“La gran novela americana”, tituló recientemente en primera página la revista Ñ, el suplemento cultural del diario argentino Clarín. No se refería a El gran Gatsby, ni siquiera a Libertad; sino a la serie Mad Men, que el domingo por la noche volvió a Canal + con su quinta temporada después de dos años de ausencia. El paralelismo está muy bien traído porque la serie de Matthew Weiner es a la vez la historia de un país –también de una sociedad, la nuestra– y de unos personajes, es un relato colectivo pero también individual como ocurre con las grandes narraciones literarias. Claro, que también podríamos escribir eso de Forrest Gump, de la familia Alcántara o de la Comedia Humana. El primer secreto del éxito de la serie estaba en que describe lo que puede ocurrir en Alcorcón si Sheldon Adelson consigue instalar sus casinos: el mundo más allá de lo políticamente correcto.
Al principio, enganchó a muchos espectadores porque era casi como un capítulo de National Geographic sobre el amanecer de la humanidad: esos tipos que fumaban en los ascensores, trataban a las mujeres como objetos, no conocen el cinturón de seguridad y desayunaban con vodka parecían sacados de la prehistoria de la especie. Aunque ese regreso al pasado, como los documentales de animales, también nos muestra con bastante habilidad lo que, en el fondo, seguimos siendo. “Hay una cierta nostalgia de un mundo un poco más irresponsable, pero un poco menos estricto”, dijo el novelista Javier Marías para explicar su afición a la serie a la vez que mostraba su incomprensión hacia un artículo del historiador Daniel Mendelsohn en The New York Review of Books, que levantó una gran polémica, porque criticaba la serie precisamente por eso. “Era como si condenase ese mundo, como si dijese: ‘Miren que malos eran nuestros padres, como fumaban las embarazadas”, replicaba Marías. Mad Men nos muestra lo que hemos ganado, pero también lo que hemos perdido y, sin duda, nos describe lo que fuimos y lo que somos en cuanto cruzamos las fronteras asépticas de Occidente (o rebuscamos un poco en el subconsciente).
La serie también es un relato de un momento crucial de la historia estadounidense y europea, el paso de los cincuenta a los sesenta y la genialidad de Weiner está en hacerlo a través de una empresa de publicidad: hay pocas cosas que reflejen con tanta precisión y con tanto descaro los cambios sociales como la publicidad. La obsesión competitiva en el trabajo, las puñaladas traperas, aquellos momentos en que no está claro si el enemigo es la competencia o los compañeros le dan mucha fuerza y actualidad a la serie. Como dice Gordon Gekko en Wall Street 2. El dinero nunca duerme. “La avaricia es buena. Ahora además es legal”. De eso también va Mad Men: de la construcción del mundo económico en el que vivimos, del nacimiento de ese inmenso espejismo que ahora se desvanece.
Pero, además de esa mirada al otro lado del espejo, la serie tiene una clave fundamental: sus personajes. Y eso queda más claro que nunca en la quinta temporada. Funciona la trama, funciona el trasfondo histórico –en este caso, el principio del combate contra la discriminación y la lucha por los derechos civiles–, funcionan las cuchilladas en la oficina y las campañas publicitarias, los muebles llenos de botellas en los despachos y los ceniceros rebosantes siguen siendo un atractivo pero, por encima de todo, están los protagonistas. Y no se trata sólo de Don Draper (Jon Hamm). Es verdad sin ese personaje que se mueve entre el Tom Ripley de Patricia Highsmith y el Jay Gatsby de Francis Scott Fiztgerald, que siempre arrastra la sensación de que la fiesta se va a acabar en cualquier momento, de que el éxito puede evaporarse con la llegada de una carta certificada, la serie no sería lo que es. Pero si hay algo sorprendente y acertado en esta última entrega es la evolución de los personajes.
