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Salud alerta de que el tabaco de liar es más perjudicial que los cigarrillos

El Departamento constata que el consumo de cigarros liados se ha multiplicado por siete desde 2006, sobre todo en jóvenes

El secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, alertó ayer de un aumento del consumo de tabaco de liar, sobre todo entre los jóvenes. El uso de cigarrillos hechos a mano ha pasado del 3% en 2006 al 24% en 2014, con un aumento mayor en la población fumadora de entre 15 y 34 años. Mateu advirtió de que los cigarros liados son más perjudiciales que los manufacturados y apostó por desmontar "los mitos" en torno al tabaco de liar. "Hay que desmitificar algunos tipos de consumo como el cigarrillo electrónico o el  de liar: No es cierto que sea más natural, ni más ecológico, ni más fácil de dejar", apuntó el secretario de Salud Pública.

El Departamento de Salud aprovechó el marco de la Semana sin humo para hacer públicos los últimos datos sobre el consumo de tabaco en Cataluña, una práctica que provoca 10.000 muertes anuales en el territorio. Mateu celebró que el número de fumadores en la comunidad haya disminuido en 200.000 personas entre 2011 y 2014, pero lamentó que, pese a haber registrado los mejores datos de la historia, todavía tengan este hábito 1,6 millones de catalanes (el 25,9% de la población). "Hemos ayudado a desmontar muchos mitos pero no se puede decir que este problema esté superado y la situación esté ganada. Todavía queda mucho por hacer", advirtió el secretario de Salud Pública.

Mateu hizo especial hincapié en la lucha contra los mitos que rodean al consumo del tabaco de liar y recordó que existen pruebas científicas que revelan que el cigarrillo hecho a mano tiene dosis superiores de nicotina y aditivos. Salud ha detectado que el perfil de fumadores de tabaco liado es el de jóvenes con estudios secundarios y universitarios, que creen que es más natural.

El incremento de consumo de tabaco de liar ha ido en detrimento del manufacturado, que ha pasado del 92% en 2006 al 78,4% el año pasado, un periodo en el que las ventas se han desplomado casi un 50%, mientras que las de picadura de tabaco se ha incrementado un 12%.

En relación a los cigarrillos electrónicos, Mateu ha destacado que el consumo se ha mantenido en niveles muy bajos en los últimos años y actualmente lo usa el 0,7% de la población adulta de Catalunya.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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