_
_
_
_

El complejo de BCN World tendrá torres de 80 metros de altura

La Generalitat eleva el techo residencial del terreno anexo a los resorts

Dani Cordero
El consejero Mas-Colell, entre los alcaldes de Salou, Enric Granados (izquierda), y el de Vilaseca, Josep Poblet (derecha).
El consejero Mas-Colell, entre los alcaldes de Salou, Enric Granados (izquierda), y el de Vilaseca, Josep Poblet (derecha). Josep Lluís Sellart

La Generalitat ha dejado de utilizar el nombre BCN World como la marca del proyecto turístico ligado al juego que quiere impulsar en la Costa Daurada. Se trata del primer paso para cambiarlo, pero el espíritu del recinto que acogerá hoteles, comercios de lujo y casinos sigue siendo bastante similar al que diseñó su promotor inicial, Veremonte, ahora desplazado por la Administración catalana. Y en ese contexto el Ejecutivo de Artur Mas piensa en un perfil arquitectónico bastante parecido al que ya tenía pensado la compañía de Enrique Bañuelos. Grandes edificios que alberguen en su interior las actividades y que, de puertas afuera, se conviertan en la imagen de BCN World, se llame como se llame. Y que puedan alcanzar más de ochenta metros de altura.

Altos cargos de los departamentos de Economía, Territorio y Empresa encabezados por el consejero Andreu Mas-Colell se trasladaron ayer a Tarragona y Salou para explicar los detalles de los primeros documentos del Plan Director Urbanístico (PDU) que marcará las reglas de edificación de los terrenos donde se levantará el macrocomplejo. Y uno de los elementos básicos que pudieron detallar es que permitirán construir edificios de hasta 25 plantas, referencia que se ha tomado teniendo en cuenta la estructura más alta existente actualmente en la zona: la montaña rusa Xhambala, aunque esta se eleva solo hasta los 76 metros de altura en el parque de Port Aventura.

Cada operador, una vez presente el proyecto, deberá decidir si quiere optar por una torre o si prefiere repartir el techo que se pueda construir en inmuebles más bajos. Y, según dijo el director del Insituto Catalán del Suelo (Incasòl) y coordinador de los trabajos sobre BCN World, Damià Calvet, no se podrán construir más de uno de esos edificios por resort, que serán los que albergarán el grueso de la actividad hotelera y de juego y por tanto podrán absorber más volumen.

El Ejecutivo defiende que esos terrenos serán para usos turísticos

Así figura en el proyecto de objetivos del PDU, que ya se ha culminado, a la espera de que el conjunto de la planificación pueda se apruebe en julio. De momento, esos primeros elementos ya se han empezado a explicar a las compañías preseleccionadas para hacerse con una licencia de juego en el macrocomplejo. Grupo Peralada conoció los detalles la semana pasada y Melco los sabrá la próxima. Ayer, si no tenían idea ya, tuvieron conciencia los alcaldes de Vila-seca y Salou.

La Generalitat insiste en que BCN World es una oportunidad para convertir Cataluña “en un hub mundial de la industria del turismo de negocios” y con ese argumento está dispuesta a permitir un máximo de 1,59 millones de metros cuadrados de techo orientados a usos turísticos. Pero, pese a lo que se había dicho inicialmente, también está prevista la construcción de nueva vivienda, pretensión del Gobierno que amenaza con romper el pacto firmado con el PSC y que permitió desbloquear la ley de BCN World. El PDU mantendrá el planeamiento vigente que permitiría construir hasta 2.500 viviendas.

Mas-Colell admite que en diciembre el proyecto “se tambaleaba”

El consejero Mas-Colell lo admitió ayer, si bien dijo que el Gobierno no podía hacer nada para evitarlo después de que Veremonte no ejecutara la opción de compra sobre 500 hectáreas que tenía firmado con La Caixa. Al romperse aquella opción el pasado 10 de diciembre, y al ver que el proyecto “se tambaleaba” —según reconoció—, el Ejecutivo actuó de forma acelerada y firmó otra opción de compra con la entidad financiera, pero más modesta. Solo incluía 150 hectáreas, las suficientes en las que ubicar los cuatro resorts de BCN World que ahora estarían comprometidos.

Sobre esas hectáreas es donde el Gobierno se está centrando en la elaboración del PDU. Sobre el resto de terrenos donde se podrán construir viviendas, y especialmente una pastilla propiedad de La Caixa situada por debajo de la carretera C-31. Mas-Colell dijo que incluso han reducido el límite máximo de techo residencial en esa zona, que pasa de los 318.000 metros cuadrados del planeamiento actual a 283.000 metros cuadrados.

Pero esa reducción tiene matices y no menores. Mientras que se reduce la superficie para construir vivienda, se habilitan otros 218.000 metros cuadrados en los que se podrán hacer un mixto de residencial y turístico. Es decir, los pisos que se podrían construir actualmente si se demandaran licencias podrían ser apartamentos turísticos e incluso se podrían levantar en esa pastilla hoteles.

El resultado: donde La Caixa —o quien le adquiera los terrenos— podía construir 318.000 metros cuadrados de residencial ahora podrá promover 500.000 de residencial y turístico. El objetivo es que en la zona se pueda promover también actividad económica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_