Los grandes artesanos del Hollywood clásico, cineastas como John Ford o Howard Hawks, sabían que sin grandes secundarios no puede haber una gran película, que toda narración tiene que tener algo de coral. Peggy Olson (Elizabeth Moss) sigue tratando de salir adelante en un mundo de hombres, pero es mucho más humana, mucho más compleja; Betty Draper / Francis (January Jones) es demasiado inteligente para no verse desbordada por su vida; Pete Campbell (Vincent Kartheiser) se sale del mapa en la quinta y el espectador tiene más ganas que nunca de partirle la cara, mientras que, a la vez, no puede dejar de sentirse fascinado por el tipo más capullo de Nueva York y suburbios. Megan Draper (Jessica Paré) tiene todavía mucho que contar, aunque su baile del zubi-bizu deja el listón muy alto, mientras que Roger Sterling (John Slattery) parecía que ya lo había dicho todo y, sin embargo, es casi el mejor personaje de la nueva temporada.
Se puede contar poco sin revelar mucho. Han pasado dos años: nosotros tal vez no somos los mismos y, desde la luego, nuestro mundo ya no es el mismo. Pero Mad Men sigue allí para contarnos de donde venimos y, tal vez, a donde vamos, para regresar al pasado mientras nos preguntamos si en cierta medida no estamos viajando al futuro.
Sí, todo Mad Men es muy Fitzgerald. Desde la propia Betty que es muy Zelda o Draper, no sólo Gatsby sino también el protagonista de 'Suave es la noche' llamado Dick Diver. Imagino que lo de Dick Whitman es un claro guiño a ese personaje.
http://planetamancha.blogspot.com.es/search/label/Mad%20Men
Excelente análisis. Añadiría algo: es mucho más rica la descripción de la ambición en una oficina que en la Casa Blanca o los grandes despachos de Wall Street. Eso es lo más fascinante de Mad Men: es tan importante quién se queda la campaña de una marca de alubias enlatadas como la crisis de los misiles. Y, así, "Mad men's style", nos es mucho más cercano.
De nuevo, simplemente imprescindible.
Buen análisis, desde luego. No coincido con la valoración de Betty Draper, es un personaje prácticamente desahuciado de la serie y nunca ha sido inteligente, simplemente es una niña mimada en un cuerpo de mujer. Lo mejor de esta quinta temporada está siendo, efectivamente, Roger Sterling. En el fondo creo que esta historia acabará con la caída de Don a los infiernos, bien porque alguien le va a acabar quitando el trabajo o bien porque su nueva esposa le va a sacar hasta los tuétanos cuando se separen.
Digo yo que si escribes sobre una serie en particular no está de más poner el apellido de su personaje principal escrito de manera correcta. Se escribe "Draper" no "Drapper" como se empeña, de manera contumaz, el autor de estas líneas al nombrarlo.Pudiendo excusar ese absurdo fallo, al tratarse de una lengua que no tiene porqué dominar, resulta intolerable encontrarse con faltas de ortografía como la carencia de tilde en "dónde" que se ve en el último párrafo."...para contarnos de donde venimos y, tal vez, a donde vamos, para regresar al pasado..."Un poco de rigor nunca está de más...Sobre todo si te pagan por ello.
Mad Men es mucho más John Cheever que Scott Fitgerald. Aunque hay de los dos. La relación con el alcohol, las infidelidades y la vida matrimonial, las relaciones paterno-filiales , la vida suburbial frente a vivir en el centro,... Leer los cuentos de John Cheever, escitos en la época en la que sucede Mad Men, es ver un capítulo de Mad Men, pero con otros personajes. El escenario es calcado y los personajes inrtercambiables.
Cuanto premio nóbel escribe aquí, que si fitzgerald, que sí chhever o como se escriba, perdón!! John Cheever que luego llega rísquez con su tipp-ex corrector y me encabrona mad men obrsa maestra y punto, y cada uno la disfrute a su manera, que ya está bien de analizar todo, los pseudomodernos anteligentes y snooormbs. ups disculpa rísquez este palabro no existe.
Rísquez, supongo que cuando dices "al tratarse de una lengua que no tiene porqué dominar", en realidad quieres decir "al tratarse de una lengua que no tiene POR QUÉ dominar" (ay, esos porqués...).
