El Barcelona revienta al Sevilla
Los azulgrana completan una excelente primera parte, rematada por los goles de Luis Suárez y Messi, ante un rival desinflado en el Camp Nou
Ha rejuvenecido el Barcelona. Apareció un equipo primaveral, lozano y vitalista ante un pesaroso y afligido Sevilla. No se sabe muy bien si el equipo de Sampaoli ha caducado antes de tiempo o el de Luis Enrique ha florecido cuando había dudas sobre su salud en el Camp Nou. Aunque quizá hubo un poco de todo, la hinchada salió muy contenta del estadio porque los registros futbolísticos del Barcelona fueron varios y buenos, y regresó la versión ambiciosa de Messi.
El 10 se cebó de nuevo con el portero del Sevilla, no hay defensa que pare a Luis Suárez y el ritmo de Neymar desquicia al rival y alegra la vida al Barça. El tridente va como un tiro, Rakitic se despliega como un coloso, Iniesta salió de la penumbra y no se pierde un partido cuando la defensa cierra con Piqué y Umtiti. La sensación es que el Barcelona, por fin, se siente a punto para competir y su suerte, por tanto, dependerá de la fiereza de rivales como el Real Madrid.
Los azulgrana, de momento, respondieron con solvencia a un partido exigente como era el del Sevilla. Muy finos al inicio, abrumaron durante la media hora previa al descanso y gobernaron en la reanudación, cuando se imponían los cambios y las rotaciones, camino de partidos igualmente serios como el del sábado en Málaga o el martes en Turín. No hay que malgastar esfuerzos cuando ya se sabe el once titular de Luis Enrique, que incluye por ahora a Sergi Roberto.
Hay jugadores que son presentados por sus entrenadores como símbolos del fútbol moderno; por ejemplo André Gomes, uno de los preferidos de Luis Enrique. Y hay futbolistas específicos, únicos en la interpretación del juego de su equipo, pocos como Sergi Roberto; a veces interior, en ocasiones volante central, últimamente lateral, en ocasiones extremo y, en algún partido, un poco de todo, como ocurrió ante el Sevilla.
A Sergi Roberto le tocó cubrir el costado derecho, de punta a punta del campo, tal que fuera la reencarnación de Dani Alves, una posición indefinida en el particular 3-4-3 de Luis Enrique. Lucho ha sido el técnico que ha interpretado de manera más elástica y resultona el sofisticado sistema del Barça. El técnico apostó por tener el balón y su equipo se puso a jugar el fútbol total, intenso, firme y rápido, sobre todo en la circulación, un avión en el Camp Nou.
El Sevilla, confundido
El Sevilla se confundió ante el despliegue del Barcelona. Los muchachos de Sampaoli pasaron un mal rato nada más salir a la cancha, sometidos por el vigor y la presión del Barça. El balón silbaba ante Sergio Rico. Los azulgrana, sin embargo, no encontraban el marco de Sevilla. La cruceta derecha devolvió incluso un remate prodigioso de Messi. El Sevilla entendió que lo peor del partido ya había pasado cuando se cumplía el cuarto de hora y se fue hacia Ter Stegen.
Piqué cargó con una tarjeta, N’Zonzi se turbó en el área chica azulgrana y temblaron una jornada más los defensas azulgrana en la defensa de un córner a la izquierda de la meta del Barça. Sampaoli se frotaba las manos porque había partido en el Camp Nou. Hasta que apareció el implacable Barça de Luis Enrique: estéril en ataque estático, cuando la lluvia era fina, resultó imparable a campo abierto, en plena tormenta en Barcelona.
Las transiciones azulgrana resultaron vertiginosas, imposibles de defender para el Sevilla. Messi apareció por el extremo derecho, profundizó como un 7 y forzó un centro que Luis Suárez remató de espaldas a la portería, de cuchara, en una maniobra espectacular que petrificó a Sergio Rico: 1-0. Y poco después fue Neymar quien corrió por la banda izquierda para cruzar largo, al segundo palo, para Luis Suárez, cuya asistencia remachó el infalible Messi: 2-0.
El argentino repitió a la salida de un córner con una volea que sentenció el partido: 3-0. La contundencia de los delanteros fue tan celebrada como la fiereza de Rakitic. Necesitan los azulgrana del croata, un jugador que no tiene sustituto en el Camp Nou, y precisan también de la continuidad de Iniesta para cuadrar la mejor alineación, en la Liga y en la Champions. La duda se mantiene en la banda derecha, en función del dibujo y del rival y también de las disponibilidades propias: lesionado Rafinha, sobresalió Sergi Roberto. Resuelto el partido en un abrir y cerrar de ojos, expresada de inicio a fin la superioridad del Barça, el partido dio para hablar de jugadores y dibujos, todos contentos en el Camp Nou por la frescura mostrada por su equipo ante el desinflado Sevilla.
El argentino, goleador y solidario
El Sevilla es el equipo fetiche de Messi en España, ya le ha marcado 29 dianas al conjunto andaluz. Después de 13 días de descanso forzado (no pudo jugar ante Bolivia con Argentina ni frente al Granada por estar sancionado), el argentino mandó un chut al poste —el 17 del Barça en la temporada, es el equipo que más disparos mandó a la madera— y luego firmó dos goles, suma 27 en la Liga.
Se acordó Messi de los niños del Hospital Sant Joan de Déu que sufren de cáncer y emuló pintarse la cara con dos dedos. Es el padrino de la campaña #paralosvalientes, que ayuda recaudar fondos para construir el centro oncológico infantil más importante de Europa. “Es una demostración más de su humildad”, elogió Luis Suárez a su amigo Messi. “Es una persona que tiene mucha llegada al público y a los niños. Ha sido un detalle más de los muchos que tiene”, concluyó Robert Fernández, director deportivo del Barça.
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