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Un ladrón de precisión suiza

En menos de una década, Ismael Arriero Valcarce ha pasado de cometer alunizajes en la calle de Serrano a idear el mayor golpe a una joyería de España

F. Javier Barroso
Ismael Arriero Valcarce, alias El Troll o El Cabeza.
Ismael Arriero Valcarce, alias El Troll o El Cabeza.

Ismael Arriero Valcarce, un ladrón de 31 años, conocido como El Troll,ha pegado un salto cualitativo en menos de diez años. De participar en alunizajes (empotrar un vehículo contra un escaparate) en el distrito de Salamanca ha pasado a convertirse en el supuesto autor intelectual del mayor golpe de España en el sector de la joyería. La policía lo acaba de detener como el presunto autor del robo de 1.700 relojes de altísima gama valorados en 23 millones de euros cometido en diciembre de 2012.

Lejos quedan ya sus inicios en las famosas torres de Villaverde, donde se concentraban los aluniceros más famosos de la región. El principal apodo de Arriero Valcarce, El Troll, se ha quedado antiguo. De abril hasta ahora, ha sufrido una gran transformación. La policía cree que se ha operado. No tiene las orejas tan separadas de la cabeza, se ha arreglado la dentadura y también parte del rostro. En el último golpe, el que le ha hecho más famoso, ha cambiado. Le llaman El Cabeza, porque es de los más listos en su oficio. Frente a sus directos competidores, que se caracterizan más por la violencia y la rapidez, Arriero prefiere pocos golpes y muy estudiados para no fallar, según fuentes policiales.

Los inicios de El Cabeza se remontan a 2004, cuando contaba con poco más de 20 años. Entonces vivía en las torres de Villaverde. Estos edificios situados en la zona de Plata y Castañar se convirtieron en el nido de los aluniceros. Por las noches, iban los líderes de las bandas a esta zona, como los Bote Vargas, y elegían a los que integraban esa madrugada el grupo que iba a asaltar alguna tienda de la calle de Serrano o los alrededores. “Era frecuente que fueran a las torres o al poblado de Las Mimbreras [en Latina, ya desaparecido] y seleccionaban a los más bregados. Formaban pequeños grupillos y salían por Madrid”, destacan fuentes policiales.

La primera detención que le consta por robos a El Cabeza es de noviembre de 2005, en la Operación Bravo. Fueron arrestados 17 supuestos ladrones y se recuperó un botín valorado en tres millones de euros, formado por joyas, relojes, ropa, coches, ordenadores, motos y dinero en efectivo.

Relojes recuperados por la policía en la llamada Operación Diarsa.
Relojes recuperados por la policía en la llamada Operación Diarsa.POLICÍA NACIONAL

A partir de ahí, ha sido arrestado en numerosas ocasiones. Protagonizó una de las huidas más famosas y renombradas de los últimos años. El 5 de diciembre de 2008 acudió bajo custodia de la Guardia Civil al cementerio de la Almudena para asistir a la incineración de su padre. Gracias a una tangana montada por unos 70 familiares y compinches, logró escapar en un Mercedes con los cristales tintados. Los agentes resultaron heridos.

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Poco tardaría Arrieron en caer de nuevo en las manos de la policía y de la Guardia Civil. Operaciones como Crónica, Camino o la más reciente Cronos han tenido detrás a este viejo conocido de las fuerzas de seguridad. “Ha ido in crescendo y a pasos agigantados. Ha pasado de ser un mero comparsa a convertirse en un líder. La razón es muy sencilla. Piensa y eso ya es mucho”, reconocen fuentes policiales.

La mayoría de las veces ha trabajado por encargo. Si alguien les pedía quesos, asaltaba junto con su banda un almacén. Al principio alquilaba pequeños trasteros para ocultar la mercancía a razón de seis euros al día. Pero conforme pasaba el tiempo llegó incluso a arrendar naves enteras, dada la gran cantidad de objetos robados que tenía. Le daban lo mismo joyerías que tiendas de bolsos. La policía le acusa incluso de haber arramplado con 13.000 teléfonos móviles en la terminal de carga de Barajas. También se dedicaron durante un tiempo incluso a las extorsiones a empresarios e industriales. “No dudaban en desplazarse a Barcelona, Vigo o Málaga para delinquir”, añaden fuentes policiales.

Portón blindado del bunker que tenía Arriero en una finca en Perales del Río, en Getafe.
Portón blindado del bunker que tenía Arriero en una finca en Perales del Río, en Getafe.

Al igual que ha adquirido más importancia como ladrón, Arriero ha ido incrementado su patrimonio. Ahora vive en un chalé de Fuenlabrada, junto a su mujer. También dispone de una finca en Perales del Río, en Getafe, en la que había construido un auténtico búnker. Dotado de gruesas paredes, la entrada se hace por una puerta reforzada.

La policía buscó a finales de agosto, cuando fue detenido, los relojes, pero no encontró ninguno. Los agentes creen que los guardaba en un cilindro oculto en la pared y, cuando se supo vigilado, se deshizo de ellos. ¿Dónde están? Esa es la gran incógnita.

El mayor golpe contra el sector de la joyería se registró el 1 de diciembre de 2012 en Diarsa, una empresa de distribución de relojes de lujo de origen suizo, en el número 245 de la calle de López de Hoyos. El asalto fue de película, según reconocen fuentes policiales. Los ladrones, a cuyo frente estaba supuestamente El Cabeza, anularon a primera hora de la tarde los sistemas de alarma con una de las claves de la empresa. Se llevaron las grabaciones de las cámaras de seguridad y recorrieron todo el edificio. Dispusieron de unas cinco horas para abrir un boquete de 50 centímetros en la cámara acorazada y se apoderaron de los 1.700 relojes. El control de toda la operación era tal que además de ser el autor intelectual también estuvo en la empresa en el momento del robo, según dice la policía. “Siempre le gusta coordinar las operaciones in situ”, reconocen fuentes policiales.

“Adoptaron muchas medidas de seguridad. Hablaban en jerga y con alias entre ellos para no ser descubiertos y dejar a los investigadores fuera de juego. En cuanto tenían la duda de que podíamos estar siguiéndoles, tiraban el teléfono móvil”, reconocen fuentes de la investigación.

Arriero pasó el verano en Ibiza y Marruecos, donde llevó un alto nivel de vida. Se codeaba con lo más granado de la isla y alquilaba yates de lujo. Detrás siempre está su hermano mayor José Luis, de 35 años, que se ha convertido en su fiel escudero y que no tiene “ni mucho menos” la inteligencia de El Cabeza, según la policía.

“Su gran pasión es la caza furtiva con galgos. Tenía 40 perros en la finca, de los que se hizo cargo la Guardia Civil. Se iba a la provincia de Cáceres para participar en cacerías”, describen fuentes policiales. “Cuando le detuvimos, se mostró muy prepotente y autosuficiente. Primero, hace como otros, como si no quisieran hablar, pero, cuando ya sonríen, son capaces de vender a cualquiera con tal de que no le caiga a ellos el marrón”, añaden.

La policía mantiene abiertas las investigaciones. Quedan bastantes flecos como saber cómo entraron en la empresa sin ser descubiertos. También tienen que hacer la investigación patrimonial de los hermanos Arriero. Creen que pueden tener bastantes posesiones en Marruecos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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