Habiendo dicho esto, que si no lo mencionaba me daba algo, yo no sé muy bien qué pretende el autor al mencionar a los Alcántara en el artículo: ¿es una sutil ironía o de verdad los está metiendo en el mismo saco? Por otra parte, lo de Eurovegas tampoco me parece que venga al caso... Y, finalmente, ¿qué tiene que ver Don Draper (que no Drapper) con Ripley, aparte de nada?
Querida Minnie Mouse, te has metido en un jardín debido a tu ignorancia. La palabra "porqué" en su primera acepción en el diccionario de la RAE recoge como siginificado que es causa, razón o motivo (http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=porqu%C3%A9), con lo que encaja perfectamente en la frase que apuntas.Quizá la próxima vez deberías aguantarte, no vaya a ser que tu carencia de conocimiento te haga meter la pata de nuevo, cuando uno es un zoquete y cree saber más de lo que sabe le pasan cosas como la que te ha pasado a ti. Además, incluso si hubiera habido fallo por mi parte (que no lo hay) te recuerdo que a mí no me paga El País para que escriba en este blog con corrección.Del sujeto que no sabe escribir y se burla de mí prefiero no decir nada, queda retratado en su mensaje.Por otro lado, veo que corrigen lo de "Draper" en vez de "Drapper" pero no las tildes...Qué lástima.
Estoy de acuerdo con gran jefe indio. Betty es la ex-mujer y como toda ex-mujer, va desapareciendo poco a poco de la vida de su ex-marido, por mucho que tengan tres niños. Y por mucho que me duela, pues para mi era mi personaje favorito. Algo sale porque ella promociona la serie, pero no como antes. No me gusta Megan, me aburre, al menos de momento.http://www.elsolitariodeprovidence.com/2012/03/mad-men-quinta-temporada-episodio-5x01.html
Rísquez, tronco, no seas pelmazo: por mucho que insistas, todos metemos la pata. ¿O no se te ha caído el bote de comas por encima de tu comentario y cuando deberías haber escrito un punto o, todo lo más, punto y coma, has metido una coma como una catedral? "Quizá la próxima vez deberías aguantarte, no vaya a ser que tu carencia de conocimiento te haga meter la pata de nuevo, cuando uno es un zoquete y cree saber más de lo que sabe le pasan cosas como la que te ha pasado a ti." Mira, mira, fíjate otra vez... "nuevo, cuando uno...". Y no seas tan grosero y faltón, hombre.
Mira Bikeblue, cuando me equivoco lo reconozco, así que te doy la razón. Probablemente tenía que haber puesto un punto en la frase que comentas. Sin embargo no creo haber sido grosero y faltón nada más que con Minnie Mousse, que ha querido ir de lista a mi costa y ha quedado en ridículo. Es cierto que he podido pasarme un poco en mi respuesta pero creo que no me ha faltado razón.Por otro lado, vuelvo a insistir en que a mí no me pagan por escribir. Si lo hicieran, revisaría lo que escribo mucho más de lo que lo hago, y cometería menos errores. No creo que sea muy exigente si pido rigor en lo que escribe alguien al que pagan por escribir en un blog.
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Para Risquez, que parece que acaba de salir de la Real Academia. "Porqué" es un sustantivo que significa razón, motivo. Por ejemplo, "El porqué de su ignorancia y osadía era inexplicable". Si cambiamos "porqué" por cualquiera de sus sinónimos en tu frase, quedaría algo así: "al tratarse de una lengua que no tiene MOTIVO dominar", ¿te parece correcto? si es así, bien, acabas de inventar una nueva lengua, pero si lo que quieres es escribir en castellano, debes usar "por qué", como bien ha dicho Minnie Mousse. Tu frase es una oración interrogativa indirecta, en vez decir "¿por qué él no sabe la gramática española?", decimos "No sé por qué él no sabe la gramática española". Y en dicha oración, "qué" actúa como pronombre interrogativo, y por tanto con tilde. Te lo explico clarito que parece que tienes un error de concepto grande, y si te tomas tan en serio la gramática ¿pues nunca está mal aprender algo no? Grande Mad Men
Para Kant. Como ya he dicho con anterioridad, no me duelen prendas en reconocer errores. Tras la insistencia he buscado el objeto de mi frase en el Diccionario panhispánico de dudas y, efectivamente, cometo un error en mi oración. Debería haber puesto un determinante antes de "porqué" ya que siempre lo lleva (http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltGUIBusDPD?clave=porqu%E9&origen=RAE). Sin embargo no se trata de un mal uso de la palabra, como tú o Minnie Mousse os empeñáis, luego no me invento ninguna lengua. Confundes el objeto de mi frase al calificarla de interrogativa indirecta, siento contradecirte.Insisto en que a mí no me pagan por escribir bien, aunque veo que es más fácil sacudir a un lector que señala errores de profesionales (que no siempre corrigen) que exigir a éstos que escriban con rigor.
