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Otra bronca entre Garbiñe Muguruza y su entrenador: “¡No me vuelvas a decir que cierre la puta boca!”

La tenista española remonta un 0-6 y 2-3, se mete en la tercera ronda de Miami y vuelve a tener un encontronazo con Sam Sumyk

Garbiñe, durante el partido ante McHale.
Garbiñe, durante el partido ante McHale. Geoff Burke (USA Today Sports)

La lluvia salvó el jueves a Garbiñe Muguruza en Miami. La hispano-venezolana caía 0-6 y 2-3 ante la estadounidense Christina McHale cuando una tormenta obligó a suspender el encuentro. El viernes, ya sin agua, Muguruza se rehízo, levantó el marcador y se metió en tercera ronda tras llevarse el segundo y el tercer set (0-6, 7-6 y 6-4). Antes, la tenista volvió a tener un encontronazo con su entrenador, Sam Sumyk, que bajó a pista a dar indicaciones a su pupila, algo permitido en el circuito WTA.

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"¡No me digas que me calle la puta boca nunca más!" le dijo Sumyk a Garbiñe cuando esta, frustrada y al borde de las lágrimas en el tercer set, recriminó a su entrenador. La española reculó y rápidamente pidió disculpas a su técnico. "Lo siento, lo siento", se lamentó. El de Miami no es el primer choque entre Garbiñe y Sumyk, que ya han vivido varios momentos de tensión sobre la pista.

Garbiñe se plantó en tercera ronda al rubricar su gran remontada (0-6, 7-6(6), 6-4). La sexta cabeza de serie vivió una agonía en su estreno en Crandon Park, contra las cuerdas después de ceder el primer set en blanco y salvada por la lluvia cuando ya había perdido su saque en el segundo parcial. En la reanudación, le costó y mucho salir del bache a una Muguruza que forzó el tercer set y logró una victoria sufrida que reflejó en su rostro cuando culminó su remontada.

Y es que Muguruza tuvo que luchar en especial contra sí misma, en una racha de errores que no le permitió encadenar dos buenos juegos. Aún así, y ante una McHale menos inspirada que ayer, la tenista nacida en Caracas logró llegar a la muerte súbita en un intercambio de 'breaks' en el segundo set. Ahí, la española salvó el punto de partido que desembocó en el tercer parcial.

Los problemas en el servicio de Muguruza llegaron también a la americana, igualando la tensión a ambos lados de la pista con la llegada de los juegos decisivos. La española fue quien apostó por la victoria, agresiva para encontrar el 'break' en el séptimo juego y cerrar después el triunfo.

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