Homs admite descoordinación en la Generalitat por la subida de impuestos

El hombre fuerte de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en Madrid, Francesc Homs, admitió ayer descoordinación en el seno del Gobierno catalán a propósito de la propuesta de Esquerra de introducir modificaciones en el impuesto de la renta (IRPF) e instó a los republicanos a ceñir sus iniciativas a los debates internos del Gobierno. Fue la enésima muestra de la división que ha generado el plan liderado por el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, en el seno de la coalición de Gobierno Junts pel Sí.

La sugerencia de subir la presión fiscal a las rentas de más de 100.000 euros ha elevado tanto la tensión en el Gobierno catalán que la única decisión que ha tomado es que la solución definitiva no la tome la Generalitat. Tanto CDC como ERC fiarán sus posiciones a las enmiendas que los partidos puedan presentar a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos en su trámite parlamentario, a partir del mes de junio. Las modificaciones en el tramo autonómico del IRPF no se incorporarán al texto que salga de la Generalitat y el debate se ha convertido en el pistoletazo de salida de la precampaña electoral en Cataluña. Cada partido quiere marcar perfil propio en esa materia.

La propuesta de ERC —gravar más a las rentas altas y aligerar de carga impositiva a las más bajas sin mermar los ingresos del IRPF que acaban en las arcas autonómicas— son también un guiño hacia la CUP, el aliado parlamentario de Junts pel Sí. La formación anticapitalista es favorable a esa progresividad en el impuesto de la renta, pero no la utilizará como condición sine qua non en unas negociaciones.

En ese campo entra el PSC, que también reconoce que la modificación del IRPF está “en línea” con sus postulados. Pero los socialistas señalaron ayer que podían votar a favor de esa propuesta siempre y cuando forme parte de un planteamiento impositivo global, en el que se tengan en cuenta cambios en otras figuras tributarias.

El Departamento de Economía (en manos de ERC) cree que su planteamiento es equilibrado y que no menguará los ingresos. Según aseguran, su posición de origen es la de rebajar la fiscalidad a quienes ingresen menos de 17.000 euros para acercarlos a lo que se paga de promedio en el resto de España. Pero sostienen que, en la actual situación de las cuentas públicas y el sistema de financiación autonómica, solo se puede hacer buscando más recursos entre quienes más ingresan.