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ATROPELLO MORTAL

“Yo tenía que ser el quinto del grupo”

Dos ciclistas muertos y otros dos heridos en Vallfogona de Balaguer, al ser embestidos por un turismo El coche arrastró 40 metros las bicicletas de los fallecidos

La policía realiza el atestado poco después del accidente.
La policía realiza el atestado poco después del accidente.HERMÍNIA SIRVENT

“Yo tenía que ser el quinto del grupo”, decía ayer José Luis Sánchez, en el lugar donde minutos antes dos ciclistas aficionados de Balaguer, de 35 y 40 años, resultaron muertos, un tercero herido grave y un cuarto herido leve al ser embestidos por un turismo en el término municipal de Vallfogona de Balaguer (Noguera).

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Compungido porque las víctimas eran sus amigos, pero al mismo tiempo impresionado por haber salvado la vida, José Luis seguía con el relato: “El sábado les dije que iría, pero a la hora de salir de casa hacía tanto frío que me he echado atrás y no me he presentado en el lugar convenido. ¡Qué suerte he tenido! Si llego a ir ese loco también se me lleva por delante”. De repente suena el teléfono: “Era mi madre. Pensaba que yo estaba en el grupo. Al hablar conmigo se ha tranquilizado”.

El accidente se produjo sobre la una de la tarde en el kilómetro 26 de la carretera C-13, que va de Lleida a La Seu d’Urgell, cuando por causas que aún están investigando los Mossos d’Esquadra, un coche que circulaba en dirección a Balaguer embistió por detrás con gran violencia a un grupo de cuatro ciclistas. Pere Pedrosa, de 35 años, y Joan Alcázar, de 40, fallecieron en el acto. Los heridos fueron trasladados al hospital Arnau de Vilanova de Lleida.

El estado en el que quedaron tanto el coche, con importantes daños en la parte central y parabrisas, como las bicicletas, totalmente irreconocibles y convertidas en un amasijo de hierros, da cuenta de la gravedad del accidente. En la cuneta quedaron esparcidos y triturados sillines, radios, cascos, bidones de agua y gafas.

La noticia del trágico atropello corrió como la pólvora en la ciudad de Balaguer, donde los ciclistas atropellados eran personas muy conocidas. Familiares y amigos se trasladaron inmediatamente al lugar del accidente, y allí se vivieron momentos de gran dramatismo y también de indignación por un accidente que, según ellos, se habría podido evitar si el conductor del vehículo, que ha dado negativo en la prueba de alcoholemia, hubiera actuado con más prudencia al adelantar a los ciclistas.

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El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia

El coche embistió al grupo, que en teoría circulaba por la parte derecha de la calzada, dotada de un arcén de un metro, en una larga recta y frente a una señal de cruce que limitaba la velocidad a 80 kilómetros por hora. Al menos dos de los ciclistas fueron embestidos y sus bicicletas arrastradas por el centro de la calzada durante 40 metros, sin que en ese tramo se observe en el asfalto ninguna huella de frenado. La única señal que quedó marcada en la calzada fue una línea recta trazada por una de las bicicletas arrastrada.

Los Mossos d’Esquadra investigan la causa del accidente, para lo cual tendrán que determinar a qué velocidad circulaba el vehículo implicado, el punto exacto del alcance y si su conductor dejó la distancia reglamentaria en el adelantamiento de los ciclistas. De momento, no existe ningún cargo contra el conductor, pero si una vez terminada la investigación se concluye que cometió una negligencia grave podría ser detenido y acusado de un delito contra la seguridad del tráfico. En este caso, la calzada se encontraba en buenas condiciones y se descarta que el Sol hubiera podido deslumbrar al conductor.

Las víctimas del atropello estaban federadas y pertenecían al club Radical Intersport de Balaguer. Los cuatro ciclistas eran amigos y muy aficionados al deporte del pedal desde pequeños. Cada domingo organizaban salidas en grupo por la provincia, en la que a veces participaban más de docena de corredores, sobre todo cuando hace buen tiempo.

La salida de ayer, la menos numerosa debido a las temperaturas gélidas de los últimos días, la iniciaron a las 9.30 horas y la ruta transcurrió con normalidad por las localidades de Agramunt, Tàrrega (ambas de la comarca del Urgell) y Lleida. En el momento de ser embestidos se encontraban casi al final del trayecto, frente a un polígono industrial, a unos dos kilómetros del punto de partida.

Gregorio, otro miembro del club que había realizado numerosas salidas con los ciclistas fallecidos, explicó desconsolado que el frío también le hizo quedarse en casa, aunque él no era tan asiduo de las salidas dominicales porque sus compañeros “están más fuertes que yo”.

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