Querido Rísquez:
Te pongas cómo te pongas, deberías haber escrito "por qué". Dicho lo cual, no entiendo muy bien el motivo de atacarme así cuando el único que parece querer ir de listo aquí eres tú. Por otra parte, te doy la razón en que las faltas ortográficas y gramaticales en los medios escritos hoy en día es de escándalo: no solo en este blog, sino en todos los periódicos en general (creo que hace ya mucho tiempo que no leo un artículo sin faltas de ortografía) y, lo que es peor aún, en libros (¿no tienen que pasar por un corrector?).
Y volviendo al tema de Mad Men: ¿Betty inteligente? ¿Perdón? ¿Estamos viendo la misma serie?
Betty es el prototipo de guapa simplona (tonta de toda la vida, vamos) y, aunque antes yo sentía empatía hacia ella, ahora desde que se ha convertido en una divorciada amargada me está cayendo como una patada en el culo.
Querida Minnie Mousse:Digo yo que lo que querías decir es "te pongas COMO te pongas" ya que ahí la tilde que has puesto sobra (http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltGUIBusDPD?origen=RAE&lema=como), o que lo que querías decir es que "...las faltas ortográficas y gramaticales en los medios escritos hoy en día SON de escándalo..." porque sujeto y verbo han de concordar en número.Te he atacado porque no quería ir de listo, sino tratar de señalar lo que tú bien comentas, la falta de rigor de los profesionales del periodismo. Tu tono al apuntar mi posible fallo (que he reconocido, aunque no se trata del que tú apuntas), regodeándote, no me hizo especial gracia y por eso contesté de esa forma. Probablemente fue desaforado y fuera de tono, además de erróneo porque desviaba la atención de lo que quería apuntar. Siento haberme expresado así.
Rísquez, razón en "como"y en "son" (lo primero una falta en toda regla, lo segundo confieso que pensaba que había escrito: "lo de las faltas", pero se me fue un poco la pinza). Pero de cualquier forma nosotros no vivimos de escribir públicamente (al menos yo, y por tus comentarios deduzco que tú tampoco), y lo de que periodistas, articulistas, escritores y correctores cometan tantísimas faltas sí que tiene delito, porque viven de ello. ¿Verdad que nadie se imaginaría que un piloto de aviones no supiera aterrizar? Pues a lo mejor es un ejemplo un poco exagerado, pero creo que explica mi punto de vista. El artículo de hoy (el de House) me parece que tampoco se salva de la quema.
