Ahorro y consumo
En el número 45 (24 de junio), de su digna dirección, leo un comentario titulado «Ahorrar en España», en que se dice textualmente que «si el país quiere crecer y crear puestos de trabajó tendrá que forzar sus exportaciones y su tasa de inversión y luego sólo será posible si moderamos nuestro consumo y ahorramos más». A lo cual sigue, por parte de ustedes: El argumento es impecable. Yo diría, más bien, que el «argumento es impecablemente erróneo». Se trata, en efecto, de una vetusta concepción del ahorro y del consumo que machaconamente repite el señor Villar Mir, a pesar de haber sido científicamente rechazada por Keynes hace cuarenta años, y, más recientemente, por el profesor Milton Friedman.Por si fuera esto poco, la tenue reactivación que se observa en la economía española se debe casi exclusivamente al consumo. La ecuación fundamental M equilibrio macro-económico: Renta nacional = Consumo privado + Inversión + Gasto público + Exportaciones - Importaciones, no se mantiene si disminuye el consumo, dadoque la inversión depende, fundamentalmente, del incremento y del grado de utilización del equipo existente, en tanto que las exportaciones son una variable exógena, que nada tiene que ver con el nivel del ahorro interno. En el supuesto de que se pudiera comprimir actualmente - el consumo, aumentaría el grado de infrautilización de la capacidad productiva existente y el paro forzoso, con lo que se acentuaría aún más la crisis de la inversión, al aumentar los «stocks» y disminuir la cartera de pedidos. Los costes fijos seguirán creciendo, y, con ellos, los precios empeorando así la situación de la balanza de pagos, y así sucesivamente... Perdón por esta larga crítica y reciba un cordial saludo de su afectísimo amigo.
Catedrático de Política Económica Universidad de Madrid