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‘Marvel Legacy’: El difícil legado multicultural de los héroes Marvel

La editorial ha cambiado la identidad de sus personajes más famosos para tener mayor diversidad, pero ¿funciona?

Eneko Ruiz Jiménez
Imagen promocional de 'Generations'.
Imagen promocional de 'Generations'.Alex Ross (Marvel)

"Todo cambia para que todo siga igual". Ese ha sido siempre uno de los pilares del cómic de superhéroes. Cada año, las editoriales lanzan grandes eventos que mutan sus universos para siempre, aunque, en lo fundamental, la lectura y los personajes principales mantuviera su espíritu impertérrito. Al fin y al cabo, el cómic mensual infinito cumple cierta labor de compañía, de volver a unos amigos que conoces desde hace décadas. De ahí que los personajes trágicamente fallecidos (mediante un golpe de efecto que sube las ventas), por ejemplo, vuelvan de su muerte una y otra vez. El status quo cambiaba, pero los fundamentos se mantenían. Al menos hasta hace unos años, cuando la multiculturalidad se convirtió en el centro del universo Marvel.

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Hoy Iron Man ha cedido la armadura a una joven afroamericana, Thor es una mujer y el Capitán América no es el único que habla desde su icónico púlpito. Marvel ha comenzado a elaborar un concepto que DC venía practicando desde hace décadas: el legado. La competencia siempre mimó a los héroes jóvenes para que heredaran el manto de sus mayores; ha habido diversos Flash, Linterna Verde o Robin; Bruce Wayne ya fue sustituido como Batman en los noventa y Geoff Johns dedicó su magnífica etapa en JSA (héroes de la Segunda Guerra Mundial) a este concepto de legado. Pero para la empresa responsable de Spiderman la temática era ajena. Hoy es su centro. Los héroes más famosos no solo han mutado, sino que sus transformaciones han aportado una diversidad inédita en la página. Una que, entre una creciente polémica, se convertirá en motor de su próximo evento: Generations (Generaciones).

La pregunta que se hace el lector es: ¿cuánto durará este estado? Las dudas del mercado están ahí: "Hemos avistado que las ventas de los personajes diversos, nuevo, femenino, que no fuera clásico, no vendían. Y es complicado, porque tenemos muchas ideas frescas y emocionantes", reconocía el Vicepresidente de ventas de Marvel, David Gabriel, a los vendedores minoristas en una controvertida reunión la semana pasada. "En la cultura pop ha habido un gran debate sobre la diversidad y la inclusión. Marvel no es sobre política. Solo queremos contar historias de nuestro mundo, como hacía Stan Lee", apuntaba el editor en jefe Axel Alonso. La conclusión de este cruce será la que determine si todo vuelve a la casilla de salida o si, por el contrario, algunos de estos héroes acaban siendo los principales arquetipos de la cabecera durante las décadas venideras.

Pero bajo este complicado debate (sin respuesta sencilla) subyacen muchos otros factores, imposibles de reducir solo a la diversidad. Las ventas del cómic mensual están bajo mínimos. A cualquier novedad le cuesta despegar. Y resulta que la mayoría de esos lanzamientos tenían personajes de minorías. Aunque el problema engloba a toda la industria estadounidense, con una caída de ventas generalizada, y toca de lleno a una Marvel necesitada de golpes de efectos y un modelo quizás caduco de números uno continuos que abren temporadas cerradas: "Las editoriales independientes tampoco conseguía lanzar sus cómics, sus nuevos números uno. Quizás hemos llegado al límite de ventas", explicaba. Al otro lado, un distribuidor le corregía: "Quizás los nuevos libros no vendan, pero han traído un nuevo público a mi tienda, que se gasta el dinero", respondió un vendedor posiblemente muy acostumbrado a ver solo a hombres de 30 y 40 años comprando cómics, y no al lector de literatura de jóvenes adultos. De paso, estas historias con otro tipo de protagonistas diseñan personajes que podrán ser explotados en el cine, cuando a los Vengadores "mayores" se les acaben sus contratos. Ese es el caso, por ejemplo, de Runaways o la Chica Ardilla, que pronto saltarán a la televisión con nuevas franquicias en carne y hueso.

