Societat Civil reclama a Puigdemont que abandone la “rebeldía institucional”
Los dirigentes de la entidad contraria a la secesión se reúnen una hora con el president en el Palau
La dirección de Societat Civil Catalana, la entidad contraria a la secesión, ha mantenido este mañana una reunión de una hora con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la que le ha solicitado que abandone “la rebeldía institucional” en la que, a su juicio, está inmerso el Ejecutivo catalán y deponga el actual proceso secesionista por no respetar el principio de legalidad. El colectivo considera que el 48% de los votos que los secesionistas lograron el 27-S no autoriza a la Generalitat a empezar y menos a culminar ninguna hoja de ruta fuera del actual ordenamiento jurídico.
Rafael Arenas, presidente de la entidad, y Joaquim Coll, vicepresidente de misma, han remitido al president un documento en el que analizan la situación que vive Cataluña. El informe solicita al Gobierno catalán que cumpla tres compromisos: el primero, que acate la neutralidad institucional y cesen las “injerencias” del nacionalismo como, por ejemplo, en el sistema educativo; segundo, que la Generalitat trabaje para recuperar al convivencia y acaben las “situaciones de acoso y estigmatización del que piensa diferente, incompatibles en un sistema democrático”; y, tercero, que actúe con transparencia y pluralismo y deje de ser una máquina de “propaganda” del separatismo.
La cúpula de Societat Civil ya se reunió en 2014, poco después de su fundación, con Artur Mas. Tras la entrevista de hoy y en unas declaraciones en el Palau de la Generalitat, Arenas ha señalado que el intercambio de impresiones se ha realizado de forma “cordial” pero se ha preferido no explicar, por razones de protocolo, la postura que les ha trasladado el president. Arenas no ha querido valorar la nueva situación generada tras la ruptura entre Junts pel Sí y la CUP al señalar que, por sistema, no analizan la práctica parlamentaria pero si ha hecho una pincelada sobre la moción de confianza que ha anunciado Puigdemont.
“La moción de confianza está condicionada por un propósito de rebeldía constitucional. Lo que se discute es si debe ser explícita, como reclama la CUP, o no tanto, como solicita Junts pel Sí”, ha señalado. Y ha remarcado que rechazan también que esa moción se debata tras el 11-S. “Esperamos que no se haga un uso partidista de la fiesta, que debería ser de todos los catalanes. No es una buena idea”. La entidad se opone también al referéndum pactado y ha sostenido que los diputados que lo defienden en Cataluña no alcanzan las 2/3 partes de los del hemiciclo. Actualmente, lo apoyan 83 diputados (Junts pel Sí, Catalunya Sí que es Pot y Podem) de 135 (lo rechazan Ciudadanos, PSC y PP)..
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