"Un físico tiene la cabeza amueblada para todo"
María Rosario (Charo) Heras habla con pasión de física, de su investigación sobre ahorro energético en la arquitectura bioclimática, de los toros que le gustan como afición (junto con la música clásica) y, de nuevo, de la cuestión bioclimática. Tanta intensidad pone en sus explicaciones, comentarios y recuerdos, que se olvida de comer. El atún a la brasa que ha escogido se enfría. La ensalada aguarda un buen rato en el plato hasta que intercala los bocados de tomate con sus planes para la Real Sociedad Española de Física que ahora preside, con la energía solar, con su trabajo con arquitectos e ingenieros...
El hecho de ser la primera mujer presidenta de esta sociedad desde su fundación -hace 103 años- ha motivado, en gran medida, el encuentro, pero Charo Heras huye del discurso previsible: "Como físico no me he sentido discriminada, aunque es un mundo de predominio masculino; algo de trato diferente, o deferente, sí que notaba en la UE, hace más de 20 años, cuando yo era el único español (española) que acudía a las reuniones del área de conocimiento".
Es la primera mujer al frente de la Real Sociedad de Físicos en 103 años
En su elección para presidir la Real Sociedad de Física cree que han pesado sobre todo sus muchos años de trabajo en esa sociedad científica. Ahora quiere que aumente el número de afiliados para que adquiera mayor peso social y político, y que sea el punto de unión de todos los físicos, independientemente de si se dedican a la investigación, a la docencia o a la empresa. "Hay físicos trabajando en todas partes: en economía, en bancos, en hospitales... Es que nos amueblan la cabeza de manera que somos flexibles para entender situaciones diferentes", dice Heras. Tan flexible y amplia es esta disciplina que cuenta con orgullo la charla que dio en el aula cultural de Las Ventas sobre la física en las corridas de toros.
Charo Heras, hija de maestro de ciencias y de maestra de letras, nacida en Zamora pero criada en Valladolid (no especifica el año), le cogió el gusto a la física con la profesora de Química en el Bachillerato. Al acabar la carrera se decantó por la ciencia experimental y la eficiencia energética es su mundo, desde hace tiempo, en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas. Está dirigiendo 21 proyectos de energía, siete tesis doctorales y el Proyecto Singular Estratégico de Arquitectura Bioclimática y Frío Solar, con grandes empresas constructoras y energéticas implicadas y dos universidades; no tiene problema de presupuesto en este proyecto, dotado con 48 millones de euros de 2005 a 2012.
"Con edificios que tengan la orientación correcta y determinadas características se puede ahorrar en España el 60% de energía, sólo con el diseño arquitectónico y con la construcción", dice. ¿Su casa es bioclimática? "Con las paredes de piedra, que tiene mucha inercia térmica, no tengo ni aire acondicionado".
No está casada y no tiene hijos. "He tenido que ceder algunas cosas de la vida personal por dedicarme a esta profesión", dice, y sigue hablando de la Real Sociedad y de la edificación bioclimática. "Manzanilla con una gota de anís", pide para terminar.
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