La guerra civil española fue una trampa para Mussolini
Ha sido el primero que ha tenido la osadía de romper el maniqueísmo de fascismo-antifascismo sobre el que todavía gira la vida política italiana. Ha desencadenado con ello la polémica político-cultural más vivaz y sonora, más aguda y rica, más incisiva y consistente en la historia política y académica de estos últimos años. De Felice ha distinguido fascismo como movimiento y como régimen, ha individuado en la movilización y participación de las masas el elemento que lo diferencia de los regímenes reaccionarios y conservadores.De Felice es, sobre todo, un investigador que cree que la historia no puede hacerse sin documentos, y ha tratado de romper el conformismo antifascista imperante, porque cree que ha llegado la hora de poder hablar del fascismo objetivamente. A punto de tocar el tema de la guerra civil española en el quinto volumen de su biografía de Mussolini, le ha entrevistado en Roma para EL PAIS.
-¿Cree que la guerra civil española fue para Mussolini sencillamente una trampa? ¿A Hitler le interesaba sacar tajada económicamente y a la vez alejar al «Duce» de las democracias occidentales?
-«Mire, en primer lugar, yo haría una puntualización que es secundaria, pero que no carece de interés: en los primeros meses de la guerra civil española Mussolini estaba físicamente postrado, cascado... Después de la guerra de Africa sufrió una especie de crisis física. Ello, junto a un cierto desinterés que sentía por la cuestión española, hizo al principio, que toda la primera parte, la más decisiva de la guerra española, fuese fundamentalmente dirigida por Ciano. La gestión política corrió a cargo de Ciano. En cierto sentido, estoy de acuerdo con usted: se trató de una trampa.»
-¿Qué es lo que buscaba Mussolini?, ¿dar prestigio internacional al fascismo?, ¿una moral bélica a las milicias?, ¿extender el fascismo como ideología e instrumento de potencia en el Mediterráneo?
-«Ciano y Mussolini estaban convencidos de que la cuestión española podía ser liquidada rápidamente y con pocos medios. Yo diría que alimentaron esta convicción por mucho tiempo. Ciano y Mussolini se empantanaron, se atascaron en España... casi sin darse cuenta, y casi sin quererlo verdaderamente, porque su objetivo principal pudo acaso ser de tipo ideológico, pero era más bien una superestructura de su plan político. Políticamente les interesaba impedir la influencia francesa, temían que el Frente Popular francés se extendiera a España. Además querían crear dificultades a Francia, sembrando cizaña entre ingleses y franceses.
Su problema era poder llevar el ejército de color, en caso de necesidad, a esta zona. Incluso la famosa historia del interés fascista por las islas Baleares, que para algunos es un hecho si quieres imperialista, no era más que alzar una verja en el Mediterráneo para que Francia encontrara obstáculos en trasladar su ejército colonial de Africa del Norte a Marsella. La guerra civil española fue una trampa: Mussolini se empantanó, por una parte, y Hitler, a conciencia, quería que cuanto más se metieran en ella los italianos, tanto más los alejaba de ingleses y franceses, hasta el punto de que documentos alemanes hablan claramente de que, hacia 1938, e incluso antes, Hitler hizo todo lo posible para impedir una victoria rápida de Franco, porque cuanto más duraba la guerra de Franco, tanto más se metía Mussolini... No tenía interés alguno en que terminara pronto...»
-¿Y antes de la guerra civil, Italia...?
-«Antes de la guerra había en Italia cierto interés por España, pero era más bien escaso. Personalmente, a Mussolini le preocupaba que no se crearan en España centros antifascistas de los emigrados italianos ayudados por la izquierda española. Antes del Frente Popular francés Mussolini, con sus contactos con el Gobierno francés, no sólo de Laval, sino antes de Laval, logró neutralizar a los antifascistas italianos. Temía que antes del frente se trasladaran a España. Por ejemplo, se alarmó mucho cuando supo que en un aeropuerto español, cuyo nombre no recuerdo, se adiestraban italianos con posibilidad de volar hacia Italia...
Los submarinos
-El libro de John Coverdale, que es miembro del «Opus Dei», es lo mejor que se ha escrito hasta ahora sobre la participación italiana, ¿no?...
-«Sí, es un buen libro. Pero hay un punto que él no subraya suficientemente. Hubo un momento en que Mussolini estuvo a un pelo de provocar una guerra mundial con Inglaterra y con Francia por el caso español. Fue el problema de los submarinos, del torpedeo de las naves rusas en el Mediterráneo, hasta el punto que Mussolini desistió de tales acciones. Los ingleses, que no veían mal lo que Mussolini hacía en España, fueron intransigentes en esto, hicieron un problema de libertad de los mares e hicieron saber a Grandi que o desistía de tales acciones o era la guerra. Mussolini se dio cuenta de que las cosas se complicaban, se rompía la cabeza. Es un problema muy significativo...».
-¿Y de la famosa batalla de Guadalajara, qué piensa?
-«En primer lugar, diría que faltó coordinación entre italianos y españoles, y, en segundo lugar, aunque no soy experto militar, las estrategia era muy arriesgada y las tropas italianas en España (el cuerpo de voluntarios) estaban mal adiestradas, eran tropas de fortuna, de poca eficacia...»
