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La región registra el número de crímenes más bajo de la última década

Las muertes violentas, con 34 víctimas, se quedan en un tercio de las de 2003

F. Javier Barroso
Funerarios trasladan el cuerpo de H. D. A., degollada el 20 de abril.
Funerarios trasladan el cuerpo de H. D. A., degollada el 20 de abril.claudio álvarez

La región va a cerrar el año, salvo cambios importantes de ultimísima hora, con un importante descenso de los homicidios. Según los datos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en los 12 últimos meses se han registrado 34 muertes violentas, lo que supone una caída superior al 30% frente a los 49 de 2012. Esta cifra es la menor de la última década. Fuentes policiales dan varios motivos como el traslado de las bandas criminales a otras zonas menos vigiladas del país, el aumento de la presencia policial, en especial por las noches, y la intervención de los servicios de emergencia, que han evitado bastantes muertes.

Lejos queda ya el fatídico año de 2003 en el que murió un centenar de personas asesinadas. Los agentes de Homicidios tuvieron un año de trabajo desbocado que obligó a crear hasta un grupo más de esta especialidad, sobre todo por los ajustes de cuentas de la capital y de la periferia. Si en aquel entonces, se daba un crimen cada tres días y medio, la situación se ha ralentizado. Ahora muere asesinada una persona cada 11 días por término medio. Los responsables de Homicidios reconocen que la situación es “anómala” y que la cifra puede ser “con diferencia” la más baja de todas las capitales importantes de la Unión Europea. Los datos definitivos no se conocerán hasta pasado el primer trimestre de 2014. “Lo normal es que se registre un crimen por cada 100.000 habitantes y año. Eso supondría que Madrid tendría que tener unos 65 asesinatos al año”, explica un mando policial.

34 víctimas en 2013

Desde el 1 de enero de este año hasta la medianoche de ayer, se han registrado 34 homicidios en la región, de los que 27 se han producido en el territorio del Cuerpo Nacional de Policía (la capital y las poblaciones importantes). Los siete restantes ocurrieron en la demarcación de la Guardia Civil (municipios de menos de 50.000 habitantes).

Los agentes de Homicidios de la Policía Nacional han resuelto 22 de los 27 crímenes, lo que arroja una efectividad del 81,5%. Los agentes del instituto armado ha esclarecido el 100% de las muertes violentas.

Las muertes en el ámbito familiar, lo que incluye la violencia de género, han sido las más numerosas. La región ha sufrido 19 casos. Todos que han sido resueltos. Le siguen las peleas y los ajustes de cuentas (cinco, cada uno), tres por robo y uno durante una discusión, según fuentes policiales.

Esta tasa tan baja de homicidios obedece, según diversas fuentes, a varios factores. Uno de los más importantes son las llamadas expulsiones cualificadas. Mediante este sistema los delincuentes más peligrosos, aquellos que acumulan mayor número de infracciones penales o las muy graves, son expulsados en cuanto terminan de cumplir sus condenas. Se les impide que se queden en el país y continúen con su carrera delictiva.

Otro aspecto que también ha afectado, aunque pueda resultar paradójico, es la crisis económica. Muchos delincuentes han visto como Madrid no resultaba rentable para sus ilícitos negocios y han preferido cambiar e instalarse en puntos con mayor movimiento económico. La tasa de criminalidad en la región policial (la capital y los municipios importantes) ha bajado este año un 3%. Esa falta de negocio criminal también ha desembocado en que el número de ajustes de cuentas se haya reducido a cotas muy bajas. Ya no resulta habitual que llegue un sicario procedente de un país extranjero y acabe con un rival a tiros, como sucedía al principio de la anterior década. “Se ha controlado mucho el tema documental. A ello se une que los ajustes de cuentas se resuelven todos y que se arresta tanto al autor como a las bandas que están detrás de los mismos”, explica un responsable del instituto armado.

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También el número de personas que se divierte por las noches es menor que el de hace años. “La gente en general sale bastante menos por la noche. El número de reyertas ha descendido de manera casi increíble hace años. Durante 2013 han sido casi nulas en comparación con las que se producían en los años 2003 o 2004”, afirma un alto mando de la Guardia Civil. “En la calle no hay nada en comparación con lo que había antes. Un fin de semana podían juntarse en Madrid miles y miles de personas, pero la crisis ha hecho que eso haya bajado bastante”, añade un mando policial.

La crisis también se ha dejado notar en el ámbito delincuencial

Otro factor que ha permitido esa bajada es el control de las bandas latinas juveniles violentas. A principio de la pasada década se instalaron en la región peligrosos dirigentes de grupos como los Latin King, los Ñetas o los Dominican Don´t Play (DDP), que importaron los métodos de resolver sus problemas y de proteger sus territorios: la violencia desmedida. Los navajazos y esporádicamente las armas de fuego eran los métodos utilizados. Cada año solían morir cuatro o cinco jóvenes en las luchas rivales callejeras. Como mínimo. Además, cada muerte era contestada semanas después con el asesinato de algún integrante de la banda rival, dentro de una guerra sin cuartel. Los agentes de Información (dedicados a estos grupos, además del terrorismo) hicieron un largo trabajo de campo hasta que acabaron por descabezar en varias ocasiones a estas bandas. Todo ello, seguido de sentencias de decenas y decenas de años de cárcel, han motivado que estas organizaciones estén ahora mismo latentes. “Se saben perseguidas y controladas”, afirma con orgullo un jefe policial.

El aumento de la presencia policial en puntos conflictivos, como algunas zonas de copas, junto con la rápida intervención de los servicios sanitarios son otras dos causas que han favorecido el descenso de crímenes. “Con los servicios sanitarios que hay hoy en día en la Comunidad de Madrid, o te matan en el acto o los médicos del SAMUR o del Summa te salvan la vida en muchos casos”, reconoce el jefe policial. “También se ha notado la presión policial. A las mafias no les interesa estar en la región porque saben que hay muchos agentes en las calles y que cada vez se les controla más”, destaca a renglón seguido.

Muchas mafias se han marchado de Madrid ante la presión policial

Si las cifras son “bastante aceptables”, lo que falla es el capítulo de crímenes en el ámbito familiar y más concretamente de violencia de género. Es el único que ha subido y de manera importante. Ni las campañas desde el Gobierno central ni los consejos que periódicamente se emiten han permitido acabar con esta lacra. Durante 2013, un total de 19 personas han muerto por este motivo, en su inmensa mayoría mujeres. “La solución no es fácil, porque muchas veces la víctima se resiste a denunciar, sin darse cuenta de que es la única forma de que pueda salir de un ambiente peligroso. Y si no lo hace la mujer, también pueden acudir a nosotros sus familiares cercanos, los amigos o incluso los vecinos”, anima el jefe de la Guardia Civil.

El índice tan bajo de homicidios también se ha reflejado en la eficacia policial. A menos trabajo, mayor índice de crímenes esclarecidos. La Guardia Civil se apunta un pleno al no tener ningún caso pendiente de este año. La policía, por su parte, ha subido desde un 72% al 81,5%. La mayoría de los detenidos son españoles, seguidos de los rumanos.

¿Y cómo se presenta el futuro? Los mandos policiales reconocen que será “prácticamente imposible” mantener esta tendencia en el nuevo año que comienza pasado mañana. Así de hecho ocurrió en 2011 respecto a 2010. “Es lo perverso que tienen las estadísticas. Si un año se baja mucho, en cuanto suba algo al siguiente parece que no se ha hecho bien el trabajo, cuando realmente no es así”, reconoce un mando de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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