"Existe un amplio acuerdo sobre la necesidad de evitar toda ruptura"
«Existe un amplio acuerdo sobre la necesidad de evitar toda ruptura, toda destrucción, todo mirar atrás, cuando el país no quiere convertirse en estatua de sal, sino que espera un nuevo «levántate y anda», dijo ayer el vicepresidente Manuel Fraga en el acto de homenaje a Antonio Guerrero Burgos, al que dijo que «en este país lleno de separadores y de separatistas se necesitan hombres como tú».
Con abucheos y algunos pateos fue recibido en el club Siglo XX en el acto de homenaje a su presidente, Antonio Guerrero Burgos, el tele grama de adhesión enviado por Joaquín Ruiz-Giménez y los señores Gil-Robles, Álvarez de Miranda, Cavero, Chueca y García Lahiguera, que fue leído por uno de los oradores, Ricardo de la Cierva.
El abucheo apenas dejó oír la enumeración de los políticos de oposición que se sumaban a este acto al que asistieron más de 800 personas, entre ellas cinco ministros —señores Fraga, Solís, Osorio, Garrigues y Pérez-Bricio—, bastantes ex ministros —entre ellos, los señores De la Fuente, Sánchez Bella, Oriol, López de Letona, Garicano, Carro, Cerón, Fernández Sordo y Herrera— y numerosas personalidades de la vida política, militar y aristocrática.
A los postres de la comida-homenaje, que había sido suscrita por casi 300 personas de relevancia en la vida profesional, social y política del país, el secretario del club leyó una carta de adhesión del presidente Arias, quien calificó la labor del señor Guerrero Burgos como «una tarea magnifica y patriótica», así como del arzobispo de Madrid, cardenal Tarancón y del anuncio de Su Santidad.
A continuación tomó la palabra Manuel de la Quintana —primer vicepresidente del club— quien recordó las diferentes etapas de la entidad y expresó su lealtad al «pasado ilustre y brillante que elaboramos con Francisco Franco», así como a la Corona. En estas dos alusiones se produjeron aplausos.
La intervención de Ricardo de la Cierva —que fue abucheada en sus comienzos cuando citó a los señores Ruiz-Giménez y Gil-Robles— se centró en glosar la figura del señor Guerrero Burgos como el tipo de político que necesita España: conservador inteligente que ha sabido acercar las Fuerzas Armadas al país real.
Se refirió también a la capacidad del homenajeado de no anclarse en el pasado y dirigirse hacia el futuro; de no excluir a la izquierda y de haber prestado su tribuna a hombres de todas ideologías «sin haber cedido jamás en la tentación de utilizarla».
El teniente general Carlos García Rivera, director de la Escuela Superior del Ejército, comunicó la adhesión al homenaje del ministro del Ejército de los tenientes generales Villaescusa, Vega y Gutiérrez Mellado. Se refirió al señor Guerrero Burgos como «Un militar, un soldado que tiene presente su condición castrense» y que ha hecho una «gran labor en el contacto del Ejército con la vida civil». Dijo también que el club Siglo XXI es una convocatoria a España y a la Corona; un club de ideas, no de ideología, y que su presidente había mostrado una clara visión de futuro y una perseverancia al servicio de un ideal.
Seguidamente tomó la palabra Licinio de la Fuente quien glosó la tarea integradora del homenajeado que había hecho posible el diálogo a partir del pluralismo. «Este tiempo nuevo —dijo— debemos afrontarlo desde la generosidad, desde la tolerancia, desde su espíritu de comprensión e integración y así contribuiremos a esa conciencia democrática en paz, libertad y justicia, que el Rey quiere como base de su Monarquía».
Más adelante dijo que había una lealtad por encima de las propias lealtades: la lealtad al futuro de nuestro pueblo. «Debemos encontrarnos cara al futuro —afirmó-— aunque provengamos de diferentes pasados y lealtades». Finalmente se refirió a que era necesario un pacto nacional con los intereses del pueblo.
A continuación tomó la palabra el vicepresidente Manuel Fraga quien dijo en resumen: «A mi juicio, el país está fundamentalmente sano; tiene numerosos problemas, pero ninguna enfermedad mortal, sus recursos son limitados, pero existen y permiten hacer una labor seria si los usamos con sensatez».
A juicio del señor Fraga el país «está claramente necesitado de objetivos, de planteamientos y de reformas, y en definitiva de un consenso amplio sobre lo que ha de hacerse». «Existe ya —afirmó— un acuerdo en torno a la institución de la Corona y en torno a la persona del Rey».
El señor Fraga se refirió también a la personalidad del homenajeado afirmando que «ha prestado y presta un servicio impagable al haber proporcionado un foro de cultura, para debates equidistantes entre el inmovilismo y la ruptura».
Finalmente el señor Guerrero Burgos agradeció el homenaje y afirmó que seguía siendo lo que había sido siempre: español, militar, monárquico y demócrata. Añadió que como español ha sido leal a la obra de Franco y a la Corona que hoy encarna don Juan Carlos. Se declaró también leal a la figura de don Juan de Borbón e indicó que no eran incompatibles ninguna de las tres lealtades. Se refirió también al Ejército como «institución que mejor encarna los valores esenciales de nuestro pueblo» y finalizó afirmando que creía en la participación y en la libertad amparada por la Corona, «que hemos todos de construir y defender».
