, aunque no pertenecieran a él.

EL PAIS. ¿Cuándo comenzó a trabajar sobre el diario de su marido?

Pilar de la Rocha. No lo leí hasta después de su muerte. No me ayudó nadie a descifrar su letra. El no tenía fijada época para la publicación, pero de sus propias palabras que figuran al principio del libro parece deducirse que no deseaba publicarlo mientras viviera. Entre ellos hablaron alguna vez de las memorias. Cuando las terminó se lo dijo al caudillo y le animó para que escribiese las suyas, ya que consideraba necesario dejar ese testimonio directo para la historia. Además, Franco alegó falta de talento. Algunas veces le preguntaba a mi marido algún dato que no recordaba bien y el caudillo le entregaba una nota. Algunos de estos documentos los guardo. No puedo saber lo que hubiera dicho Franco de haber leído los diarios, pero sé que mi marido tenía la suficiente confianza con él para criticar ciertas cosas. Estoy segura de que si Franco le hubiera prohibido que escribiera sus memorias, habría roto todos sus papeles.

EL PAIS. A usted, en cambio, le va a resultar rentable este negocio.

Pilar de la Rocha. Lara me pagará el 10 % de las ventas, que es lo normal en estos casos, y de momento no sé cuál será la suma total. Contra lo que muchos creen este asunto no me preocupa. No pienso disfrutar este dinero. Se han publicado cifras que sólo son atribuibles a la malicia humana.

EL PAIS. ¿Le dejó su marido un importante patrimonio al morir?

Pilar de la Rocha. Mi marido fue siempre un hombre modesto y murió como tal. Lo que dejó es el fruto de sus ahorros. Creo que comenzó a guardar cuando era capitán.

EL PAIS. ¿Cuánto ganaba como secretario militar de Franco?

Pilar de la Rocha. Durante muchos años, sólo percibió 2.500 pesetas. Cuando murió, su sueldo por esta misión era de 14.000.

EL PAIS. Su marido, en el libro habla repetidas veces de los consejos de Administración que acaparaban algunos. ¿Cuántos cargos de esta índole tuvo?

Pilar de la Rocha. Unicamente al pasar a la situación B fue vicepresidente del Banco de Crédito Local. Mi marido renunció a muchos puestos de este tipo. Por ejemplo a la Unión y el Fénix. El marqués De la Vega de Arze le ofreció un puesto a mi marido le respondió que el caudillo sólo podía admitir que se ostentasen puestos en los Consejos de Administración si se era accionista. La respuesta fue ofrecerle acciones y ni siquiera en ese caso aceptó. Cuando hubo dos bajas en Tabacalera le hablaron del tema, pero propuso al caudillo que se nombrase a los generales Zamalloa y Alcubilla que lo necesitaban. El general Zamalloa tenía a su cargo once nietos.

¿Resentido?

EL PAIS. Hay quien opina que el libro de su marido es la obra de un resentido.Pilar de la Rocha. Mi marido admiraba y quería al caudillo entrañablemente. Por este cariño le dolía que por el ambiente que le rodeaba pudiera producirse la murmuración. El quería que fuese intocable. Pienso que esto se deduce del texto. Las críticas de mi marido siempre fueron doloridas y constructivas.

EL PAIS. Perdone que insista, pero del texto se deducen también actitudes poco favorables.

Pilar de la Rocha. El mito no es conveniente. Para que Franco tenga credibilidad es preciso dar su imagen real. Mi marido nunca quiso separarse de él. Alguna vez se lo sugerí yo, pero no me hizo caso. Si mi marido hubiese sido un resentido, con el carácter que tenía, más bien fuerte, se habría marchado a desempeñar destinos en su carrera que al fin y al cabo era lo que le gustaba. Recuerdo lo feliz que se sintió en Zaragoza como capitán general. No tenía motivos de resentimiento. El caudillo fue siempre bueno con él. Si no era muy expresivo, de sobra le conocía para tenérselo en cuenta. Si lo lamenta es más bien por el efecto que esto hiciese a los demás. El estaba por encima de eso. Si en sus diarios resalta que todo se lo debe a sí mismo, es porque así era. Tuvo un ascenso por méritos de guerra en Africa, ganó la Medalla Militar siendo capitán de la Legión. Al empezar la guerra civil era teniente coronel. Como Franco lo retuvo a su lado toda la campaña, porque así le convino, al no tener mando en los frentes le pasaron en el escalafón, otros que tenía detrás por ello tardó más en llegar a teniente general, ya que sus ascensos fueron por rigurosa antigüedad.

Reacciones

EL PAIS. El libro ha levantado ampollas. El libro sin quererlo su autor, se ha convertido en una auténtica contestación.Pilar de la Rocha. Es muy natural que en ciertos sectores se haya reaccionado negativamente; otros, en cambio, son muy favorables. De todas formas me parece excesivo la importancia que le han dado algunos y cómo se apasionan en contra. A algunos les lleva a mentir y a lanzar frases despectivas y violentas con lo que pierden toda ecuanimidad. Lo que más me admira es que una mayoría que se permite criticar todo confiesa que no ha leído el libro.

EL PAIS. ¿Cuándo se publicará Mi vida junto a Franco?

Pilar de la Rocha. A primeros de año. Las memorias son el resumen de los juicios, más en frío, sobre el pasado. Se me propuso la idea de refundir los diarios y las memorias en un solo libro, ya que mi marido no era escritor, pero consideré que no era honrado que perdiera la espontaneidad y sinceridad con que fueron escritos. Mi vida junto a Franco es una obra escrita posteriormente a sus diarios. Relata su vida junto al generalísimo desde la infancia, la guerra de Africa, la República y la guerra civil.

La viuda del general Franco Salgado-Araujo está preocupada por las reacciones al primer libro publicado y de ahí, probablemente, su decisión de guardar cuidadosamente en el extranjero los muchos folios que no han visto la luz.

Una de las pocas cosas que no se han discutido del libro es su veracidad. Ella sola lo justifica.

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