La oposición acorrala a Artur Mas por el ‘caso Palau’ y le exige explicaciones

La sesión del Parlamento de Cataluña de ayer repitió un esquema ya visto en el turno de control al presidente catalán, Artur Mas, cada vez que hay novedades sobre el caso Palau: la oposición acorraló a Mas y dedicó sus preguntas a exigirle explicaciones por la presunta financiación ilegal de su partido, Convergència Democràtica (CDC), unos hechos que el líder nacionalista negó. Un toma y daca habitual que tomó más fuerza tras conocerse, el martes, las conclusiones del juez instructor del caso: considera probado que CDC recibió 5,1 millones de euros a través de comisiones por la adjudicación de obra pública a Ferrovial.

Mas dará explicaciones el 31 de julio en una comisión parlamentaria en lugar de acudir al pleno. Y ayer pudo tomar nota de lo que pedirá la oposición: que detalle las finanzas de su partido y asuma responsabilidades. Mas no se comprometió a nada: solo dijo que, si en el juicio se sentencia que CDC se financió ilegalmente, él será “el primero en actuar”.

La estrategia de Mas pasó por presentarse ajeno a las finanzas del partido y mostrar confianza en los gestores de las arcas de CDC, pese a que el anterior tesorero del partido nacionalista, Daniel Osácar, está imputado en la causa: “De acuerdo con lo que se me ha explicado, no hay ninguna financiación irregular de CDC. Hay unos responsables de finanzas, y me los creo”, respondió al socialista Pere Navarro, que resumió en sus exigencias las de toda la oposición: “Explicaciones, responsabilidades, y sobre todo, comprométase a devolver el dinero si se confirman los indicios del juez”.

Mas persistió en negar las conclusiones de magistrado y retó a la justicia a “convertir sus indicios en pruebas”. El presidente de la Generalitat aseguró que todas las adjudicaciones a Ferrovial se hicieron siguiendo el concurso y confió en que el juicio sirva para demostrar la inocencia de CDC.

Si el juez demuestra las acusaciones,

La comparación con el caso Bárcenas fue inevitable para la oposición. La resumió el líder de Iniciativa, Joan Herrera: “En los dos casos hay corruptores y corruptos e indicios de financiación ilegal. Y en los dos casos hay evasivas”. ERC, que como aliada del Gobierno se guardó la contundencia que exhibió el resto de la oposición, pidió a Mas que no actúe como Mariano Rajoy y sea claro en sus explicaciones. Mas recogió el guante: “Yo no miro a otro lado, respondo directamente”.

A quien más molestó la comparación con el caso Bárcenas fue a la líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho. Intentó demostrar que ambos casos no tienen nada que ver. Mas tampoco le dio tregua: “Cuando hable de corrupción, tenga sentido de la medida. Y no voy más allá para no ofenderla personalmente”.