Condenan la actuación de la fuerza pública en el País Vasco

Al tiempo que 18 Ayuntamientos guipuzcoanos firmaban un escrito en el que se condena enérgicamente la intervención de las fuerzas del orden en Fuenterrabía y, en general, su actuación en el País Vasco, entre 10.000 y 11.000 personas asistieron ayer al funeral en memoria de Jesús María Zabala, el joven muerto el pasado miércoles en aquella población por disparos de la Guardia Civil. La iglesia de Nuestra Señora del Juncal, de Fuenterrabía, la plazoleta y plazas secundantes aparecían totalmente abarrotadas. En la iglesia y los accesos a la ciudad se observaba una gran vigilancia policial.La misa, en euskera, fue concelebrada por prácticamente todos los sacerdotes de Irún y Fuenterrabía. Presidían la misma los obispos Argaya y Setién que leyeron una homilía conjunta. Un sacerdote leería posteriormente una poesía escrita por uno de los compañeros del joven fallecido, que fue muy aplaudida por los presentes. Los cánticos en euskera fueron en aumento hasta el final de la misa que concluiría con una reflexión conjunta de todos los sacerdotes presentes.

Terminada la misa, los asistentes iniciaron una manifestación pacífica y silenciosa por la zona, pero pronto algunos grupos de jóvenes rompieron el silencio con cánticos y gritos contra las fuerzas antidisturbios, que no tardaron en iniciar una serie de cargas con balas de goma y gases lacrimógenos. Se produjeron una serie de carreras, se cruzaron coches y se levantaron barricadas.

Con motivo del funeral de Jesús María Zabala se hizo público un comunicado de al menos una docena de asociaciones de vecinos de San Sebastián, en el que entre otras cosas se dice: «En solidaridad con el dolor del pueblo de Fuenterrabía y ante el silencio del Ayuntamiento de San Sebastián, pedimos al pueblo donostiarra que adopte durante todo el fin de semana una postura de duelo».

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