Cospedal: “El boicoteo al cava fue y sería una solemne barbaridad”

La tumultuosa tramitación del Estatuto de Cataluña dejó secuelas graves. Unas declaraciones de Josep Lluís Carod-Rovira en noviembre de 2004 diciendo que deseaba que Madrid no fuera sede de los Juegos desencadenó un boicoteo al sector del cava que provocó pérdidas de un 4%. El Partido Popular nunca alentó que los ciudadanos dejaran de comprar los espumosos catalanes pero en el imaginario siempre quedó asociada la idea de que quienes participaron en el boicoteo eran afines a los populares. Con la apuesta soberanista sobre ruedas, el PP está lanzando constantes mensajes y guiños de complicidad a los ciudadanos catalanes para que sepan que son queridos en el resto de España y hoy la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, ha visitado las cavas Freixenet para dar un apoyo incuestionable al sector.

“Yo estoy convencida de que la inmensa mayoría de los españoles considera el cava un producto de su país y de su tierra como los aragoneses o los de Castilla-La Mancha. {El boicoteo] es una solemne barbaridad”, ha dicho tras visitar las cavas en las que no se ha permitido el acceso a la prensa por deseo de la marca. “Espero que todo el mundo tenga muy claro que los que defendemos es que todos tenemos que defender lo de todos”.

Alicia Sánchez-Camacho, candidata del Partido Popular (PP), ha recordado que los españoles celebraron el Mundial y la Eurocopa con cava y que Freixenet es un símbolo de empresa que ha sabido exportar. La realidad es que es así porque precisamente Freixenet no es una firma a la que le pudiera perjudicar en exceso un posible boicot: el 85% de botellas las exporta (principalmente a Alemania) y el 15% restante se consumen en España. Y, de este último porcentaje, el 60% se venden en Cataluña. Pese a ello, Sánchez-Camacho ha subrayado que el 60% de los productos catalanes se venden en España. “Nuestra balanza comercial con el resto de España es de 22.000 millones de euros pero con el resto del mundo, sin España, sería negativa”.

Precisamente, Artur Mas, presidente de la Generalitat, esgrime la razón contraria porque sostiene que Cataluña exporta más que vende en el interior. No es ese el diagnóstico del PP que contrapone que la mayoría de clientes de las pequeñas y medianas empresas de Cataluña están radicados en el resto de España. “España es nuestro principal cliente y el separatismo rompe fronteras y fija aduanas y aranceles”, ha insistido la líder popular.

Durante la visita, un grupo de trabajadores se ha concentrado a las puertas de la empresa para denunciar que el bloqueo de su convenio. Los trabajadores denuncian que quieren reducir el 40% a los nuevos empleados y ampliar a los actuales un 15% la jornada además de suprimirles la antigüedad. De Cospedal ha abandonado la empresa al grito: “Donde están, donde se ven las reformas del PP” y “No es una crisis, es una estafa”.