'The Americans', entre la familia y la Madre Rusia
Vaya dos segundas temporadas que nos han regalado Hannibal y The Americans. De Hannibal ya hemos hablado (todavía dan escalofríos recordar ese final, esa temporada). La segunda entrega de The Americans (en España, en Fox) también se ha ganado a pulso su hueco entre las series de la temporada y ha vuelto a reclamar un puesto en muchas listas de lo mejor del año. Si la primera tanda de capítulos fue buena, la segunda ha sido incluso mejor, y eso es mucho decir.
The Americans es la historia de dos familias: la que refugia bajo su ala la Madre Rusia y la que tuvieron que formar a la fuerza Philip y Elizabeth para servir como espías infiltrados en territorio estadounidense, territorio enemigo. La primera temporada ya mostró esa doble cara: su entrega a la causa soviética y el conflicto personal y familiar con dos hijos adolescentes que desconocen la verdadera identidad de sus padres. Esta tensión entre sus deberes profesionales y su instinto protector como padres vuelve a marcar (todavía más) una segunda temporada que cuenta además con mayor implicación por parte de unos espectadores que ya conocen las debilidades de los protagonistas.
Reducir The Americans a la descripción de una serie de espías, a secas, es injusto. Plantea muchas más cosas apoyada en las grandes interpretaciones con las que cuenta. Keri Russell y Matthew Rhys están de premio (o, al menos, de nominación, que el nivel este año está por las nubes), pero el resto del reparto da la talla de forma más que digna. Todos ellos son personajes con dobles caras, como corresponde al mundo en el que se mueven, en el que no te puedes fiar de alguien que por delante puede estar sonriéndote y diciéndote que te quiere y por detrás puede que no tenga más remedio que entregarte por el bien de la madre patria.
En esta segunda temporada, Philip y Elizabeth han visto muy de cerca las consecuencias que puede traer ejercer un trabajo como el suyo y el alto precio que puede tener, tanto para ellos como para sus hijos. Porque, ¿y si ellos no estuvieran ahí para protegerlos? ¿Qué pasará con ellos después? El final de la temporada (sin entrar en detalles para no desvelar datos importantes) plantea un giro total a lo visto durante los capítulos anteriores y abre las puertas a una nueva entrega en la que el conflicto entre el servicio a su país y la protección de la familia volverá a ser central.
El ritmo pausado que le caracteriza puede que convierta a The Americans en una serie no apta para todos los paladares, pero precisamente ese ritmo diferente es parte de su encanto. Su viaje a los ochenta es reposado, con sentimientos contenidos, con silencios, con sombras. Una historia de espías con sabor a las historias de ante. Y aderezado con esa disyuntiva en la que se encuentran prácticamente todos los personajes entre la familia, la vida personal, y la otra familia, la de la Madre Rusia. Y la promesa de una tercera temporada que ya podemos apostar a que mantendrá el nivel de las dos anteriores.
Comentarios
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.