-...Hasta el punto que Franco se quejó, ¿no?
-Sí...
-... Pero el balance fue positivo para Mussolini. De la guerra surgió una España fascista...
-«Sí, una España fascista... pero también aquí hay que precisar, si queremos ser objetivos y dar a cada uno lo suyo. Farinacci, cuando visitó España, se dio cuenta en seguida de la situación. Existe una carta suya al Duce en la que le dice: Mira que de este Franco no te podrás fiar nunca; recibirá, recibirá, pero cuando se trate de dar no podremos contar con él...- Desde el punto de vista de la estrategia mundial, o si quieren europea, el haber ayudado a Franco le reportó a Mussolini alguna ventaja, el impedir que se instalaran otros, pero a tal costo y sin resultados prácticos para el futuro... Farinacci vio claro desde el principio.
-Sí, se ha dicho que el material bélico italiano que quedó en España (250.000 fusiles, 2.000 piezas de artillería, más de 750 aviones) fue vendido luego a Yugoslavia. ¿Es verdad?
-«No estoy seguro, no sé. Es un punto que hay que estudiar. Lo curioso es que el Estado español, después de la guerra civil, ha continuado pagando, a plazos, las deudas de guerra...
Fascismo español
-A su parecer, ¿cuáles son las peculiaridades nacionales del fascismo español?-«También hay que distinguir. No creo que se pueda hablar de fascismo español más allá del grupo falangista verdadero y propio, es decir, del viejo grupo de José Antonio. Hay que distinguir lo que fue el fascismo antes de la guerra, de lo que fue cuando el franquismo tomó cuerpo y se consolidó... Tengo la impresión de que, si tratamos de reconstruir un ideal modelo de régimen fascista, España tiene poco que ver, es más bien un régimen de tipo autoritario moderno, con muchos menos aspectos de tipo autoritario, totalitario,
-Sí, pero la estructura social del Estado franquista se basó siempre sobre el monopartido y monocameralismo del corporativismo fascista. Y esto cuenta más en un régimen fascista que no su política exterior...
-«Sí, sí, estamos de acuerdo, pero el peso de las fuerzas tradicionales fue mayor que en Italia...»
-Conoce la historiografía más reciente española sobre la España de Franco, La Cierva, Salas Larrazábal...
-«El libro mejor sobre este tema es el de Coverdale. En conjunto, es un buen trabajo. La edición italiana, que saldrá a primeros del año que viene, se verá enriquecida respecto a la americana, porque últimamente le han dejado ver la sección España del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano. No es que aporte muchos cambios, ni hechos revolucionarios, pero aclara muchas cosas...»
Un error en un telegrama
-Usted, en su próximo volumen, ¿aporta datos nuevos...?-«Hombre, a propósito de intervención italiana en España... Le cuento un episodio que no sé si será verdadero, pero así me lo ha contado un jefe del servicio de información militar italiano (SIM) que fue protagonista. Se encontraba en el cuartel del general ... ese que murió...
-... Mola...
-...Sí, Mola, cuando fue bombardeado por un avión republicano. El jefe del SIM le dijo: Le mando de regalo una batería antiaérea para defender su cuartel. El radiotelegrafista, encargado de descifrar el telegrama, leyó una línea por otra, y en vez de una batería fue enviada una batería de campo con servicios, personal y todo. El primer envío de armas italianas sería fruto de un error. Así me lo ha contado un jefe del SIM de entonces que todavía vive. Es una confirmación más de la tesis de que los italianos no pensaban comprometerse a fondo...»
-Durante la guerra civil se habló de terrorismo aéreo fascista. Mussolini decidió bombardear Barcelona, sin consultar a nadie. Incluso intervino el Vaticano para calmarlo...
-«No le puedo dar elementos precisos, pero indudablemente, por parte italiana se bombardeó indiscriminadamente. La aeronáutica italiana estaba muy influenciada por las teorías de guerra aérea de Doueth. No sé hasta qué punto fue una estrategia seguida automáticamente o por voluntad política de Mussolini... No me sorprenderíá mucho que fuese esto último.»
Los judíos
-En el cuarto volumen, que está preparando, toca la guerra civil española...-«Sí, va desde la conquista de Etiopía hasta la guerra mundial. Un último volumen tratará de la guerra, pero ahora estoy con otro trabajito...
-... Sobre jacobinos o judíos...
-«Sí, precisamente los judíos, que es un viejo tema mío, pero judíos líbicos, desde la conquista italiana a Ghadafi; es muy interesante el problema de una comunidad judía entre colonialismo italiano y movimiento nacional árabe... A propósito de judíos, es muy significativo que en España el franquismo no haya tomado posturas antisemitas...»
-... Sí, resulta que Franco ayudó a los judíos a emigrar a América Latina...
-«Sí, sí, es un hecho muy significativo, que puede tener explicaciones de política exterior e incluso por las relaciones con la Iglesia, pero es un hecho que distingue al franquismo del nazismo.»
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