De la televisión a Broadway (y de Broadway a la televisión)

El trasvase de actores de un medio a otro es habitual. Cada vez es más frecuente que intérpretes que se han hecho famosos en el cine se pasen a la televisión, donde encuentran papeles y guiones interesantes y proyectos que, de funcionar, se alargan en el tiempo, lo que da una seguridad económica y laboral importante. Pero también es frecuente que los escenarios de Broadway y la pequeña pantalla intercambien actores en un sentido y en el otro. El teatro da a los actores la posibilidad de desconectar tras el éxito televisivo y un contacto más directo con el público, del que se aprovechan también unas producciones que logran más atención mediática y más afluencia de espectadores.

Bryan Cranston, protagonista de Breaking bad, va a debutar este invierno sobre las tablas neoyorquinas con All the way. En la obra, que actualmente se representa en Cambridge (Massachusetts), donde ya están todas las entradas vendidas, Cranston interpreta al presidente estadounidense Lyndon B. Johnson. All the way ha sido escrita por el premio Pulitzer Robert Schenkkan. Durante sus tres horas de duración, traslada al espectador a la época posterior al asesinato de Kennedy y al primer año de presidencia de Johnson, con personajes como Martin Luther King Jr., J. Edgar Hoover o Hubert Humprey. Los productores de la obra confían en que el tirón de Cranston atraiga al público mientras se encuentre en Broadway.

Otro actor televisivo que se puede ver esta temporada en los teatros de Nueva York es Zachary Quinto, quien ya contaba con una amplia experiencia teatral previa a darse a conocer en la pequeña pantalla. El actor de American horror story y que antes participó en series como Heroes y 24, es uno de los protagonistas de The glass menagerie (El zoo de cristal), obra que se estrenó en Broadway el 26 de septiembre. John Tiffany (Once) es el responsable de esta adaptación de la obra de Tennesse Williams, que ha llegado a la cartelera neoyorquina acompañada de buenas críticas y de gran afluencia de público. Zachary Quinto está acompañado en el escenario por Cherry Jones, Celia Keenan-Bolger y Brian J. Smith.

No es Broadway, pero Matt Smith, que en Navidades se despedirá del papel de Doctor que llevaba interpretando desde 2010 en la veterana serie británica Doctor Who (y en la que Peter Capaldi tomará el relevo en la que será la 12ª reencarnación del Doctor), también cambia la televisión por los escenarios, en esta ocasión, el teatro de Londres. Smith se subirá a las tablas en diciembre para participar en el musical basado en la novela American Pshycho, de Bret Easton Ellis.

Otra cara televisiva que ha debutado hace poco en Broadway es Jane Lynch. Aunque cuenta con una amplia experiencia teatral, la entrenadora Sue Silvester de Glee se subió por primera vez a las tablas del emblemático distrito de los teatros de Nueva York en mayo de este año. Y lo hizo dando vida a la malvada Miss Hannigan en el famoso musical Annie.

También son muchos los rostros televisivos que, antes de aparecer en la pequeña pantalla, ya tenían sobre sus espaldas una extensa carrera teatral en Broadway. Sarah Paulson repite este año en el reparto de la nueva temporada de American horror story, pero desde 2005 lleva intercalando proyectos cinematográficos y televisivos con obras en Broadway, donde ha participado en montajes de El zoo de cristal (la misma obra con la que acaba de debutar en Nueva York su compañero de serie Zachary Quinto) o Collected Stories.

Mandy Patinkin, Saul en Homeland, se convirtió en todo un mito al interpretar en el cine a Íñigo Montoya en La princesa prometida ("hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir"). Quizá menos conocida es su faceta como actor de teatro. Sobre las tablas ha cantado y bailado. Ha interpretado al Che en Evita, papel por el que ganó un Tony en 1980, y participó en montajes de Sunday in the park with George, The secret garden, Falsettos...

En Smash, una serie que trataba sobre la preparación de una obra musical, no podía faltar alguna estrella de Broadway. Megan Hilty, la rubia Ivy que soñaba con dar vida a Marilyn Monroe en la serie, ha protagonizado musicales como Wicked o 9 to 5. También habían pasado por Broadway los actores de Smash Brian d'Arcy James y Christian Borle. Antes de protagonizar Bunheads, la actriz Sutton Foster ya contaba con una amplísima trayectoria teatral en Broadway, donde ha participado en montajes de Los Miserables, El jovencito Frankestein, Grease, Annie, y ha ganado dos premios Tony por Thoroughly Modern Millie y Anything Goes.

Adam Driver, el novio intermitente de Hannah en Girls, ha participado en obras de Broadway y Off-Broadway desde 2010. También ha pasado por las tablas de los teatros neoyorquinos Tony Goldwyn, el presidente de Estados Unidos en Scandal. La última de sus intervenciones en Broadway fue con la comedia musical Promises, promises:

Para aparecer en The Good Wife prácticamente es imprescindible haber pasado por los escenarios de Manhattan. Desde Julianna Margulies (ganadora del premio Lucille Lortel por su participación en Ten Unknows en el Lincoln Center), hasta Christine Baranksi (con dos Tonys en su haber), pasando por Alan Cumming y Chris Noth.

Mireille Enos, la detective Linden en The Killing, estuvo nominada al Tony por su interpretación en ¿Quién teme a Virginia Woolf?, representación en la que actuaba al lado de Kathleen Turner. Es menos complicado imaginar a Jane Krakowski (Ally McBeal, 30 Rock) en Broadway. En su carrera teatral destaca su participación en 2003 en el musical Nine, en el que también actuaba Antonio Banderas y en el que interpretaba a Carla, el mismo personaje que hizo Penélope Cruz en la versión cinematográfica.