CiU frena la moción de censura en Sabadell contra Manuel Bustos
El alcalde recuperó ayer su cargo tras dos meses retirado por el ‘caso Mercurio’
El alcalde de Sabadell, Manuel Bustos (PSC), podrá respirar tranquilo, al menos durante un tiempo. La moción de censura de la oposición no se hará efectiva de forma inminente, a pesar de que había amenazado con ella en las últimas semanas si el edil y el resto de cargos imputados por el caso Mercurio no dimitían. Bustos, junto a media docena de concejales y cargos públicos del Ayuntamiento, están implicados en una trama de corrupción urbanística y tráfico de influencias. El caso Mercurio estalló el pasado 27 de noviembre y tiene como eje central la investigación del pago de comisiones por parte de empresarios de la construcción con el objetivo de conseguir obras públicas.
Debido a esta operación judicial, Bustos decidió retirarse temporalmente de la alcaldía el 4 de diciembre. Ayer retomó la vara de primer edil al agotarse el decreto que lo ha tenido apartado dos meses. Durante este tiempo, los cinco grupos de la oposición (que cuentan con un concejal más que los socialistas) han mantenido un bloqueo en la gestión del Ayuntamiento, tumbando incluso los Presupuestos y las ordenanzas para este año. También han amenazado en más de una ocasión con una moción de censura si no dimitían todos los cargos públicos imputados.
Los partidos de izquierda se muestran decididos a tirar adelante la moción de censura. Incluso el PP se abrió a “entrar en la propuesta”. El grupo de CiU, el segundo con mayor representación, es más precavido y ve la moción de censura como “la última opción”.
El portavoz nacionalista en Sabadell, Carles Rossinyol, se inclina por esperar a que se levante el secreto de la parte del sumario que afecta a Bustos y sus concejales. La que se refiere a la trama empresarial ya se levantó en enero. De las 31 tramas que componen el caso Mercurio, el juez mantiene imputado a Bustos por malversación de fondos, tráfico de influencias, delito contra la administración pública y por omisión de no perseguir el delito.
“Es el PSC quien debe mover ficha y hacer limpieza en la ciudad”, apostó Rossinyol. No obstante, los nacionalistas son conscientes de que el bloqueo que vive el Ayuntamiento no se puede eternizar. “Si los socialistas no entran en razón y se enrocan en no dimitir, entonces sí que apoyaremos la moción de censura” alertó el concejal de CiU.
Los cinco partidos de la oposición se reunieron ayer por la tarde para aproximar posiciones en cuanto a la moción y, especialmente, para ver las posibilidades reales de la gestión del Ayuntamiento el día siguiente, con partidos ideológicamente en las antípodas como el PP respecto a Entesa o ICV-EUiA (ecosocialistas y próximos a movimientos alternativos).
Con la moción de censura como una espada de Damocles, Bustos recuperó ayer sus funciones de alcalde y celebró una reunión con parte de su equipo (faltaban los concejales imputados). El regidor dijo volver con “la conciencia tranquila” y negó cualquier implicación en “ninguna trama de corrupción urbanística ni cobro de comisiones”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.