El sustantivo masculino "porqué" se usa precedido de determinante ( se intenta explicar "el" porqué pasa esto o lo otro, efectivamente: la razón o motivo o causa "determinada"), es decir, que si digo: No entiendo "el" porqué de su empecinamiento, es correcto, o también, dicho en plural: Entiendo perfectamente "los"[ determinante] porqués de su ignorancia satisfecha...En los dos casos hay un motivo o razón de por qué pasa esto o lo otro.No se debe confundir con el "por qué" interrogativo o exclamativo: No tiene por qué ser la lengua española la dominante, pero tampoco hay "un" porqué de que tenga que ser otra la que domine.Pasa cosa parecida si también hacemos uso del adverbio "dónde"( otra pulga del corrector de marras), que puede pasar perfectamente a tomarse en su valor relativo y no con el interrogativo ( falso error que se le achaca a Guillermo Altares), por lo que no es incorrecto escribirlo sin tilde.Ejemplo, se puede decir : Según dónde se encuentre [= según en qué lugar se encuentre] o también: Según donde se encuentre [= según el lugar donde se encuentre].Fíjate que la frase es la misma sólo que cambia la tilde.Pues bien, las dos son correctas.Otro dos ejemplos de lo mismo pero cambiando el verbo: No tengo dónde [= a qué lugar] ir; No tengo donde[= lugar al que] ir. Así, si Altares ha dicho en su frase "Pero Mad Men sigue allí para contarnos de donde venimos y, tal vez, a donde vamos,[...]" es correcto sin más, dado que la serie Mad Men no trata en su temática de si procedemos (venimos) de los extraterrestres o del orangután (dicho sea de paso que cualquiera de las dos procedencias podría ser posible), sino que nos "cuenta", relata que venimos de los años 60, 70, 80, etcétera, y no "desde" el principio de los tiempos.Luego nos retrotrae a un pasado cercano del siglo pasado.Lo único que has hecho tú, estupendo Rísquez, es intentar corregir echando mano de una "frase hecha" y fabricada para los más "listos" de la clase...Por último, decirte que no hace falta saber mucha gramática para tomarse algo como grosero cuando se está tachando a alguien de "zoquete" o de "ignorante".Dado que no se puede decir zoqueta o ignoranta.
Hola, soy el autor de estas líneas. Primero: perdón por la errata de Drapper, no tiene justificación. En cuanto al dónde, lo escribí primero con tilde y luego la quité. Creo que debe ir sin ella. Por eso no lo corregí. Nunca pensé que los comentarios de un blog de series se convertirían en un debate sobre la ortografía. No me regañaban desde el colegio por una falta.Alguna consideraciones:Claro que Mad Men tiene que ver con Cuéntame o con Forrest Gump: sitúa la historia como telón de fondo, no juzgo la calidad de cada una de ellas, pero si la intención narrativa. Gatsby y Tom Ripley: son personajes muy diferentes de Draper, pero tienen varios puntos en común, el principal de ellos es el misterio. Nadie sabe quién es Gatsby y nadie sabe quién es Ripley, como nadie sabe quién Draper.Sí, creo que Betty es una mujer inteligente, consciente de que su opción vital, ser mujer de, le lleva a la depresión. Es un personaje muy interesante, que refleja como pocos el cambio de época y de paradigma.No he querido hablar de más personajes para no desvelar nada. Pero están, están...Un abrazo
Me llama la atención que, ante un post excelente en forma y fondo, haya quien se pierda (por propias limitaciones y pura envidia) en tecnicismos ortográficos. Si cogemos cien españoles al azar, honestamente, ¿cuántos podrían conocer de modo EXACTO las normas ortográficas aludidas? Mi enhorabuena al autor, que ha descrito de manera estupenda el contexto de Mad Men con su tiempo y con nosotros mismos. Cuando vea algo escrito por Guillermo Altares entraré a leerlo con la seguridad de que será interesante, aunque ponga Draper con dos p. No me importa.
La serie de las series ahora mismo para mi. El gran Don es algo fuera de lo común en cuanto a un personaje masculino en una serie. Quizá solo sea superado por el gran Walter White. Quiero que pasen unos cuantos capítulos para ponerme con la quinta temporada porque soy incapaz de ver un capítulo cada semana. La espera por el siguiente me vuelve locohttp://basketcervezasseriesymas.blogspot.com.es/
Si quereis ver el registro comico de 2 de los actores de Mad men...John Slattery irreconocible y a años luz del Roger Sterling en el capitulo Brooklyn Without Limits 5X07 de la serie 30 Rock.Jon Hamm como el Dr Baird en los episodios de la tercera temporada (3x10,3x11,3x15) de 30 Rock.Jon Hamm aparece en mas episodios de 30 rock, pero estos son en los que mas presencia tiene.
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Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.