La sonda 'Phoenix' araña el suelo de Marte
Un estudio publicado en 'Nature' señala que el agua fue abundante en el planeta hace 4.000 millones de años
La sonda espacial Phoenix, que está en el suelo de Marte, en la región polar norte, está utilizando por primera vez un rascador que lleva en el extremo de su brazo articulado (de 2,35 metros de longitud ) para intentar arrancar un poco de material de una capa helada del suelo y así poderla analizar.
La tarea está resultando más difícil de lo previsto ya que la capa es muy dura. Afortunadamente, los ingenieros de la Phoenix, en previsión de una circunstancia así, instalaron un pequeño rascador en el brazo articulado. La operación comenzó el pasado sábado, pero el pequeño rastrillo tocó una roca dura (bautizada Alice) y se detuvo, tal y como está programado. El lunes, la Phoenix recibió la orden de volver a intentar la operación pero desplazándose ligeramente para evitar el obstáculo.
La capa helada en cuestión quedó expuesta cuando la mini-excavadora del brazo articulado hizo una pequeña zanja (llamada Snow White) de unos 20 por 30 centímetros de diámetro y menos de cinco de profundidad.Los científicos que controlan por telecomandos desde el Jet Propulsión Laboratory (en California) las operaciones de la Phoenix quieren extraer una muestra del hielo raspado en el suelo para depositarla en uno de los pequeños hornos que la sonda tiene en su plataforma.
Esos hornos calientan las muestras y luego analizan el vapor generado. Ya se ha hecho un análisis de este tipo, pero con una muestra que no contenía hielo, y los científicos están estudiando los resultados de la prueba que han recibido. La Phoenix está en la superficie de Marte desde hace casi 52 días y su misión allí es tomar muestras del suelo para analizarlas (la zona polar norte fue elegida por la presencia allí de agua helada) y estudiar si hay o ha habido condiciones aptas para la vida.
Agua abundante hace millones de años
Datos obtenidos por otra sonda de la NASA, en este caso la nave orbital Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), señalan la presencia, muy extendida en Marte, de unos minerales asociados al agua. Ese planeta debió ser húmedo hace tiempo, entre 4.600 y 3.800 millones de años, según la conclusión que extraen los científicos de los datos tomados por la MRO, que ha identificado abundantes capas de minerales denominados filosilicatos, al menos en el hemisferio sur marciano, en entornos geográficos muy diferentes, como valles, laderas de cráteres o dunas.
Los filosilicatos son rocas alteradas por el agua que forman materiales como arcillas ricas en magnesio, hierro, aluminio, mica o caolinita. John Mustard (Universidad Brown, EE UU) y sus colegas han analizado los datos tomados por un espectrómetro de la MRO y concluyen que "vastas regiones de las tierras altas meridionales de Marte fueron, en el pasado, entornos ricos en agua". Ellos explican su hallazgo mañana en la revista Nature. No es la primera vez que los científicos encuentran el rastro del agua en Marte, en diferentes entornos, pero cada vez afinan más sus conocimientos para poder responder preguntas clave: ¿Cuánta hubo? ¿Dónde estaba? El equipo de Mustard afirma que su hallazgo demuestra que el agua jugó un papel determinante en la transformación de las rocas marcianas. Y hay filosilicatos en miles de lugares de Marte, no es una rareza, afirman los científicos.
El estudio detallado de los sedimentos de dos formaciones concretas de Marte, dos hipotéticos deltas que desembocaban en un lago ahora seco (el cráter Jezero), sugiere que el flujo de los ríos arrastraría minerales arcillosos en una zona pantanosa de unos 15.000 kilómetros cuadrados. Los científicos, que lo presentan en otra revista (Nature Geoscience), no pueden determinar si el flujo del río fue esporádico o constante, pero están seguros de que debió ser intenso y abundante.
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