_
_
_
_
_

Colau exige al comité del Metro que debata su propuesta con la plantilla

TMB reportó una caída del 26% de pasajeros en las franjas de parón de la jornada de huelga

Control del acceso a los andenes en la estación de La Sagrera, ayer, durante la huelga de metro
Control del acceso a los andenes en la estación de La Sagrera, ayer, durante la huelga de metroALBERT GARCÍA

En el décimo lunes consecutivo de huelga en el metro de Barcelona, Ada Colau hizo ayer una defensa cerrada de la gestión que hace su equipo del conflicto laboral. La alcaldesa avaló a la presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Mercedes Vidal, tras las peticiones de dimisión de la CUP y ERC y la reprobación que promueve el grupo de Xavier Trias. Colau dijo que todo lo que han puesto sobre la mesa son mejoras, que no entiende la huelga y pidió a los sindicatos que lleven a la asamblea la propuesta de la empresa.

Tras mostrar “plena confianza en trabajo de interlocución de Mercedes Vidal”, Colau recalcó que “durante dos años” la empresa TMB ha puesto mejoras laborales sobre la mesa en la negociación del nuevo convenio colectivo. “Entiendo que los trabajadores reivindiquen mejoras, forma parte de la normalidad de las reivindicaciones, pero planteamos mejoras dentro de los límites legales en todos los ámbitos: salarial y de condiciones laborales”, afirmó la alcaldesa, que está de baja maternal, pero acudió ayer al acto de presentación del Observatorio Metropolitano de la Vivienda.

Colau aprovechó para cargar contra los paros parciales convocados indefinidamente para los lunes: “Me parece una situación de anomalía y difícil de entender, sobre todo para el conjunto de la ciudadanía”. Los trabajadores decidieron hacer parones todos los lunes laborales, la Diada y durante las fiestas de la Mercè como método de presión sobre la empresa.

Huelga en el Bicing

Mañana miércoles comienza la huelga en el Bicing. Los trabajadores han convocado 15 días de paros parciales en todos los turnos y todas las áreas de trabajo del servicio de bicicletas públicas, menos en la atención telefónica. En este caso, el origen de la protesta son las condiciones laborales y salariales de la plantilla, de unos 150 trabajadores.

Se trata de unas condiciones que no han variado en los más de diez años del servicio del Bicing pero que los sindicatos aseguran que ahora son objeto de protesta porque han sido subrogados por Clear Chanel y no tendrán represalias por parte de Movement, la firma subcontratada por el concesionario del servicio.

La alcaldesa, que salió trasquilada de su intento —fallido— de cerrar un acuerdo durante la huelga del Congreso de Móviles el año pasado, fue especialmente dura con el comité de empresa del suburbano, en el que CGT tiene mayoría. “Cada vez que estamos a punto de llegar a un acuerdo el comité de empresa pone algo nuevo sobre la mesa”, criticó. Colau confirmó que no habrá nuevas propuestas, como ya había adelantado Vidal la semana pasada, un posicionamiento que motivó la petición de dimisión por parte del jefe de filas republicanas en el Ayuntamiento, Alfred Bosch.

“Se hicieron propuestas de mejora sobre el convenio y TMB dijo que sí, aunque suponía un esfuerzo, y el comité no lo trasladó a los trabajadores, no los sometieron a la opinión de la asamblea”, afeó Colau, que pidió que las propuestas de TMB se sometan al máximo órgano de decisión de los trabajadores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

¿Y si no hay un cambio? “Hay un límite legal en las mejoras” que TMB puede hacer, recordó la alcaldesa en referencia a la ley de la racionalización de las Administraciones públicas, la llamada ley Montoro. “Tienen todo el derecho, pero ni la ciudadanía ni yo personalmente lo entiendo, estoy perpleja”.

Las negociaciones están en un punto muerto y las Administraciones y TMB se tomarán un tiempo para evaluar el camino recorrido. Colau repasó ayer las reuniones previstas para esta semana: con la mediación de la Generalitat, de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMB) y un consejo extraordinario del metro, convocado por Transportes Metropolitanos de Barcelona.

CGT recordó ayer en Twitter que sus líneas rojas son impedir las externalizaciones y acabar con las condiciones precarias que ven en puestos de trabajo que ahora son temporales. El sindicato mayoritario cree que el Ayuntamiento ha fiado la solución de la huelga a “la criminalización” de la protesta y al “capital político de Ada”.

En medio del intercambio de reproches está la ciudadanía, que ayer aguantó, apretujada y con un calor insoportable en los vagones, el décimo lunes consecutivo de paros parciales. TMB informó de una reducción del 26% del pasaje con respecto a un día tipo de julio. Las críticas arreciaron entre los usuarios y por parte de los partidos de la oposición del Ayuntamiento.

Si la semana pasada fue la CUP quien pidió la dimisión de Vidal, este domingo fue el grupo municipal de Esquerra Republicana. Y ayer el PDeCAT anunció que llevará a la comisión de Urbanismo, Ecología y Movilidad una proposición para reprobar a Vidal. También Ciutadans y el PP arremetieron contra la gestión de la crisis.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_