"Quizás cambiamos demasiados personajes de golpe. Quizás había demasiado producto", infirió Gabriel, responsable de la editorial que, en este complicado mercado, sigue liderando en ventas. Para tratar de sanar este problema nace el cruce de Generaciones, donde los héroes clásicos se cruzarán con los multiculturales. Si esto prospera, dependerá de las ventas. De momento la serie quiere reunir tanto a los lectores de los personajes clásicos como a los nuevos.

El problema va más allá. Sí hay más personajes femeninos, aunque en las oficinas la paridad sigue siendo un espejismo. En las editoriales estadounidenses las mujeres todavía son minoría. Según el estudio mensual Gendercruching de BleedingCool, los cómics Marvel del pasado octubre, uno de los mejores de los últimos años, tenían un 84% de responsables masculinos. En DC, eran un 80%. La cifra, pese a los pasos en la buena dirección, no parece equipararse en ninguna de las categorías. Aunque hay honrosas excepciones como la de Natacha Bustos, dibujante de la fresca Moon Girl y Dinosaurio Diabólico, y la de Gabby Rivera, responsable de guionizar América, la nueva heroína lesbiana y latina.

Cruce entre los Thor.
Cruce entre los Thor.

La conclusión que acabaron sacando algunos de los minoristas en la reunión, sin embargo, era mucho más simple que el eterno debate sobre diversidad, raza, género y corrección política: "Si el material que hay detrás del mensaje es bueno, funcionará. Tuvisteis éxitos con Miles como Spiderman o Ms. Marvel de G. Willow Wilson. El contenido era bueno. Pero también puedo poner otros ejemplos de productos que tratan de romper los límites, donde el contenido no era de calidad, y nunca despegó. La diversidad no es el problema, si el producto es bueno", discutía un dueño de una tienda. Series como SpiderGwen y Ms. Marvel, no en vano, pasaron de ser limitadas a marcas estrella de la Casa de las ideas, aplaudidas por público y la crítica internacional. Es más, el cómic más vendido del 2016 en EE UU: Pantera Negra de Ta-Nehisi Coates. Personaje africano y escritor afroamericano. De su éxito nacieron dos series derivadas protagonizadas por otros personajes minoritarios.

"Hay lectores que vienen por la diversión. No quieren que les golpeeis todo el rato con el mensaje. Solo quiere buenas historias", subrayaba un distribuidor. Y es que al final, el poder sigue residiendo en un espacio: el de compradores y lectores. Como en cualquier negocio, una marca pervivirá si tiene su apoyo. Si no, volverán a la casilla de salida.

Series de 'Generations'

En Generaciones se verán las caras el Iron Man de Tony Stark con la joven afroamericana Riri Williams; el Spiderman de Peter Parker con Miles Morales; la Ms. Marvel musulmana con la veterana Carol Danvers (ahora Capitana Marvel); el Hulk original con Amadeus Cho, descendiente de coreanos; los Ojo de Halcón, Clint Barton y Kate Bishop (lean Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja, háganse el favor) o Lobezno con su clon, Laura Kinney, presentada en cine con Logan. Porque, claro, habrá tiempo también para resucitar a héroes fenecidos, como solo Marvel sabe hacer.

  • Iron Man (Tony Stark y Riri Williams): por Brian Michael Bendis
  • Spider-Man (Peter Parker y Miles Morales): Brian Michael Bendis
  • Ms. Marvel (Carol Danvers y Kamala Khan): G. Willow Wilson
  • Thor (Odinson y Jane Foster): Jason Aaron
  • Hawkeye (Clint Barton y Kate Bishop): Kelly Thompson
  • Hulk (Bruce Banner y Amadeus Cho): Greg Pak
  • Jean Grey (joven y muerta): Dennis Hopeless
  • Wolverine (Logan y X23): Tom Taylor
  • Captain Marvel (Mar-Vell y Carol Danvers): Margie Stohl
  • Captain America (Steve Rogers y Sam Wilson): Nick Spencer

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Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

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