Concierto en el cementerio
La programación de los Veranos de la Villa para el verano se reparte por nuevos escenarios
La banda americana de rock Giant Sand tiene más de 20 años y aún más discos a sus espaldas, y ha actuado en todo el mundo, unas cuantas veces. Pero no fue hasta el verano pasado cuando su cantante, Howe Gelb, exclamó, alucinado: “Este es el lugar más increíble en el que he tocado nunca”. No era el gran estadio de una gran capital, sino un rinconcito del barrio de Moratalaz: el sol se ponía cuando el de Tucson iniciaba el concierto en el auditorio del parque La Cuña Verde, tiñendo el cielo sobre los lejanos rascacielos de un verde de ciencia ficción.
El pequeño anfiteatro pentagonal se construyó hace cinco años, y hasta hace uno era ignorado hasta por quienes vivían a pocos metros. La belleza de la propia estructura, del enclave y de las vistas de Madrid que propicia su ubicación elevada, fue rescatada el año pasado por Los Veranos de la Villa, la iniciativa cultural del Ayuntamiento para el verano, que este año repite, con más ahínco. Sus responsables vuelven a expandir la oferta por los 21 distritos, pero esta vez, con ansia exploradora: la de descubrir esos rincones ricos en patrimonio cultural, arquitectónico y natural que pasan inadvertidos no ya solo a los turistas, sino a la mayoría de los madrileños.
Aunque la música tendrá protagonismo, en las 90 citas programadas hasta finales de agosto, que empiezan desde hoy mismo, habrá de todo, en todos los sitios imaginables: conciertos, danza, teatro, circo, encuentros, fiestas y hasta conferencias sobre astronomía en el Planetario de Madrid, coincidiendo con el avistamiento de las perseidas. Parques, plazas, auditorios, naves industriales, calles, salas de cine, etcétera, serán los escenarios improvisados por toda la capital.
El estudio de arquitectura elii ha sido el encargado de dar con cada rincón idóneo para cada actuación, con una premisa: “Convertirnos en exploradores urbanos y salir de las fronteras de nuestro barrio”, dice Carlos Palacios, uno de los socios. Aunque repiten algunos lugares este año, como el mencionado auditorio de Moratalaz, descubren otros nuevos: la antigua Nave Boetticher de Villaverde, renombrada como La Nave a secas, es un complejo industrial diseñado en los años cuarenta por el ingeniero Eduardo Torroja, que hoy adopta nuevas y coloridas formas, tan rompedoras como lo que albergará el 8 de julio: el compositor Max Richter interpretará su obra Sleep, durante ocho horas que los asistentes pasarán tumbados en una experiencia de sueño (literal) colectivo.
El estadounidense Bonnie Prince Billy, inquieto prospector del folk, actuará el 18 de agosto en la Quinta de Torre Arias. Este fastuoso parque situado a espaldas de la calle de Alcalá fue rescatado el año pasado por los propios vecinos. El Ayuntamiento de Ana Botella heredó la finca en 2012, y su primer impulso fue cederla a la gestión privada. “Por suerte, hoy es un parque público en rehabilitación, y este concierto será un revulsivo para empezar a usarlo en eventos culturales y que la gente empiece a conocerlo. Porque lo que no está en el mapa de las actividades de Madrid, no existe”, explica Uriel Fogué, el otro socio de elii.
El estudio de arquitectura ha puesto especial empeño en que la oferta de Los Veranos de la Villa abarque el mayor número de lugares por descubrir. Habrá actuaciones en la plaza de la Asociación de Orcasitas —“con mucha solera y tradición de iniciativas vecinales”—, la Quinta del Duque —“por primera vez Patrimonio cede un espacio en El Pardo”—, o el pórtico del Cementerio de la Almudena, donde actuará la prestigiosa agrupación de música vocal antigua Stile Antico. “Las intervenciones en cada espacio son mínimas”, explica Fogué, y da con la clave: “Son por sí mismos escenarios increíbles. Basta con un buen sistema de luces y sonido para realzarlos. Arquitectura efímera, al servicio del arte”.
Una ópera en directo y DJ en la piscina
Conciertos y fechas. 90 citas, 66 días y 60 espacios de la ciudad, desde hoy y hasta el 3 de septiembre.
Precios. El 80% de las actuaciones serán gratuitas, mientras que para el resto, el precio máximo será de 15 euros.
Géneros. Las actuaciones contemplan nueve géneros artísticos y musicales, que incluyen música popular, clásica, jazz, rock, electrónica, flamenco, circo, danza, teatro, títeres.
Una ópera, Madama Butterfly, interpretada en el Teatro Real, será proyectada en directo en los 21 distritos.
Sesión piscinera. En dos piscinas habrá dos sesiones de DJ subacuáticas: en el Centro Deportivo de San Blas y en el Centro Deportivo Francos Rodríguez.
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